Desarrollo De Habilidades Gerenciales
Nikoporta4 de Febrero de 2013
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INTERPRETACION
Interpretación de la comunicación
La interpretación es la habilidad de la comunicación que permite dar un significado correcto al mensaje. La interpretación es respuesta al mensaje a la explicación.
En la interpretación de la comunicación el receptor trata de entender lo que se le dice y está determinado por las características personales, valores, prejuicios, escolaridad, educación y cultura de la persona que actúa como receptor, también afectan otros como los canales y la retroalimentación.
Para interpretar la comunicación de un mensaje debe tenerse en cuenta:
• cuando se está bajo una suposición, un rumor, un hecho, una deducción y una opinión,
• cuando se está bajo las emociones, los sentimientos y juicios de valor que afectan la comprensión de las situaciones,
• cuando se está consciente de las diferencias de significación entre los (actores) ,
• cuando se está interpretando en función de ideas preconcebidas o de intereses personales.
INFERENCIA: EL PROCESO DE INFERENCIA
El conocimiento social, con frecuencia implica ir más allá de la información disponible y requiere formarse impresiones, realizar juicios o formular inferencias.
"INFERENCIA": "Proceso en el que se va más allá de la información disponible, pretendiéndose llegar a unas conclusiones acerca de unos datos que no están completamente contenidos en los datos mismos".
Para Fiske y Taylor, "la inferencia es el tema central de la cognición social. Es un proceso y un producto":
• Como proceso: implica decidir qué información se reúne en torno a un tema o cuestión, recoger dicha información y combinarla de alguna manera.
• Como producto: viene a ser el resultado de un proceso de razonamiento.
Algunos autores defienden que a la hora de realizar cualquier inferencia existiría un "modelo o teoría normativa" que haría proceder en 3 fases:
• a) Recogida de la información.
• b) Muestreo de la información.
• c) Uso e integración de la información.
Recogida de información
Según el modelo normativo, el perceptor social debería escrutar y ponderar toda la información relevante antes de llegar a una conclusión. Sin embargo, la evidencia muestra que el proceso de toma de decisión acerca de cuál es la información relevante, se ve fuertemente influido, por las expectativas previas (por el conocimiento que ha sido activado).
Esto puede resultar apropiado en algunas circunstancias (entrevista laboral).
Sin embargo, el conocimiento se puede activar por diversas causas (accesibilidad, aplicabilidad y saliencia), que no tienen por qué ser necesariamente apropiadas para la situación en que nos encontramos.
Muestreo de la información
Una vez que la persona ha decidido qué información es relevante, los datos han de ser sometidos a un muestreo (no todo lo que se sabe hay que revelarlo).
Fiske y Taylor: Cuando a las personas se nos suministra una muestra adecuada, solemos utilizarla de manera bastante correcta. Sin embargo, cuando somos nosotros mismos quienes hemos de seleccionas la muestra, cometemos errores:
• Dejarnos llevar por los ejemplos extremos (Investigación de Rothbart: en la observación, el grupo B se establece, debido a la presencia de algún otros delito grave, una asociación más fuerte entre grupo y delito).
• No prestarle suficiente atención a su tamaño.
• Utilizar muestras sesgadas (Aunque se nos avise del carácter sesgado de la muestra, seguimos utilizándola: investigación de Hamill, Wilson y Nisbett, en la que se entrevistaba a un guardia de prisiones).
Uso e integración de la información
Utilizamos reglas y mecanismos para combinar la información de que disponemos con el fin de realizar 2 tipos fundamentales de operaciones:
1. Establecimiento de relaciones entre eventos: Consiste en efectuar un diagnóstico de covariación.
2. Estimación de probabilidades.
INTROYECTO
Los seres humanos vamos conformando nuestra personalidad y construyendo nuestra identidad mediante tres mecanismos: imitación, identificación e introyección.
La Psicología Gestalt define la introyección como la función psíquica mediante la que una persona incorpora a su estructura mental y emocional los elementos del ambiente familiar y social en el que le tocó vivir. Estos elementos suelen ser idearios, formas de conducta y definiciones implícitas del ser humano y de sus relaciones interpersonales. Los introyectos, a menudo inconscientes, pueden entorpecer el desarrollo libre del individuo. Un mal introyecto puede contener una creencia obstaculizante (siempre hay que resignarse ante las circunstancias adversas de la vida), una prohibición a expresar sentimientos (los hombres nunca lloran), una dificultad para entablar relaciones (no se debe confiar en los de fuera de la familia), incluso cristalizar en un autoconcepto excluyente (los Pérez Rincón somos superiores a los demás)
Revisar y cuestionar los introyectos nos puede ayudar a conocernos más a fondo y a elegir con libertad de cuales nos gustaría librarnos. Las personas demasiado fóbicas a ver en si mismas ciertos rasgos que consideran inaceptables suelen utilizar con frecuencia el mecanismo defensivo de la Proyección.
