Las 22 Leyes Inmutables De La Mercadotécnia

En la dura batalla de la mercadotecnia nada es estático, el mercado es un mundo dinámico en el que día a día se tiene que innovar, salir a la batalla del territorio con nuevas y mejores estrategias, con tácticas creativas. Si bien es cierto que algunos mercados se caracterizan por algunas condiciones éstas no siempre van a ser las que rijan a los consumidores en ellos inmersos. Muchos tienen la arraigada creencia de que aquella empresa que invierte un mayor capital en campañas publicitarias será la que gane dicho mercado, sin embargo, la historia de las marcas que hoy en día permanecen en nuestra mente indican que no siempre es así. Muchos de nosotros hoy en día recordamos aquellos dulces que gustábamos de niños, como las pequeñas cazuelas de plástico rellenas de una mezcla azucarada con algo de picante o esos caramelos embarrados entre dos plásticos y que les decían “cachetadas”. No recuerdo alguna vez haber visto un comercial o publicidad de esos dulces, sin embargo, lograron penetrar en nuestra mente y nunca se han ido.

Dicen que el dinero mueve al mundo, que no es la felicidad pero, la verdad, ¡ah como ayuda¡ y más a la hora de echar a andar un negocio, pero, tampoco hay que echar el dinero a lo tonto a la máquina de los negocios, tenemos que conocer la máquina y leer el instructivo antes.

Aquí tenemos 22 importantes instrucciones de esa máquina de los negocios, del engranaje de la mercadotecnia. No son inmutables, a veces las máquinas necesitan reparaciones y cambios de algunas piezas, eso depende de cómo vaya trabajando.

1.- Ley del liderazgo – Lo más importante no es ser el mejor, sino el primero, que es quien entra más fácil en la mente del consumidor y consigue convencer y ganar mercado. Normalmente el primero es al que todos recuerdan, ya sea por bueno o por malo pero es el más recordado. Por ejemplo, actualmente en la mente de muchas anda el Dr. Simi, no son los mejores medicamentos pero si fue la primera cadena de farmacias de medicamentos similares y genéricos, quién no recuerda esa frase de “lo mismo pero más barato”. Hoy en día la cadena de similares crece a un ritmo del 13% anual muy por encima de cualquier otro mercado.

2.- Ley de la categoría – Aquí retomamos al Dr. Simi. Ésta ley sugiere que si no consigue ser el primero de su categoría es recomendable crear una nueva y llegar a serlo. Y al parecer al pie de la letra siguió esta cadena este postulado. No es el mejor en la rama de los medicamentos de patente, pero si en la de medicamentos similares y genéricos, creó su propia categoría y es líder hoy por hoy.

3.- Ley de la mente – El anaquel más importante que se tiene que llenar es el de la mente del consumidor, de nada sirve llenar anaqueles en los mercados si no se tiene penetración en el del consumidor. Nadie llega a comprar al supermercado lo que se le atraviese, entramos porque ya vamos con una idea, con una marca en la mente. Entramos pensando en que necesitamos un “chocomilk”, unas “Tortillinas”, algo de “Ariel”, sin olvidar el “Tajín”. Nuestra lista del super enumera las marca más valiosas del mundo de los negocios más que nuestras necesidades.

4.- Ley de la percepción - Una vez creada una imagen de la marca en la mente será difícil modificarla, dicen que la primera impresión nunca se olvida y así resulta en la mercadotecnia. El consumidor nunca nos olvidará, y, en muchos casos, por lo desastroso que le resultó nuestro producto.

5.- Ley del enfoque. Basta una palabra para quedar en la mente del consumidor, las marcas de éxito son aquellas que se identifican con una palabra. Es el caso de Ford (fuertes), Salvo (el arrancagrasa) o Nescafe (despierta).

6.- Ley de la exclusividad. Existen marcas que se reconocen por una palabra más que por repetir el nombre de la misma. Todos escuchamos bísquets y pensamos en los de Obregón, escuchamos refresco y enseguida viene a la mente una Coca-Cola, alguien menciona la palabra “pachoncito” y enseguida viene a la mente Charmin.

7.- Ley de la escalera. Tampoco seamos ilusos, debemos de recordar siempre cual es nuestro lugar y ahí pelear.

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