La planificación estratégica

La planificación estratégica se define como la herramienta de gestión por medio de la cual se establece una secuencia para el logro de los objetivos, teniendo en cuenta la importancia de adaptarse a los cambios del mercado y la constante demanda del entorno, por esta razón, constituye una alternativa fundamental para la toma de decisiones dentro de una compañía. De esta forma, se establece como un proceso, es decir, una secuencia de actividades por la cual una empresa define sus objetivos de largo y mediano plazo, así como también sus objetivos de corto plazo, sus metas que incluyen actividades en los próximos 12 a 18 meses, pero, además, también define el camino, la estrategia y la forma cómo se va a llevar a cabo y para esto se asignan recursos a las actividades dispuestas dentro de la empresa.

Un objetivo es definido como el horizonte hacia dónde se busca llevar la compañía, la meta hacia dónde se pretende llegar a futuro en el futuro, es decir es fundamental proyectar la compañía y determinar exactamente lo que se quiere lograr a futuro, teniendo en cuenta que estos objetivos planteados deben ser cuantificables y medibles.

Los objetivos, dentro del concepto de planificación estratégica, no constituyen órdenes, sino que, por el contrario, un compromiso de la empresa y de todos los que laboran en la empresa, para lograr mover recursos, gestionarlos y destinar una visión hacia dónde quiere ir la empresa y de esta manera poder crear un futuro para todas las partes interesadas de la compañía, entonces, para comprender la planificación estratégica se requiere de la comprensión de todos lo que esta implica, por ello, es importante tener en cuenta que la estrategia define el cómo se van a lograr estos objetivos, exactamente el paso a paso y el plan que involucra los recursos y el talento humano.

El punto de partida de cualquier proceso de planificación es la visión, esta tiene que ver con el sueño de la compañía, además durante este proceso se desarrolla también la misión, es decir, lo que hace la empresa, a quién se dirige y sobre todo cómo se diferencia del resto, buscando dar un valor agregado y factor diferenciador ante la competencia. Se definen también los valores, que están relacionados con la forma de trabajar de la organización, a partir de esto, se puede hablar de planificación.

Uno de los primeros pasos dentro de la planificación es el análisis de contexto, que involucra el análisis de la situación, esto es fundamental, puesto que brinda la información más relevante de la empresa y brinda un diagnóstico inicial de la empresa, por lo que es la base sobre la que se construye el plan y por tanto es determinante, tanto para aquellas factores que son controlables, como para aquellos que no lo son, para esto se evalúan variables internas que son controlables, como los recursos humanos, el portafolio, las finanzas o los sistemas, entre otras, de lo que se controla resultaran las fortalezas y debilidades, que tan importantes serán y de qué manera afectan los procesos. Posteriormente para la definición estratégica, además, se analizan variables externas que afectan a la organización, pero que no son controlables como la economía del país, la competencia, el mercado o el cliente, entre otras, de dicha revisión resultarán oportunidades o amenazas para las que posteriormente tendrá que prepararse a la organización.

Se requiere desarrollar un análisis previo en donde se define lo que hay que aprovechar, es decir, las principales oportunidades y fortalezas de la compañía y las principales debilidades de la competencia, y lo que se debe solucionar, es decir, las principales amenazas y debilidades de la empresa y las diversas fortalezas de la competencia, por ello, es fundamental definir la ventaja competitiva sostenible, como aquel factor diferenciador, fundamental porque en el momento de definir las estrategias, por lo menos una de ellas, construirá dicha ventaja competitiva sostenible en el tiempo, si no se tiene, o la capitalizará, si ya se cuenta con ella, lo importante es que se define de qué manera la compañía se diferencia de las demás.

