Empresas y ¿Cómo entender el comportamiento del consumidor?

Empresas y ¿Cómo entender el comportamiento del consumidor?

El mundo está en constante cambio, debido a esto, cada vez hay más formas de satisfacer las necesidades adquiridas ya sea obligatoriamente o por comodidad. Lo anterior, da paso a que los individuos como tal quieran llenar esas insuficiencias con productos y servicios cada vez más innovadores, eficientes y eficaces; lo cual va directamente conectado con los mismos individuos que tienen tanto este problema y a su vez como solucionarlo para la sociedad, por motivos de practicidad, estos serán llamados productores.

Dichos productores obviamente están conectados con las organizaciones, las cuales, en pocas palabras, se crean para generar un beneficio para sus accionistas, satisfaciendo necesidades mediante bienes y servicios; pero, si la mente de los clientes y sus exigencias están cambiando, ¿No se complica la tarea? Bueno, la respuesta es un rotundo sí. Este ensayo tiene como finalidad analizar qué y cómo han tenido que actuar las empresas desde hace un tiempo, sumando la situación del COVID-19, para complacer a los consumidores, haciendo un análisis paralelo a lo que dice Gonzales (2021) en su artículo.

Primero, hay que aclarar que el mercado cada vez crece más y más en una competencia por obtener mayor cuota, por ende, y lo que sería algo casi utópico, debería haber mercancía para todos de alguna forma. Sin embargo, todos sabemos que eso no sucede y que el consumidor por preferencias decide donde comprar y, el productor, por el mismo motivo decide qué segmento y en qué nicho operar.

Aquí puede haber una reflexión mediante un ejemplo y es el siguiente: supongamos que Carlos quiere comprar una camiseta, por su barrio estrato 3 esta cuesta $2.0000, mientras que en el sector estrato 6 de la ciudad cuesta $180.000 ¿Por qué sucede esto? Pues, es obvio que la marca es un diferenciador indiscutible, pero, además, la distribución de los ingresos de los hogares no es la misma, por lo que las diferentes organizaciones deciden a qué tipo de clientes quieren venderle, habiendo a veces excesos ya sea de oferta o demanda en alguno u otro sector.

Pero ¿A qué viene esto? Sencillo, visto desde la perspectiva del consumidor, como alguien racional, al final lo que necesita es una camiseta y, una persona que sea estrato 6 podría ir y comprar la de $20.000 sin ningún problema, ahorrándose $160.000 sin contar lo que gaste en transporte; pero, indudablemente, las personas no se pueden encerrar a todas como racionales, hay más factores que llevan a un cliente a hacer dicha compra, como lo son el estatus, la cultura, la referencia, la edad, la personalidad, el estilo de vida y la misma clase social, entre otros.

Ahora, todas estas variables que influyen en el consumidor ponen a las empresas en una situación complicada, tienen que encontrar la manera de entender lo máximo posible a estas personas que son los que les van a generar los ingresos. Para esto, el marketing como tal ha hecho uso de muchas herramientas, entre estas se destaca el impresionante uso de la estadística para manejar bases de datos, diferenciar, pronosticar, relacionar y  con todo lo anterior tomar decisiones que antes eran aún más difíciles de tomar. Ahora, debido a la pandemia, el modo de venta tradicional se complementa con la digitalización debido, sobre todo, a la pandemia.

Pero, así se complementen ambos tipos de mercado, hay más problemas, muchos clientes no confían en los medios digitales, estas personas tienen una mentalidad que no va a cambiar tan fácil, a la gente le gusta sentir, ver tanto su dinero, como el producto que va a comprar y ese es otro desafío. En su mayoría esas son personas de edad que no confían en lo que no ven y definitivamente hay que satisfacer a todo el mundo mediante el precio, el servicio, la calidad, la comodidad y todo esto creando una experiencia de compra para fidelizar ciertas personas, es un hecho que un buen servicio enamora, a la gente le gusta que la traten bien, no es lo único, pero si es importante.  

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