Cartier De Medianoche

ECOS URBANOS

RESÚMEN

CARTIER DE MEDIANOCHE (Marcelo Leonart)

Cuenta la historia de un joven al que su abuelo, en su lecho de muerte, le regala un reloj Cartier. El joven no tenía buena situación económica, al contrario, vivía en una familia muy humilde. Por lo tanto, el reloj era lejos lo más valioso que poseía.

Este joven deja el Colegio y comienza a hacer “trabajos” para un hombre llamado Gutiérrez; estos trabajos no eran muy honestos que digamos.

Un día se encuentra con Gutiérrez en una fuente de soda, le da unas llaves y le da instrucciones de dirigirse a un pequeño hotel, a la habitación 506. Allí debe esperar hasta las 12 de la noche para encontrarse con un hombre que le debía dar un paquete.

Aprovechando la oportunidad, el joven invita a su “polola” llamada Beatriz a la habitación, en donde por primera vez harán el amor. Están allí toda la tarde, hasta que cerca de la medianoche llega el hombre que le debía entregar el paquete a la habitación.

El hombre tenía apariencia de ser un hombre con mucho dinero, y se molestó al ver a Beatriz como testigo de aquel “negocio”. Empezaron a discutir hasta que el hombre vio el reloj Cartier sobre el velador, lo tomó y quiso quedarse con él. Le ofreció dinero al joven a cambio del reloj, pero él no aceptó.

El hombre intentó sobrepasarse con Beatriz, pero ella desistió. Luego de un rato fue ella quien intentó seducirlo, lo besó un par de veces y luego, en un descuido, lo agarró de su entrepierna, el tipo soltó el paquete que estaba lleno de billetes y el joven aprovechó para tomarlo de la chaqueta y empujarlo hacia la ventana.

Finalmente le pudo quitar su reloj al hombre, mientras Beatriz tomaba todos los billetes que podía. Arrancaron en un taxi.

POR ESO ME REÍA (Alejandra Costamagna)

Trata de un joven delincuente, que está en la cárcel por haberle disparado a un carabinero durante el terremoto. Esto ocurrió en Talagante. Su novia Pelusa, le reclamaba que mientras ocurría el incidente con el carabinero, el muchacho no paraba de reírse.

Ella era su polola, se juntaban todos los días en el Parque. Ahora las reuniones eran en la cárcel. Un día ella lo fue a visitar y le confesó que había besado a otro hombre. Discutieron, ella le entregó una carta y se fue.

Otro día lo fue a visitar su madre, y con mucha rabia le reclamaba el tipo de vida que tenía. También le cuenta que el carabinero al que le había disparado había muerto, por lo que la pena iba a ser más severa.

Entonces le confesó a su madre que su propio padre fue quien le dio la pistola con la que le disparó al carabinero. Le contó, además, que su padre era traficante. Tiempo después el padre murió en un accidente en la carretera.

Un día el muchacho decide leer la carta que le dejó Pelusa, y en ella le cuenta que su padre era carabinero, y que había muerto en servicio.

Finalmente, el muchacho se queda solo en la cárcel, ya no recibe las visitas de Pelusa ni de su madre.

EL PELITO ORTAGUE (Luis López Aliaga)

Cuenta la historia de un joven llamado Pablo Ortague, que cuando estaba en el Colegio era llamado por sus profesores como Pablo Ortega. Tenía que corregir a sus profesores cada vez que ocurría esto, y para él era más complicado, debido a su tartamudeo.

Había un profesor al que llamaban Terrores, que luego de que el joven corrigió su apellido le dijo “digamos entonces que por un pelito no es Ortega”, ahí lo empezaron a llamar el Pelito Ortague.

Luego uno de sus compañeros dijo que el “Pelito Ortague”, por un pelito no era “Palito Ortega”, un cantante argentino.

El profesor Terrores daba todos los años un trabajo, cada alumno debía declamar un poema delante del curso. Todo el curso esperaba con ansias la declamación del Pelito Ortague, ya que debido a su tartamudeo, iba a ser un suplicio para él hacer ese trabajo.

Cuando llegó el turno del joven Ortague de hacer la declamación, todo el curso estaba expectante, pero para sorpresa de todos, el Pelito Ortague no tartamudeó mientras declamaba el poema. Sólo en el último verso alargó una palabra diciendo “nadiennnn”, entonces el profesor lo hizo callar, lo mandó a sentarse y le puso un 2.0.

Años más tarde, el Pablo Ortague era entrevistado en la televisión, debido a que fue víctima de un asalto en su casa. De casualidad unos compañeros lo estaban mirando.

VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS (Flavia Radrigán)

Cuenta la historia de una mujer que acostumbra a ir al cementerio a los funerales de gente que no conoce. Su marido la había dejado, y ella decía que había pasado a ser “el muerto”. La había abandonado por otra mujer muy distinta a ella. Ella esperaba verlo en el cementerio para “matarlo”, pero él nunca llegaba.

En el cementerio, la mujer comenzó a recordar su niñez, recordaba que su mamá la llevaba en forma periódica a visitar a los muertos, pero que en realidad, iba a encontrarse en forma clandestina con su esposo, el padre de la mujer. Fue en la época de la dictadura, él estaba escondido y usaba disfraz, y tenía estos encuentros furtivos con su mujer en el cementerio. En aquellas visitas, la niña acostumbraba jugar con un niño llamado Tomás, que era hijo de un empleado del cementerio.

Un día Tomás le quiso regalar a la niña una cadena de un difunto, ella no la aceptó, y en vez de eso, le regaló a Tomás su propia cadenita.

La niña no volvió más al cementerio cuando murió su madre, ahí dejó de ver a Tomás.

Años después, cuando volvió se encontró con Tomás, y fueron una pareja llena de vida.

INVICTOS (Sergio Gómez)

Cuenta la historia de Octavio, un joven que asiste al colegio.

Tenía dos amigos, Camilo y el Zurdo, con los que andaba para todos lados.

Un día quedaron en ir a tomar cerveza después del Colegio, pero Octavio se retrasó en las duchas, después de una clase de educación física. Se duchó rápidamente y luego comenzó a vestirse.

Cuando se estaba vistiendo, llegó a las duchas el “Motorcito

...