Para tomar decisiones estratégicas, lo primero que se debe tener en cuenta es el público objetivo o el tipo de cliente al que se dirige, es decir, se habla de una segmentación de mercado, en donde se debe comprender a que publico se dirige la compañía y de qué manera se percibe la empresa ante el público, se debe lograr que el mercado al que se dirige, entienda por qué su oferta de valor es diferente y por lo tanto, por qué es más rentable para el cliente hacer negocios con dicha empresa y no con sus competidores.

Las estrategias corporativas enfocadas al aumento de la productividad de las compañías abarcan desde el contexto actual de la empresa, hasta la visión que tienen de crecimiento y el punto hasta el que quieren llegar en el mercado. A partir de ello, es necesario que sean analizados factores como el alcance, el contacto competitivo, la gestión de actividades, las interrelaciones y las prácticas de gestión para lograr el propósito planteado.

Las estrategias corporativas son definidas como una serie de decisiones que son fijadas para el cumplimiento de metas dentro de una compañía, a partir de la generación principalmente de políticas para conseguir dichos objetivos y así concretar un rango de negocios sobre los cuales la compañía se debe enfocarse. Entonces, podemos decir, que se trata de un plan de acción que permitirá desarrollar una ventaja competitiva en el mercado.

El diseño de las estrategias corporativas dependerá de las necesidades que esta tenga, entonces, en este caso se requiere de unas estrategias que busque un amplio crecimiento en la rentabilidad y un impacto en los mercados que mejore significativamente la productividad y la rentabilidad de los procesos.

En un primer momento, se detalla que en una compañía, empresa o multinacional es esencial para detallar las estrategias de venta y de posicionamiento para el comportamiento del consumidor y la dinámica del mercado mundial, por lo que un ejecutivo que desea liderar una compañía debe tener las siguientes competencias:

• Liderazgo en un equipo de trabajo para la obtención de resultados concretos
• Creación e innovación para el aumento de las capacidades competitivas de la empresa
• Tener conocimiento de la negociación, en ello, se ve importante las habilidades den los diferentes tipos de negociación, todo esto lleva a la cohesión de la compañía en un manera interna y externa
• Gestión de los recursos tanto materiales como financieros, en ello se debe plantear la formulación de unos estándares de calidad siendo alineados con la ética profesional
• Conducción de reuniones de trabajo para la eficiencia y eficacia a la hora de elaborar estrategias de marketing o mercadeo mix (Ardura, 2011).
• Asimismo, dentro de las habilidades personales se hace necesario el conocimiento profesional resumida en las siguientes competencias:
• La persona debe tener conocimiento para la optimización del tiempo de trabajo y la productividad, mediante la detección de errores que existen en el proceso de publicidad o posicionamiento de la marca, las reuniones de trabajo deberán ser más productivas y motivadores, dado que se debe llegar a una meta en conjunto y la consecuencia del éxito en la organización.
• Capacidad de la aplicación de los principios éticos y morales durante la formación profesional dentro de la dirección comercial o el área administrativa.

En el mundo empresarial abarca todos los comportamientos del mercado y las facultades que se deciden en el momento de lanzar un producto o un servicio con valor agregado, dentro de las habilidades para ser un gerente de la empresa es la innovación dado que los conceptos de la globalización han sido cambiantes durante la primera definición de la globalización y de la internacionalización. Pero, ¿Por qué fracasan los ejecutivos?, se tiene de conocimiento público que el planteamiento de estrategias debe ser una facultad para los gerentes de una empresa, es por ello que cuando una estrategia no es planteada de una manera correcta, es aquí donde entra la junta directiva y evalúa quien fue el causante de la mala estrategia e inmediatamente expulsan de su compañía al culpable, en este caso si es el ejecutivo de la empresa es el culpable o asume la responsabilidad del fracaso de una estrategia de venta o expansión comercial tiene carencia de liderazgo y la falta de capacidad para ejecutar el plan de acción que pudo haber llevado a la empresa a un posicionamiento favorable en el mercado o simplemente no cuenta con los recursos necesarios para llevar a cabo el plan de mercadeo o plan empresarial.

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