ANÁLISIS DE CASO 2: FAMILIA Y TRABAJO: EL DILEMA DE GRISEL

ANÁLISIS DE CASO 2:

FAMILIA Y TRABAJO: EL DILEMA DE GRISEL

1. DILEMA

     El mundo competitivo que hoy vivimos, no es el mismo que hace 3 décadas, la últimas revoluciones industriales y tecnológicas han cambiado la manera de vivir, los objetivos personales y colectivos.

     Grisel, una mujer inteligente y con metas claras definidas, inició su desarrollo profesional enfocándose en lo que tenía en mente. Realizó estudios sobresalientes de licenciatura, doctorado, especialidades y certificaciones que le merecieron un reconocimiento importante en términos de competencias laborales. Lo anterior le abrió puertas para conseguir poco a poco las metas que vislumbraba a temprana edad.

     En un momento cúspide, a pocos años de su ascenso laboral, recibe la noticia de embarazo que ella y su pareja tomaron como algo no planeado pero con alegría. Esto estremeció el ímpetu con que contaba Grisel, pues las obligaciones familiares competían con las laborales; aún así, la empresa que la reclutó, sabiendo el potencial y competencia con que contaba, asumió el riesgo de aún así, aceptar que en momentos podría no estar disponible. Aún más, pocos meses después, vuelve a quedar embarazada, y nuevamente se presentó el conflicto de poner primero lo primero, y el trabajo en segundo término, pero, aun y cuando estaba físicamente en funciones, seguía cumpliendo con creces sus responsabilidades, lo cual, nuevamente, le hizo conseguir consideraciones excepcionales de sus jefes para poder compensar familia y trabajo.

     Después de unas vacaciones en familia, el dilema surge: estaba feliz con su familia, tenía el trabajo y posición que ella había vislumbrado años atrás, pero no tiene tranquilidad, pues tiene que competir su familia con el trabajo, y, a pesar de las concesiones laborales, no sabe si debe continuar trabajando o debe dejarlo para estar con la familia.

1. ENTORNO GLOBAL:

     Hace poco más de 3 décadas, cuando eras joven soñabas con crecer, ganar dinero, vivir cómodo y formar una familia después de los 20 años.

      A partir de los años 90s la situación cultural ha evolucionado más que los 1990 años de la era cristiana. A partir de entonces, los jóvenes sueñan con crecer, estudiar, prepararse, tener un buen empleo, desarrollarse laboralmente, y ya en la plenitud de su apogeo profesional, formar una familia. No sólo revolucionó en términos de seres humanos, sino en los géneros que, hasta antes de esa década, tenía cada uno su propósito en la vida, para pasar ahora a buscar una igualdad de género, donde se buscan las mismas oportunidades profesionales, dejando en segundo plano el entorno familiar.

     Aún más, el paso gigantesco que dimos con el desarrollo de internet revolucionó las competencias, demandas, pensamientos, metas, objetivos, planes a mediano y largo plazo, ambiciones, etc. Esto nos llevó a que el género femenino buscara las mismas posibilidades de crecimiento económico y profesional. Pero ello llevó al género a jugar un doble rol: la familia y el desempeño de las actividades productivas.

     A pesar de todo lo anterior, el género femenino ha avanzado enfrentándose a creencias, tabús, paradigmas, por ello, no son los mismos dilemas a los que se enfrenta el género masculino, cómo desde los inicios lo enseñó inclusive la religión, delegando a la mujer al núcleo familiar con poca o nula autoridad en el hogar.

     Hoy la lucha de la mujer ha ido dando frutos, pero aún lejos de una equidad. Si bien existen un empuje sobresaliente por lograrlo, aún el esfuerzo de las mujeres debe ser extremo si quieren escalar peldaños. Ejemplo en la política de México es la cantidad de diputadas y senadoras de la República: De los 500 diputados del Congreso de la Unión, 169 son mujeres, lo cual representa un 33.8% de todos los diputados.

     También lo podemos observar en el nivel salarial por género, en países del tercer mundo (como México), el ingreso nominal de una mujer económicamente activa es 22.9 % menor al que gana un hombre con el mismo nivel de puesto y responsabilidades.

     Por otro lado, a pesar del avance que hemos logrado con el reconocimiento explícito de los gobiernos, instituciones no gubernamentales nacionales e internacionales para las mujeres, aún no se logra penetrar en alto porcentaje para el cambio de pensamiento del género masculino y la equidad en todos los sentidos: todavía es muy marcado el grado de responsabilidad con la familia que una mujer tiene en comparación con su pareja (de tenerla).

1. RESOLUCIÓN DEL CASO:

1. Alternativa 1:

     Por todo el contexto que Grisel ha vivido, y el nivel de madurez y sensibilidad al que ha llegado después de valorar todos los aspectos de su vida, debería dejar su empleo actual y dedicarse totalmente a su familia mientras sus hijos son dependientes totalmente de los padres, y podría volver a tomar la iniciativa de su profesión cuando ellos sean más independientes: a los 12 años, esto es.

Valores y Virtudes:

     La familia es primero, después todo lo demás: El principio de cualquier civilización ha sido la protección que las cabezas del hogar brindan a sus dependientes, más aún, la protección y hasta sobre protección que una madre da al pequeño que la necesita. Con éste fundamente, se garantiza la continuidad de unidad familiar que es quien hace funcionar una compleja sociedad.

     Apoyo y educación a los hijos: Brindar el acompañamiento con enseñanzas de la importancia que tiene una familia fortalecida por quien la cuida dedicada totalmente a ella.

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