La sonrisa etrusca resumen por capitulos
Joana ValeResumen18 de Marzo de 2019
3.549 Palabras (15 Páginas)6.294 Visitas
LA SONRISA ETRUSCA: RESÚMENES
CAPÍTULO 1
Un viejo campesino observa durante mucho tiempo una escultura de una pareja etrusca tumbada encima de un sarcófago en un museo de Roma.
El hijo del viejo campesino, al terminar su reunión con el director del museo, va a buscar al viejo para ir a Milán.
En el coche, el viejo recuerda la escultura y los etruscos, que le habían llamado la atención. El hijo le contesta que al llegar a Milán le podrá preguntar a Andrea, su mujer.
Durante el viaje, paran en una estación de servicio y el hijo va a repostar, mientras el viejo se toma una taza de café(cosa que su médico le prohíbe por su enfermedad).
CAPÍTULO 2
El viejo y Renato llegan a Milán. Allí el viejo empieza a comparar la ciudad con su pueblo, ya que le vienen a la cabeza muchos recuerdos del pasado.
Al llegar a casa de Renato, Andrea los recibe y les enseña la habitación del viejo.
El viejo recuerda que tiene un nieto, Bruno.
CAPÍTULO 3
Renato monta la cama y le trae al viejo un par de peras y le muestra donde están algunas salas de la casa(cocina, baño)
Las peras que le da Renato al viejo tienen un sabor horrible, así que el viejo las tira por la ventana.
Después empieza a recordar a Dunka, una amante que tuvo en el pasado.
CAPÍTULO 4
El viejo se despierta antes del amanecer, cosa que solía hacer en el pasado, y oye al niño Bruno llorar. Cree que llora porque tiene hambre, así que le prepara comida.
Los padres de Bruno ofrecen al viejo a ir a ver al niño.
Salvatore descubre que Bruno no es tan pequeño como creía y que duerme solo, en vez de dormir con sus padres, como se hacía antes.
CAPÍTULO 5
Al día siguiente el viejo sale a dar un paseo y entra en un barbero, pero se indigna por los precios. Más tarde vuelve a salir y descubre una tienda de comida del país, y la dependienta es una mujer cuarentona, de buen cuerpo y del sud, como el viejo.
Compra un par de cosas y las esconde bajo la cama para evitar que Andrea las tire.
CAPÍTULO 6
El viejo y su hijo se van a hacerle un análisis al viejo cuando se encuentran a un grupo de chicos los cuales se meten con ellos. Más tarde se encuentra con su amigo Ambrosio.
CAPÍTULO 7
El viejo se levanta, hace la cama y esconde sus provisiones de debajo de la cama. Anunziata no le deja coger al niño por reglas del libro que siguen los padres de Bruno.
El viejo, creía que Brunettino era un niño especial, al cual quería cuidar enseñándole tal como los hombres aprendían (según su punto de vista) ; a golpes y a abrazos. Y eso hizo, enseñarle a ser un hombre.
CAPíTULO 8
El viejo, se está olvidando de la Rusca, su enfermedad, de tanto pensar en el futuro de su nieto y en cómo hacer para que se convierta en un verdadero hombre. Pero por culpa de las normas del libro, como la de dormir separado de sus padres, pensaba que solo haría que el niño no pudiese crecer para ser un verdadero hombre.
Por primera vez, ve al niño en la bañera y se identifica con él. Piensa que va a ser como él.
CAPÍTULO 9
El viejo coge al niño en brazos y, como siempre, Anunziata le riñe haciendo que lo deje en el suelo. Cuando lo deja, el niño empieza a jugar y a gatear mientras el viejo le está hablando diciéndole consejos y que es un niño prodigioso. Al acabar, el viejo y el niño se dirigen a Anunziata la cual está con la aspiradora. Anunziata, histérica porque Brunettino está dando golpes al cacharro, grita al viejo como siempre.
CAPÍTULO 10
El viejo se sienta en un mueble cómodo para él pero muy poco para Anunziata, quien se pregunta y no entiende como le puede gustar algo tan incómodo.
El viejo vuelve a asistir al baño de su nieto.
Por la noche, cuando Brunettino ya está durmiendo, el viejo va a verlo a la habitación
Recuerda sus viejas historias.
CAPÍTULO 11
Andrea lleva al viejo a la enfermería. En la enfermería, le visten con una bata y lo llevan de sala en sala haciéndole pruebas distintas en cada sala.
el señor Roncone le habla de un síndrome que tiene del cual no entiende nada ni le interesa mucho. El viejo sabe va a morir y le pregunta al médico cuanto le falta. Él no dice nada.
CAPÍTULO 12
El viejo quería un orinal pero no querían comprarle. Al final cedieron y Anunziata le movía de lugar. Se iba a fumar un cigarrillo cuando el llanto de Bruno lo para.
