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Competitividad De Las Naciones


Enviado por   •  21 de Enero de 2013  •  6.746 Palabras (27 Páginas)  •  537 Visitas

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La competitividad internacional de las

naciones: Fundamentos teóricos

1.1. LA COMPETITIVIDAD DE LAS NACIONES

El concepto de competitividad de una nación no es reciente, pues sus orígenes se

remontan a la época mercantilista y a las teorías del comercio que abordaremos en el

siguiente apartado. Pero a pesar de ser un concepto que ya se discutía varios siglos

atrás, concretamente desde el siglo XVI (Allen, 1988), no ha existido en la literatura un

acuerdo de lo que realmente implica. Algunos autores han intentado explicar este

hecho argumentando, fundamentalmente, que cada nación posee diferentes ventajas

comparativas (recursos naturales, costes de producción, etc.), por lo que no tiene

sentido el desarrollo de una teoría que explique la riqueza económica de países con

un pequeño número de factores genéricos y universalmente aplicables. Otros autores,

sin embargo, destacan la importancia de que exista un acuerdo en la definición del

concepto de competitividad como requisito para la generación de un adecuado marco

teórico sobre el mismo. Así, por ejemplo, Ezeala-Harrison (1999) advierte que el

término competitividad representa un factor muy importante en la política económica

de una nación, por lo que no se puede abandonar la idea de llegar a un consenso

sobre su significado, siendo necesario especificar una idea de competitividad de una

nación en términos concretos y observables. Adicionalmente, Porter (1990a)

argumenta que, además de adoptar cualquier definición propuesta sobre

competitividad, es más relevante el desarrollo de una teoría que sea ampliamente

aceptada para explicar la competitividad de una nación.

Modelos de evaluación de la competitividad internacional. Una aplicación empírica al caso de las Islas Canarias.

En el libro de Porter (1990a), se hace un análisis detallado de las diversas

explicaciones que, desde el mundo académico, se proponen para definir el concepto

de competitividad. Así, la competitividad de las naciones se ha relacionado con

variables como el tipo de cambio de moneda, el tipo de interés y el déficit

presupuestario, si bien existen naciones que han disfrutado de elevados estándares de

vida a pesar de contar con un déficit presupuestario (e.g., Japón, Italia y Corea), una

apreciación de su moneda (e.g., Alemania y Suiza) y elevados tipos de interés (e.g.,

Italia y Corea). Otro criterio consiste en la asociación de la competitividad con la

disponibilidad de mano de obra barata y abundante. Sin embargo, naciones como

Alemania, Suiza y Suecia han prosperado a pesar de tener salarios altos y largos

períodos de escasez de trabajadores. Adicionalmente, el concepto ha estado

vinculado a la dotación de recursos naturales, aunque algunas de las naciones que

comercializan con más éxito, entre ellas Alemania, Suiza e Italia, cuentan con

limitados recursos naturales y, como consecuencia, deben importar la mayoría de sus

materias primas. La eficiencia en las políticas gubernamentales definida por los

objetivos de promoción, protección del comercio y subvenciones a determinados

sectores tampoco ha confirmado ser la clave del éxito internacional. Como

recientemente han argumentado Porter, Takeuchi y Sakakibara (2000), en países

donde se consideraba la política gubernamental esencial para el éxito de la nación,

como es el caso de Japón, se ha descubierto, después de un análisis detallado de sus

sectores, que el Gobierno ha tenido realmente un papel muy poco relevante en

muchos de los sectores japoneses que son competitivos a escala internacional, como

es el caso de la robótica, los coches, los vídeos y las cámaras de fotos. Por último,

también se ha apuntado que la competitividad está relacionada con las diferencias en

las prácticas de gestión, lo que tampoco puede ser generalizado, ya que cada sector

requiere diferentes enfoques de gestión. Por tanto, todas estas perspectivas, aunque

tienen algo de cierto, están lejos de convertirse en una explicación universal de la

competitividad de las naciones. Por su parte, Krugman (1990) considera que un

análisis de la competitividad de una nación debería considerar los diversos

determinantes del nivel de vida de la población, tales como el crecimiento, el empleo y

la distribución de ingresos. En esta misma línea, el Grupo Asesor de Competitividad

Capítulo 1

GAC1 de la Unión Europea señala, en su informe de 1997, que la competitividad de

una nación o región viene reflejada por su capacidad para desarrollar factores que son

clave para el crecimiento económico a largo plazo, como la productividad, la eficiencia,

la especialización o la rentabilidad. De manera más específica, otros autores (Zysman

y Tyson, 1983; Cohen y Zysman, 1987; Porter, 1987; Tyson, 1992)

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