INVERSION EXTRANJERA (MEXICO)
cheva3324 de Mayo de 2014
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INVERSION EXTRANJERA.
En el campo de la economía y de las finanzas, una inversión es una colocación de capital en búsqueda de una ganancia futura. La decisión de invertir supone resignar un beneficio inmediato por uno futuro que es improbable.
A la hora de invertir, es necesario contemplar tres variables: el rendimiento qué se espera (es decir, cuánto se espera ganar con la inversión), el riesgo aceptado (vinculado a las probabilidades de obtener el rendimiento esperado) y el horizonte temporal (cuándo la inversión ofrecerá ganancias: a corto, mediano o largo plazo).
En cuanto a la inversión extranjera, se trata de la colocación de capitales en un país extranjero. De aquí se desprenden dos nociones:
* INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA: se refiere a las apuestas que realizan aquellas empresas que desean internacionalizarse, o sea, expandir el mercado de sus productos o servicios fuera de su territorio nacional. Para ello, uno de los pasos lógicos es instalarse en otros países, aunque suelen comenzar por realizar campañas de mercado en el exterior para captar la atención de los consumidores. Cabe mencionar que provenir del extranjero es un arma de doble filo para una compañía, dado que por un lado atraerá a las personas aburridas de la vida cotidiana y que ansían ser constantemente sorprendidas, pero espantarán a la porción ultra nacionalista, que pretende consumir simplemente los productos fabricados en su tierra;
* INVERSIÓN EXTRANJERA INDIRECTA: representa un número de préstamos internacionales, que realiza un país a otro, y recibe asimismo el nombre de inversión de cartera. Por un lado consiste en la cesión de dinero y recursos al gobierno o a alguna empresa pública del país de destino; pero también se colocan valores de bolsa oficiales de este último en el que ofrece la inversión.
Con el proceso de globalización, la inversión extranjera comenzó a vivir un período de expansión, sólo limitado en momentos de crisis económica. La globalización implica el libre flujo de capitales, el levantamiento de las restricciones aduaneras e impositivas, la circulación de personas y bienes y otras características que colaboran con la inversión extranjera.
Inversión extranjera El país que recibe la inversión debe tener en cuenta las consecuencias de la misma: por un lado, la inversión extranjera suele generar puestos de empleo e ingresos impositivos al país receptor; pero, por otro lado, las ganancias suelen volver al país de origen. Además hay que considerar que, muchas veces, los proyectos impulsados por la inversión extranjera generan daños ambientales que afectan a la comunidad local.
Un ejemplo de inversión extranjera directa que no sólo dio origen a nuevos puestos laborales sino que evitó la ruina de una industria a nivel mundial es la apuesta que realizó Nintendo por el mercado norteamericano en la década de los 80. Fue justamente después de la gran crisis que sufrió este tipo de entretenimiento (tan popular hoy en día) que la pionera japonesa lanzó su primera consola casera: la Famicom (acrónimo de “Family Computer”, o bien “Computadora para la familia”). Así se conoció en la tierra del sol naciente, y gozó de un gran éxito inicial.
Pero del otro lado del planeta el atractivo de los videojuegos había comenzado a desvanecerse debido a la publicidad engañosa (como el resonado caso del juego de E.T., que se promocionó con imágenes de la película y resultó ser espantoso y aburrido) y la falta de protección de los derechos de autor, que daba como resultado decenas de juegos prácticamente iguales. Nintendo analizó la situación y notó que los consumidores habían desviado su atención hacia las videocaseteras; entonces, decidió inspirarse en dichos electrodomésticos para el rotundo cambio de imagen que dio a su consola, además de rebautizarla con un nombre más corto y serio: NES, Nintendo Entertainment System (“Sistema de entretenimiento Nintendo”). Su inversión, que fue de la mano del juego Super Mario Bros., cambió la industria para siempre.
LA GLOBALIZACIÓN es un fenómeno moderno que puede ser analizado desde diversos ángulos. El término proviene del inglés globalization, donde global equivale a mundial. Por eso, hay quienes creen que el concepto más adecuado en castellano sería mundialización, derivado del vocablo francés mondialisation.
