Lectura1 : La región en cuanto objeto de estudio de la geografía

ANTOLOGÍA BÁSICA

TEMA 1. Region y regionalidad

Lectura1 : La región en cuanto objeto de estudio de la geografía

Tema 1. Región y regionalidad.

La región en cuanto objeto de estudio de la geografía.

1. definir la región.

“Porción de espacio terrestre”, la región constituye siempre un fenómeno geográfico. El geógrafo puede definirlos, explicarlo, se siente tentado a delimitarlo. En efecto, nada aparece más ajeno a la geografía contemporánea que el determinismo y el simplismo con los que, algunos la creen relacionada: las religiones naturales, las religiones históricas.

Hoy, el geógrafo se aventura, sin complejo alguno a conocer que el trazado de los límites regionales no presenta ya el objetivo principal de su investigación: tiende a considerar la región como el campo de acciones concomitantes de intensidades variables, más que como la inscripción espacial precisa de equilibrios fundamentales. Los límites regionales son múltiples, dinámicos: actuando tanto como frenos cuanto como fuerzas, contienen su propia superación. Los conceptos de región son diversos, aplicables, en efecto, a diferentes grados del desarrollo económico. ¿No podemos por consiguiente, descubrir los elementos de una común media banal que recubra y admita los aspectos esenciales de la realidad regional?

1. Ante todo deben ser netamente afirmados el carácter concreto y la relatividad histórica de las regiones con el espíritu libre de todo complejo antideterminista como el geógrafo operando sobre una región, comienza por trazar los contornos del marco físico, para poner de relieve los dones y las inhibiciones de la naturaleza. seguidamente, llega el momento del estudio define esta porción de espacio como una “situación”, es decir como el resultado del equilibrio de fuerzas, en el que el peso del pasado juega un papel considerable. De este equilibrio se desprenden los límites mismos de la región. Una vez establecidas y aceptadas estas premisas, intentemos enumerar los factores de primer orden que constituyen la “medida común”. Tres características nos parecen esenciales; en ausencia de ellas diremos que no existe región, sino, solamente, “medios geográficos”.
2. Una región se define por los vínculos existentes entre sus habitantes, esta expresión de vínculos ha de ser entendida con el máximo de comprensión, es decir, englobando no solamente las relaciones, sino también los caracteres comunes. Estos vínculos imprimen al espacio dado una cierta homogeneidad, pero no son suficientes para producir una región si son creadores de una organización económica y social. La palabra región es de un uso demasiado general para que se pueda admitir que no se le atribuya más que un sentido preciso, científico, reservando otros términos para los diversos espacios no “regionalizados”. Por otra parte, la creación o la utilización de otro vocablo para asignar la región organizada, la región stricto sensu, contribuirá, sin duda, a alejar al público de un concepto del que es útil que adquiera conciencia.
3. Una región se organiza alrededor de un centro. No existe una autentica región sin centro, sin núcleo, es decir, sin ciudad, porque, “las regiones viven a través de su centro “(J.Labasse). de este modo la ciudad gobierna, por medio de mecanismos bien conocidos, el espacio que la rodea, insertándola en una telaraña de relaciones comerciales, administrativas, sociales, demográficas, políticas, cuyo centro ocupa.
4. Una región solo existe como parte integrante de un conjunto. El tercer gran elemento de la definición de la región no reside, en consecuencia, en su seno: proviene del exterior. En su función en el conjunto nacional, incluso internacional, en una economía global. Espacio limitado, la región participa en un espacio más vacío: en este sentido, se encuentra dominada porque aparece a la vez, abierta e integrada. El poder financiero y político, es decir, la capacidad superior de decisión, escapa siempre a la región: esta se demuestra deslocalizada. “ ello explica porque la región nunca es más que el instrumento o el marco de la dominación” (p. Carrere). La definición siguiente deberá poder ofrecer una expresión común a los conceptos elaborados: “una región constituye sobre la tierra un espacio preciso pero no inmutable, inscrito en un marco natural dado, y que responde a tres características esenciales: los vínculos existentes entre sus habitantes, su organización en torno a un centro dotado de una cierta autonomía y su integración funcional en una economía global. Es el resultado de una asociación de factores activos y pasivos de intensidades variables, cuya dinámica propia se encuentra en el origen de los equilibrios internos y de la proyección espacial.

Región y espacio económico.- sin embargo, si la definición que precede es válida, se hace difícil, cuando se trata de región, aceptar la diferenciación admitida por un gran número de economistas franceses, entre  los tres tipos de espacios económicos-espacio homogéneo, espacio polarizado y espacio plan-según la terminología de la escuela de F.Perrourx. El espacio homogéneo no puede determinar una región: las unidades más reducidas, al menos en los países evolucionados, no tienen una real homogeneidad económica y social: estrechamente vinculados a un centro. El espacio plan por su parte no tiene realidad más que por la existencia de una estructura polar; no hay plan posible, o al menos, aplicación del plan, sin los niveles administrativos intermedios que construyen una de las razones de la existencia de la región.

El único espacio admisible, en el marco de una definición de la región, es por consiguiente el espacio polarizado: la región es un espacio polarizado. El espacio polarizado es elástico: el de Europa , por ejemplo, J.P..Boudeville lo presente “como el conjunto de las unidades geográficas que mantienen la mayoría de sus intercambio con Europa.