Anunciata y el viejo se dirigen donde está Brunettino para intentar calmarle pero esta vez no pueden. Se pelean y finalmente ponen a Brunettino a dormir. Cuando está durmiendo, el viejo le admira el cuerpo frágil que tiene pero cree que sus manos no son lo suficientemente de hombre, ese fue el único defecto que le encontró a su nieto.
Le dio una caricia y se acordó de las caricias de Dunka.
CAPÍTULO 13
Miércoles, Andrea le dice al viejo que compre peras y el viejo, la lía grande en la tienda ya que él era muy estricto y se opuso a la calidad de la fruta de la frutera de confianza en la cual iban siempre a comprar la fruta. Andrea tuvo que ir a disculpar por el y por su comportamiento y a darle explicaciones de porque él se comporta tan mal con todo el mundo incluyendo con ellos. La frutera más o menos lo comprende.
El viejo se queda sentado en un banco fumándose uno de los dos cigarros diarios que se fuma y puede observar como Magdalena, sale de un coche verde, conducido por un hombre.
Al verlo el viejo empieza a entender su comportamiento con todo en general.
CAPÍTULO 14
El viejo se va a pasear y se topa con una escultura de Garibaldi lo cual le sorprende de los romanos, después se topa con un tipo de torre muy antigua la cual no la derrotaron ni los aviones de Hitler. Luego, se fija en las portadas de las revistas de quiosco en las cuales ha chicas que le parecen atractivas, pero no cree que sea suficiente ver la imagen en el papel. Cree que, si la mujer no está delante, no es lo mismo así que indignado se va a un museo en el cual no hay esculturas etruscas (cosa que no le gustó nada). En el museo le gusto la parte de armas, pero lo otro nada, eran todo florecillas y cuadros que no le transmitían nada. Era del Renacimiento todo lo de ese museo, pero a él no le gustó nada así que hiéndase, se topó con una escultura e mármol la cual le gustó, le pareció interesante así que se quedó mirándola preguntándose cosas sobre ella y sobre su significado. Finamente tuvo que irse aun que le costase despegarse de esa estatua.
Por la noche, se recordaba de los momentos de la guerra y soñaba en ellos pero esa noche se despertó por unos pasos que supuso que serían de su hijo Renato.
CAPÍTULO 15
El viejo se afeita a menudo para tener a Brunettino contento (por la noche). Ya casi ni fuma aunque Andrea piense que sí. Ya ni fuma el del medio día.
Piensa en Renato y en como su hijo se ha podido juntar con esa tía sin culo y sin tetas. No lo entendía.
El viejo ve que le sale sangre. ¿Cuanto le quedaría?...
El viejo suplica vivir más que Cantanote ya que quiere guiar a su nito Brunettino en su aprendizaje sobre la vida.
El viejo oye como Andrea está gritando a su hijo Renato diciéndole lo poco que sirve en la vida y lo desgraciado que es. A demás le habla mal del viejo la cual piensa que es un desgraciado que está estropeando toda la confianza del barrio con ellos.
Finalmente, Andrea le pega una bofetada a Renato.
CAPÍTULO 16
Andrea se va al trabajo y deja al viejo con Brunettino hasta que venga Anunciata.
Viene Simoneta, la sobrina de Anunciata, la cual está enferma en su casa. Simoneta tiene 19 años. Es una chica muy agradable y que parece parecerse bastante a el, cosa que le parecio rara estando en Milan.
Ordenan la casa juntos, hablando ambos de su vida, aficiones, pasado, presente… El viejo se lo está pasando bien con Simoneta.
Cuando Brunettino se levanta, van a cuidar-lo y, Simoneta le hace la papilla.
Mientras observan a Brunettino comer, hablan del novio de Simoneta, Romano. Aún no habían hecho el amor pero creía que no iban a tardar, o eso esperaba.
Simoneta se fue y todo volvió a ser igual que antes otra vez.
CAPÍTULO 17
El viejo observa como un podador está podando los arboles del jardín.
Le parece humillante que corte las ramas tan mal, cree, que para algo está en este oficio.
El viejo le dice al podador que lo está haciendo mal y el podador se muestra decepcionado de sí mismo e inseguro.
El podador, era un chico el cual su padre le pagaba unos estudios para ser abogado pero el cómo no quería serlo, estaba en paro y por eso estaba podando los árboles, para hacer algo de trabajo.
El viejo se decide a ayudarle guiándole los pasos que debe seguir y que debe saber para podar bien un árbol sin dañar sus ramas más jóvenes.
Cuando acaba de podar el árbol bien (gracias al viejo), le da las gracias y le invita a un cigarro. El viejo, a causa de la Rusca, se niega y aunque el joven no lo entienda, no lo acepta.
...