CONSULTORÍA EMPRESARIAL

CONSULTORÍA EMPRESARIAL

Cuando hablamos sobre Consultoría Empresarial nos referimos a la herramienta a la que asisten las empresas cuando requieren ser más competitivas y mantener su independencia sin la necesidad de utilizar muchos recursos. Dichas Consultorías se han incrementado en aquellas empresas, al verse severamente presionadas por la introducción de productos y/o servicios novedosos. Su propósito reside en concentrar sus recursos en las actividades que desempeñan, a la vez que delegan funciones estratégicas con el fin de aprovechar sus recursos.

     Es aquí donde entra el trabajo del consultor, cuando nos encontramos ante una problemática o situación insatisfactoria, pero que es posible su resolución, ya que puede ser susceptible a mejorar y generar un cambio para el bien de la empresa en cuestión. En el libro Acción Estratégica, José Mario Álvarez de Novales, explica que el fin de las Consultorías Empresariales es aportar valor con la solución de problemas y necesidades en el entorno empresarial.

     Por otro lado, William Cohen en Como ser un consultor exitoso, señala que las CE son servicios consejeros que, a cambio de una retribución económica, ayudan con la organización, resolución y cualquier otra naturaleza empresarial. Concepto que se asimila al de Alfonso Zambrano en Consultorías de Empresas, quien también define a las Consultorías como organizaciones que prestan servicios calificadas en la identificación e investigación de problemas políticos, de organización, procedimiento y metodológicos. Por último, Francisco Meza menciona en Curso de Consultoría que las CE son servicios que piden las direcciones empresariales para resolver sus problemáticas.

     Las principales razones por las que se contratan a las organizaciones de Consultoría Empresarial son por la necesidad de personal; para mejorar ventas o marketing; por reglamentaciones gubernamentales; para diagnosticar posibles problemas y hallar soluciones. Motivo por el cual el consultor debe ser totalmente imparcial al realizar sus funciones, debido a esto, podrá aconsejar con la calidad requerida y tomar sus roles con responsabilidad.

     Entre las características de un buen consultor se encuentran la paciencia (clave fundamental para una buena relación laboral), la objetividad (para no perder el sentido de lo que se está realizando), ser visionario (identificar/redefinir los objetivos y límites de la empresa), ser cuidadoso y respetuoso (al dar sus opiniones y puntos de vista).

     Por su parte, el código de ética de cada consultor se basa en el interés del cliente; imparcialidad y objetividad; confidencialidad; ética en la comercialización; valor por el dinero y amplio interés social. Al aplicar estas normas básicas, el consultor orienta su labor de acuerdo con la Ética Profesional.

     El consultor debe ser consciente de los elementos que integran su rol, tales como la reputación profesional/imagen del consultor (calidad, originalidad, integridad), la experiencia anterior (trayectoria profesional, resultados obtenidos), buena comunicación (habilidad para cooperar con el cliente y brindar confianza).

     Para la certificación del consultor, el proceso de este se basa en su Estándar de Competencia, el cual deberá ser acreditado por algún Organismo Certificador autorizado por CONOCER.

Además de la evaluación de las personas con fines de certificación, sus funciones son:

•        Tramitar ante la Entidad de Certificación y Evaluación de Competencia o ante el Organismo Certificador, la certificación correspondiente de la o las personas evaluadas

•        Ofrecer retroalimentación a los usuarios del sistema Nacional de Competencia, respecto al resultado de su evaluación aún al ser declarado no competente.

...