1. La formación del marco regional  y la estructura de la región.

Las regiones son organismos complejos y vivientes: nacen, es decir, toman cuerpo y cristalizan-se desarrollan, es decir, se estructuran de una manera cada vez más firme, ganando en cohesión. Pueden también, morir bruscamente, debido al hecho de la intervención de un agente exterior o por lenta desintegración. Puesto que la geografía examina las situaciones regionales o sea las regiones en un momento dado de su dinamismo, ofrece una clara conciencia de estos mecanismos viales. Se basa en el conocimiento de las situaciones análogas, por una parte, y en la aprehensión del conjunto de factores, por otra, para diagnosticar el grado de evolución. Distinguiremos los dos tipos principales de formación de las regiones: la formación libre y la formación voluntaria.

1. LOS FACTORES DE LA FORMACION LIBRE DE LAS REGIONES

1. Factores naturales e históricos: son los únicos a los que se ha prestado atención, son actualmente, muchas veces despreciados con excesiva ligereza. Su papel debe medirse tanto en el sentido positivo como negativo. La “región natural”, es decir el espacio naturalmente homogéneo, no constituye casi nunca un dato primero de la región humana. aunque ciertos límites regionales son sin lugar a dudas limites naturales: montaña, selva, desierto, etc. los progresos de la técnica tienden a quitarles importancia. Aunque se hable de las regiones naturales, es preciso desembarazarse de las regiones históricas pero no hemos de quietar los factores históricos de la elaboración regional. Las regiones históricas han sido despedazadas en el plano metodológico por los geográficos y por los mismos historiadores modernos. Tanto los factores históricos como los factores naturales son factores de inercia. La región constituye lentamente un sistema de valores que pueden llegar a paralizarla: las actividades psicológicas, las reacciones colectivas, todo aquello que apela a cierto regionalismo, se oponen al desarrollo, es decir, a la modernización de la región. En materia de acondicionamiento, el sistema de la tabla rasa es una fuerte tentación, sin embargo el geógrafo debe poder proponer la utilización óptima del legado histórico.
2. La polarización: si la región vive gracias a su centro, el proceso liberal de su formación consiste en la polarización progresiva de sus actividades en torno a este centro y dentro del mismo de él.
3. Por consiguiente, la región estará tanto mejor formada, tanto más madura, cuanta más importancia relativa tenga del centro y sobre todo, cuanto mayor influencia ejerza sobre todo el territorio considerado. Esto no significa que la centralización sea necesaria para el desarrollo regional, pero esta es tendencia espontanea.
4. Las comunicaciones: es sin duda evidente que la dotación en vías de comunicación representa una condición sine qua non de la formación regional. Necesitamos para las funciones externas de un territorio dado, las vías de comunicación no crean automáticamente una sociedad regional. Podríamos incluso pretender lo contrario: la excesiva centralización sobre parís de la red ferroviaria francesa ha sido, y sigue siendo, un obstáculo al desarrollo y a la estructuración de las regiones. Pero ocurre precisamente que la organización de los transportes no ha sido pensada, o al menos orientada, en función de la región. Si en la actualidad, por el contrario, nos esforzamos en promover una ordenación regional, incluso en algunos países, en crear y desarrollas auténticas regiones, el problema de los medios de comunicación debe situarse en el primer plano de las preocupaciones. Así pues, las vías de comunicación no aparecen como un instrumento flexible o de fácil manejo en la formación de regiones.
5. La administración: entre los teóricos del espacio económico, nada esta tan desacreditado como la “región administrativa”: si bien se sigue guardando un cierto cariño por la región natural o la región histórica, no se concede más que desprecio a la circunscripción política actual. En nuestra época la administración tanto la del estado como la de las firmas y sociedades adquiere en la vida económica una importancia creciente. No es asombroso, pues que la jerarquía administrativa cree de abajo a arriba del escalafón y por consiguiente de un punto a otro del territorio, poderosos vínculos. La administración tiende a reforzar la región, mejor aún contribuye a crear solidaridades y polarizaciones en el interior de los limites, imperfectamente trazados en verdad y con frecuencia entremezclados, pero válidos. La organización de los servicios administrativos representa uno de los factores claves de la formación de las regiones.

2. Cuestiones fundamentales de la teoría regional

Cuestiones fundamentales de la teoría regional

En España se han descrito numerosos libros sobre las regiones y en uno de los mas importantes se menciona la “división geográfica de síntesis”. El profesor M. Phlipponneau ha expresado que la región (económico-administrativa para la planeación) es una “unidad geográfica que corresponde a los caracteres de nuestra época”. De esas variables, 6 abarcan aspectos demográficos; 11 son de consumo por familia o por persona; uno de transporte por ferrocarril; 2 de actividades primarias (agrícola-ganaderas); uno de nivel de empleo general; dos sobre los precios internos; 22 de valor y empleo industrial general y por ramas (extractivas, energía y manufacturación); 4 de valor de importaciones y exportaciones; 5 más refieren a Producto Nacional Bruto y los últimos 2 a disponibilidades en oro y reservas monetarias.

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