EFECTO HALO
El efecto halo es un fenómeno psicológico a través del cual las personas juzgamos a otro ser humano en concreto a partir de un único rasgo. Esto es, las personas tendemos a asociar características positivas a una persona que tiene una determinada cualidad muy atractiva para nosotros. En cambio, tendemos a asociar aspectos negativos a personas que poseen determinadas cualidades que producen nuestro rechazo.
Este fenómeno se observa claramente con la cualidad belleza. Los seres humanos tendemos a relacionar cualidades positivas a una determinada persona que es guapa. En otras palabras, al observar a una persona que es guapa tenderemos a asociarle cualidades como el éxito profesional, el reconocimiento social, la honestidad, etc.
DISONANCIA COGNOCITIVA “SÍ PERO NO”
Si os pregunto qué es la Disonancia Cognitiva quizá no sepáis responderme, pero si os digo que se refiere a la tensión o incomodidad que percibimos cuando mantenemos dos ideas contradictorias o incompatibles entre si, o cuando nuestras creencias no están en armonía con lo que hacemos, sí empecéis a pensar en momentos de vuestra vida donde todo parecía no encajar. Este malestar viene acompañado generalmente por sentimientos de culpa, enfado, frustración o vergüenza.
¿Qué sucede cuando se nos presenta tal tensión? Que nos esforzamos en generar ideas y creencias nuevas que encajen entre sí de manera que nos resulten coherentes. Construimos nuestra propia realidad con la intención de reducir ese malestar.
Si cogemos como punto de partida nuestras creencias o valores, encontramos que casi todos hemos caído en disonancias cognitivas. Por ejemplo:
• Nos fumamos un cigarro aunque el médico nos lo ha prohibido.
• Nos comemos un buen trozo de chocolate aún estando haciendo dieta.
En el primer caso sabemos que fumar es perjudicial para nuestra salud y ante todo queremos ser una persona sana, en cambio caemos en disonancia cuando nos convencemos de… “un cigarrito no me hará nada”, “total uno más”, “por uno no me voy a morir”.
En el segundo caso pasaría exactamente lo mismo, es más nuestra necesidad de saciar el deseo que nos produce comer chocolate, que el razonamiento de que lo tenemos prohibido en la dieta que estamos haciendo por tener muchas calorías.
Como cambiar el pasado es algo imposible y romper con los hábitos cuesta bastante, ¿qué es más fácil? Cambiar las creencias. Es por ello que nos mentimos a nosotros mismos como justificando nuestros pensamientos y actos, evitando así que nos sintamos peor.
Podemos decir por tanto que la tendencia ante estas incoherencias es la autojustificación. Al justificarnos conseguimos reducir la ansiedad que nos provoca la situación. Cuando caemos en disonancia primero actuamos y luego justificamos nuestra actuación. Si bien en un primer momento es algo que alivia nuestra ansiedad, después cuando tomamos consciencia de ello acabamos sintiéndonos mal y entramos de nuevo en el bucle de justificar nuestras propias contradicciones.
Pero hay que tener cuidado con esto, ya que caemos en el autoengaño y con él en la mentira y la crítica como algo cotidiano, y es ahí donde empiezan los problemas emocionales y/o sociales. Por ejemplo cuando deseamos algo que no podemos tener o ser como alguien al que admiramos, tendemos muchas veces al menosprecio, a quitarle valor al objeto o a la persona sobre la que hemos puesto nuestra atención. Es algo muy común en las rupturas amorosas o en los amores no correspondidos, solemos justificarnos con frases como “si ya sabía yo que esto no iba a funcionar”, “si era una persona que no merecía la pena”… cuando por dentro estamos rotos de dolor y nos cuesta admitir que es así. En el caso de personas que no se quieren demasiado a ellas mismas, se tiende a mentir para esconder lo que consideran es una debilidad propia, es cuando se crean corazas y caretas que esconden el verdadero sentir. ¿Qué sucede en estos casos? Pues que la persona muestra una cara que no es, y así la tratan los demás, en cambio por dentro se siente mal e incomprendida. Por tanto, hay que comunicarse
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