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LA EMPRESA FAMILIAR

acuario059 de Mayo de 2013

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INTRODUCCIÓN PRELIMINAR.

Después de mucho tiempo, disponemos por fin de una definición oficial de “Empresa Familiar” aprobada por las dos principales Instituciones Internacionales representadas de la misma. Dicha definición fue aprobada en Bruselas por el “Grupo Europeo de Empresa Familiares” (GEEF) y en Milán por el “Family Business Network” ( FBN) el siete de abril de 1990. Esta definición es la siguiente:

Una Compañía, sea cual fuere su tamaño, es empresa familiar sí:

1- La mayoría de los votos son propiedad de la persona o personas de la familia que fundó o fundaron la Compañía; o, son propiedad de la persona que tiene o ha adquirido el capital social de la empresa; o son propiedad de sus esposos/as, padres, hijo(s), o herederos directos del/los hijo/s.

2- La mayoría de los votos puede ser directa o indirecta.

3- Al menos un representante de la familia o pariente participa en la Gestión o Gobierno de la Compañía.

4- A las Compañías cotizadas se les aplica la definición de empresa familiar si la persona que fundó o adquirió la misma (su capital social), o sus familiares o descendientes, poseen el 25% de los derechos de voto a los que da derecho el capital.

1.- ¿Responde Colón e Hijos, SL a lo que se entiende por una empresa familiar? ¿Por qué?

No existe en nuestro Ordenamiento Jurídico un concepto legal de Empresa Familiar, que nos pueda servir para identificar si una empresa concreta tiene o no tal carácter. Tampoco existe un tipo único de Empresa Familiar, lo que complica aún más el intento de elaborar una definición.

La importancia de la Empresa Familiar (con mayúsculas) en nuestra economía se desprende claramente de las siguientes cifras:

1. Se estima que el número de empresas familiares existentes en España es de dos millones y medio.

2. Producen el 70% del P. I. B. español.

3. Generan el 75% del empleo privado de nuestro país (dan empleo a más de 9 millones de trabajadores).

4. Realizan el 59% del total de las exportaciones españolas.

5. El 37% de las empresas españolas que facturan más 1.000 de euros son familiares

(Fuente: Instituto de la Empresa Familiar).

Vistos estos datos que ponen de manifiesto la importancia económica y social de la Empresa Familiar en España, cabe preguntarse qué es una Empresa Familiar. La respuesta no es fácil. No obstante, en una primera aproximación, podemos decir que cuando una empresa, independientemente de su tamaño, es dirigida por los miembros de una familia, que son sus propietarios, nos encontramos ante una Empresa Familiar. Si queremos aproximarnos más a lo que es una Empresa Familiar, podemos utilizar un criterio descriptivo y señalar las características que ha de reunir una empresa para ser considerada como tal.

En ese caso, y si la empresa está organizada como sociedad, podemos entender que tendrá tal condición cuando una familia:

• Posea una participación significativa en su capital social (normalmente la mayoría).

• Ejerza el control político y económico sobre la empresa.

• Participe en la gestión de la empresa, de manera activa, mediante el trabajo en la misma de alguno/s de sus miembros (generalmente en puestos directivos o en el Consejo de Administración).

• Desee que la empresa continúe en manos de la propia familia (mediante la incorporación a la misma de las siguientes generaciones familiares, tanto en la gestión como en la propiedad).

Frecuentemente, se confunde el término Empresa Familiar con el de pequeña y mediana empresa, y por ello se tiende a asociarla con los negocios de reducida dimensión. Sin embargo, el carácter familiar de una empresa es independiente de su tamaño o de sus cifras, de forma tal que, al lado de algunas de las "empresas grandes" de nuestro país, que son empresas familiares, existen también (y en mayor medida), muchas otras empresas de tamaño mediano y pequeño, que asimismo son empresas familiares y que, con el paso del tiempo y como consecuencia del trabajo de sus fundadores y del despegue económico de los últimos 30 años, se han convertido en "grandes empresas" competitivas con un futuro de enorme relevancia económica y social en la economía española, como antes apuntábamos.

En ningún país de nuestro entorno, ni siquiera en el nuestro, existe un único tipo de Empresa Familiar, sino que la tipología es variada. Así, podemos encontrar empresas de socio fundador, empresas de hermanos y empresas de primos, según cuál sea la generación en que la empresa se encuentre y, por último, podemos encontrar otras empresas en que se entremezclen familiares de distintas generaciones, o familiares con otros socios que no lo son.

