Mexico barbaro

INTROCUCCIÒN

México Bárbaro es un libro interesante que cuenta la verdadera historia de los indígenas y mestizos y cómo fue apoyado por el propio gobierno, que se volvió aún más trágico a mediados del siglo XX durante la era del Porfiriato.

John Kenneth Turner, escritor y periodista de los Estados Unidos, escribió este libro en 1908. Logró ingresar a los lugares de la esclavitud y aprender anécdotas de los propios esclavos, por lo que decidió plasmar sus experiencias en un libro.

Así mismo el político John Kenneth Turner logró poner el dedo en la llaga. Con una profunda comprensión y perspectiva analítica.

Desde un punto de vista objetivo y es claro porque no se influenciar por nada, nos muestra una cosa la realidad de aquella época que estremeció a la gente, parecía haberse hundido en un profundo letargo.

En la época de Porfirio Díaz;

Un momento de la historia en la que pueblo mexicano llegó a una esquina del tiempo, y se empezó a cuestionar el sistema de gobierno que mantuvo a todo el pueblo mexicano sometido a una dictadura de aproximadamente 30 años.

Capítulo I.- Los esclavos de Yucatán.

Al comienzo de la historia, el reportero y político John Kenneth Turner conoce a cuatro presos mexicanos exiliados en la cárcel de Los Ángeles

Que quieren llevar a cabo una planificación en contra el gobierno de Díaz. Ellos hablan de la situación en México, en donde aún se pueden ver esclavos. Él quiere verlo con sus propios ojos, así que haz un viaje.

Cuenta su primera experiencia en México, especialmente en la península de Yucatán. Se hizo pasar por inversionista para llegar allí.

Ricos entran al negocio del henequén tras escucharlo este increíble rumor dice que sigue existiendo la esclavitud en Los Estados Unidos Mexicanos.

La manera en que los "magnates del henequén", (planta cultivada durante siglos en la región), hacían trabajar en las grandes haciendas a indios mayas y yaquis mandados desde el norte del país por el mismo el gobierno, desterrándolos y arrebatándolos de sus familias.

Eran forzados a trabajar jornadas excesivas e inclusive podían ser comprados y vendidos. Era el trabajo de estos esclavos los que hacían de Mérida, Yucatán una de las ciudades más bellas y ricas del país, pero a un costo inhumano.

Los hacendados exhibían su complicidad con el gobierno, ellos saben la constitución mexicana prohíbe la esclavitud, pero parecían creer que nombrándolo sistema como un servicio obligado por la deuda" evadirían la ley.

En este capítulo, habla de varias escenas de la vida cotidiana yucatecos esclavos y atormentados casi alegremente por los trabajadores.

Al mismo tiempo que compara este tipo de esclavitud disfrazada con la que en algún tiempo hubo en su país. Lamentablemente los antiguos esclavos salían ganando.

Capítulo II. El exterminio de los yaquis.

Los yaquis eran los "indios" enviados desde el norte y se sabía que eran los más fuertes, duraderos y confiables. Los dueños del ferrocarril, norteamericanos, resintieron su destierro y los llevaron a trabajar a Yucatán, creyéndolos buenos trabajadores.

Ellos no los llamaban indios en el concepto norteamericano, pues éstos no son empleados.

Para explicar esto de los yaquis;

El propio Presidente ordenó que fueran enviados a la península de Yucatán. El decreto se aprovechó tanto de los problemas de los yaquis que, para prevenirlos, ordenó arrestar a todos los yaquis y enviarlos a la península de Yucatán, al sur del país, como propiedad de esclavos, donde murieron seis meses después debido a abusos y otro clima diferente se murieron.

Capítulo III. En la ruta del exilio.

Este capítulo examina cómo el pueblo yaqui fue traído a la Península de Yucatán. Turner logró hablar con algunos de ellos, quienes contaron cómo fueron tratados por los agentes del gobierno. Los separaron de sus familias, no les importó el sufrimiento de esta gente, también destruyeron a todos, Yaki o no, les importaba que había esclavos trabajando en el área de henequeras. Aunque estos hombres ya estaban trabajando en algunos de los campos de la familia, no se preocuparon y no escucharon sus súplicas para que al menos uno de ellos siguiera trabajando. Muchos murieron durante el exilio porque el viaje era muy agotador. Las mismas personas enterraron a sus muertos y decenas de niños quedaron huérfanos. Se venden como muebles o animales. Venga con sus nuevos dueños quienes le dirán cuáles son sus responsabilidades y si no cumplían con la carga de trabajo, eran golpeados o golpeados. Las mujeres se casan con extraños para "formar una familia", otro disfraz solo para crear más mano de obra para vender a miles de pesos.

Capítulo IV. Los esclavos contratados de Valle Nacional.

Valle Nacional, un lugar muy temido en México a principios del siglo XX, era una región productora de tabaco al sur del estado de Oaxaca. Si la esclavitud en Yucatán era inhumana, en el Valle Nacional era tres veces peor, los dueños de estos esclavos eran viles y crueles, y en este lugar los esclavos vivían seis o siete meses. ¿Cómo llegaron ahí? Es solo que en ese entonces (como lo vemos ahora) la economía estaba tan mal que la gente tenía que trabajar para sobrevivir y mantenerse y no había muchos trabajos (al menos no los suficientes). Hay reclutadores famosos (son gatos del gobierno) que engañan a estas personas prometiéndoles buen trabajo, buen salario y comida diaria; llevados a Valle Nacional, no hay nada que puedan hacer para escapar una vez que se dan cuenta del engaño. Las condiciones de trabajo son las mismas para mujeres, hombres y niños. El trabajo es duro e insalubre, los trabajadores los azotan si no hacen su trabajo, hay una sola comida y es terrible. No duraron mucho. Los dueños de estos solo las dejan ir si ya están flacas e inútiles; o peor aún, si ya están muy enfermos o agotados, tirarán a los caimanes que viven en el sitio.

Capítulo V.- En el Valle de la Muerte

Turner logró ocupar el puesto y volvió a decir que era un inversor adinerado interesado en la empresa. Fue testigo de la crueldad de la vida de los esclavos en este lugar. La forma más fácil para que los esclavos llegaran allí era encarcelar a las personas por delitos reales o imaginarios. Se otorgaron recompensas a los jefes políticos y a cualquiera que ayudara a conseguir esclavos. Ya sea un niño, un anciano o una mujer, lo importante es que les sirva para trabajar en estas plantaciones. Incluso si quieres huir, es muy difícil, si alguien se escapa, ya está esperando que regreses.

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