DEL PRECIO NATURAL Y DEL PRECIO DE MERCADO DE LAS MERCANCÍAS

DEL PRECIO NATURAL Y DEL PRECIO DE MERCADO DE LAS MERCANCÍAS

En una sociedad, donde el trabajo es la medida real del valor de cambio de las mercancías y el precio real de todas las cosas, de lo que cuesta cada cosa realmente a la persona, es el esfuerzo que su adquisición supone; entonces se determina, que el trabajo es el patrón por el cual se pueden estimar o comparar el valor de los bienes. De este modo, existe una tasa promedio de salarios y beneficios que se regula por medio de este, en los distintos ámbitos de empleo de trabajo y capital respectivamente. Además, Smith también expone, la existencia de una tasa de renta, condicionada por las circunstancias generales y del tipo de sociedad donde se encuentre la tierra (fertilidad del terreno). En relación a lo anterior, surgen las tasas naturales de los salarios, beneficio y de la renta.

Aclarando que los beneficios del capital dependen del valor y de la cantidad del capital invertido. En muchos casos, el producto del trabajo no siempre pertenece al trabajador, sino que se deberá compartir con el propietario del capital. En consecuencia, en el precio de un producto, una parte paga la renta del terrateniente, otra el salario del trabajador y una tercera paga los beneficios del capital. Al final si una mercancía está muy elaborada, la parte de salarios y beneficios será mucho mayor a la parte de la renta.

Es entonces, que todo bien debe rendir un beneficio porque, si no, no se podrá tener la certeza que se paga por lo que cuesta. Por lo que, cuando un bien se prepara, se lleva al mercado y se vende por un precio igual a la suma de sus factores: pago de renta, el salario del trabajo, el beneficio del capital, se da el precio natural “el precio natural es como un precio central en torno al cual gravitan constantemente los precios de todas las mercancías” o sea, el precio varía con la tasa natural de cada uno de sus componentes. En concordancia, el precio mercado es aquel precio efectivo al que se vende una mercancía. Puede estar por encima o por debajo, o ser igual al precio natural; regulándose por la cantidad de un bien llevado al mercado y por la demanda del mismo.

De esta manera surge las preguntas ¿Quién fija los precios? ¿Quién toma las decisiones? Smith desde su punto de vista de la ley de oferta y demanda, plantea diversos escenarios de la cantidad de mercancía llevada al mercado y su efecto en el precio natural.

Cuando una mercancía se lleva al mercado y es menor que la demanda efectiva, no se podrá satisfacer toda la demanda al precio natural, habrá personas que estarán dispuestos a pagar más, por lo que aumentará el precio de mercado, ejemplificado mediante los precios que se establecen en épocas siniestras que afectan a una gran población “de ahí el precio exorbitante de los medios de subsistencia durante el bloqueo de una ciudad o durante una hambruna”, estableciendo una competencia entre los agentes del mercado(consumidores) de acuerdo a sus preferencias y capacidad de pago –como es el caso de los precios establecidos en esta época de pandemia a los diversos bienes o servicios en los cuales su adquision depende de la situación en la que se encuentra el consumidor- . Otro caso es cuando la mercancía que se lleva al mercado es mayor que la demanda efectiva, derivando a que no sea totalmente vendida al precio natural, generando que se page a un menor precio de mercado “el mismo exceso en la importación de artículos perecederos ocasionaría una competencia mucho más intensa que en la de bienes durables; más en la importación de naranjas que en la de chatarra”. Por último, cuando la cantidad llevada al mercado es exactamente igual a la demanda efectiva, genera que el precio de mercado coincide con el precio natural. Básicamente estos 3 escenarios de las fluctuaciones del precio del mercado determinan el comportamiento de los factores: salarios, beneficio y renta –que en ocasiones la renta suele ser la menos afectada-. Al final se establece el equilibrio general, donde la cantidad de toda mercancía llevada al mercado se ajusta naturalmente a la demanda efectiva.

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