GlobalizaciónA grandes rasgos, podría decirse que la globalización consiste en integración de las diversas sociedades internacionales en un único mercado capitalista mundial. Por eso, el fenómeno es defendido desde teorías económicas como el neoliberalismo y por entidades como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Los defensores de este fenómeno mundial exponen multitud de razones para estar a favor del mismo. Así, entre ellas se encuentra el que permite que la libertad se extienda, da lugar a más puestos de trabajo y a un crecimiento palpable de la economía, ha disminuido la mortandad infantil, ha aumentado la esperanza de vida, han avanzado los derechos de las mujeres y ha decrecido la explotación laboral infantil.
Existen numerosas corrientes de pensamiento que creen que la globalización trasciende la cuestión económica y abarca a la cultura, por ejemplo. Como la relación de fuerzas entre las naciones más desarrolladas (como las europeas o los Estados Unidos) y las subdesarrolladas (como las latinoamericanas o africanas) es sumamente desigual, la globalización sin límites ni controles favorece el imperialismo cultural y el dominio económico, y atenta contra la identidad particular de cada pueblo.
Entre los argumentos que utilizan las personalidades y organismos más críticos con la citada globalización se encuentran también el que dicho fenómeno favorece la privatización, aumenta la competencia, se produce la “fuga de cerebros” y se sobreexplota el medio ambiente.
En el campo de la oposición de la globalización se encuentran las figuras de la antiglobalización entre los que se halla, por ejemplo, el Subcomandante Marcos que es el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Él y sus compañeros lo que hacen es criticar abiertamente y actuar en consecuencia contra un modelo económico en el que las ganancias no llegan a los indígenas sino a las grandes corporaciones.
El agricultor francés José Bové es otro de los personajes más significativos dentro de la antiglobalización y es que realiza todo tipo de actos en contra de la citada mundialización. Así, no sólo se dedica a criar animales en una granja de forma tradicional sino que se manifiesta en contra de grandes empresas como la cadena alimentaria McDonalds.
Los escritores norteamericanos Susan George y John Zerzan son igualmente figuras claves dentro de la mencionada postura opositora.
El origen histórico de la globalización se remonta a 1492, cuando Cristóbal Colón llegó a América. A partir de allí, la voluntad expansiva de Europa se tradujo en una serie de imperios y el comercio global se intensificó año a año. Las potencias se basaban en la teoría económico-política del mercantilismo, que suponía la competencia por una cantidad finita de riqueza y la necesidad de un control estricto del comercio. Las tensiones y enfrentamientos dieron lugar al primer tratado global de la historia (Tratado de Tordesillas), donde España y Portugal acordaron como repartirse los territorios conquistados.
El avance de la tecnología, el auge de las telecomunicaciones e Internet y el desarrollo de los medios de transporte ha permitido que el fenómeno de la globalización sea una realidad ineludible en el mundo actual.
Como si fuese un gran logro, el presidente Peña anunció en la reunión de Foro Económico Mundial, llevada a cabo en Davos, que hay un compromiso por parte de empresas extranjeras para invertir en México 7,000 millones de dólares. ¿Es mucho? Realmente no.
A pesar de que, con la apertura comercial iniciada en 1985 con la adhesión de México al GATT, la apertura unilateral de 1988 y la posterior entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y otros tratados subsecuentes sí se le dio un impulso a la inversión extranjera, ésta sigue siendo relativamente baja en comparación del PIB y también muy baja en comparación con la que reciben otros países. Quitando eventos muy particulares —como fueron, por ejemplo, la adquisición de la Cervecería Modelo o la de los bancos—, los flujos de inversión extranjera sólo han representado en promedio, durante los últimos 20 años, 2% del PIB. De acuerdo con el índice de “Doing Business” elaborado por el Banco Mundial, México se sitúa en el lugar 53 de 189 países.
¿Por qué es tan baja la Inversión Extranjera Directa (IED) en nuestro país, a pesar de la posición privilegiada que tiene México por ser el vecino de la economía más grande del mundo y con la cual, además, se tiene un Tratado de Libre Comercio?
Primero: la legislación laboral. Contratar trabajadores es muy caro porque despedirlos también es muy caro, mismo problema al que se enfrentan las empresas mexicanas y esto no cambió con la reforma que se le hizo a esta ley. Además, las contribuciones al sistema de seguridad social son, para efectos prácticos, un impuesto al empleo. Y a esto hay que agregar el relativamente bajo capital humano de la fuerza laboral mexicana.
Segundo: la excesiva e ineficiente regulación de los mercados, que deriva en una alta incidencia de corrupción
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