Cada empresa familiar tiene sus propios problemas, que son distintos de los problemas de cualquier otra. Además, esos problemas van cambiando a medida que la empresa va pasando por las etapas o tipos que antes hemos señalado. Sin embargo, hay algo que tipifica y diferencia claramente a cualquier empresa familiar de otra que no lo es: la vocación de permanencia de la empresa en manos de la familia, tanto en la propiedad como en la gestión, a través de las siguientes generaciones familiares. La empresa familiar se entiende como un logro personal de su fundador y éste desea que, en el futuro, se incorporen a la misma, tanto en la propiedad como en la gestión, las siguientes generaciones de la familia. De hecho, se calcula que aproximadamente un 85% de los empresarios familiares españoles que planifican su sucesión esperan que tanto la propiedad de la empresa como su gestión se mantengan dentro del ámbito de la propia familia.

Además de la vocación de continuidad generacional, como signo distintivo de la Empresa Familiar, hay una serie de situaciones, más o menos difíciles o complejas, que asimismo son exclusivas de la Empresa Familiar. Son los que se derivan de: las relaciones de sus socios entre sí (que, a su vez, son miembros de una misma familia) y de las relaciones entre la familia y la empresa. Ese entramado de relaciones personales (afectivas y económicas), junto con la vocación de continuidad, hace que el principal problema de la empresa familiar sea la sucesión.

Si el empresario fundador de una empresa familiar quiere asegurar esa continuidad, debe planificar la sucesión con tiempo suficiente, aclarando y definiendo las reglas básicas de juego que en el futuro regularán la convivencia familia-empresa. Las complejas relaciones que surgen entre la familia, la propiedad y la empresa, pueden producir (y, de hecho, producen frecuentemente) una superposición conflictiva de roles (muchas veces difícil de solventar) en los miembros de la propia familia. Para nadie es fácil ser, al mismo tiempo y con la misma persona, padre y director, madre y empresaria, hijo y empleado o director de recursos humanos y hermano.

Una pregunta surge inevitablemente: Si la empresa familiar es tan compleja y conflictiva ¿por qué existen tantas? Porque parece claro que para aquellas personas que tienen la inquietud de crear una empresa, hacerla crecer y consolidarla, las dos cosas más importantes en su vida son la familia y la empresa, y en la empresa familiar se conjugan ambas cosas, para bien y para mal. De ahí surge, precisamente, la mayor fuerza de la empresa familiar: el empuje del fundador en los comienzos y, después, el de sus sucesores. La dedicación y entrega de los miembros de la familia a su empresa es algo con lo que jamás podrá contar una empresa que no sea familiar. Ésa es su mayor fuerza: “es una cuestión de vocación”.

Hasta aquí hemos hecho una aproximación a lo que es y significa la Empresa Familiar. A partir de aquí analizando y trasladando lo expuesto a nuestro caso práctico podemos afirmar con rotundidad que “Colón e Hijos S.L.” responde a los criterios y definición de una Empresa Familiar.

D. Alfonso anhelaba constituir su propio negocio y su carácter emprendedor le llevó sin dilación ni miedo a la constitución del mismo. Desde sus inicios y durante su andadura, se han ido incorporando a la empresa, cinco hijos, un nieto, un yerno y cuatro profesionales externos sin conexión de parentesco que conforman el estrato jerárquico piramidal y funcional de planificación, organización, coordinación y control bajo la Dirección General Efectiva del Fundador. Con una estructura humana de noventa empleados de base, es ineludible la aplicación de criterios económicos-empresariales profesionalizados a escala funcional y técnicos.

Convenimos en nuestras apreciaciones al principio de la exposición que, lo realmente decisivo a la hora de calificar una empresa como familiar son dos consideraciones, a saber:

 La capacidad de control o de gobierno que sobre la empresa puedan ejercer la familia.

 El deseo de los propietarios de que la empresa continúe en manos de la propia familia mediante la incorporación de la siguiente generación familiar a la propiedad y, en su caso, a la gestión o al gobierno de la misma (es el caso de Nicolás, economista que está terminando su formación y espera incorporarse a la empresa). Incorporación, que cuando se planifica adecuadamente, se lleva a cabo mediante la implantación de un “Protocolo Familiar”.

El hecho de que esta empresa asigne las responsabilidades en función de las competencias del personal (sean o no familiares), nos lleva a considerar a Colón e Hijos, S.L como una empresa de capital familiar. Así lo reafirma la figura de Alberto Fernández, persona

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