Negocio Juridico

NEGOCIO JURIDICO

La mejor representación al negocio jurídico es la propuesta de acto de autonomía privada de contenido preceptivo con reconocimiento y tutela por parte del Orden jurídico, por representar esta fórmula su estructura, función y resultado. La consideración del negocio jurídico como acto de autonomía privada- como ejercicio del poder reconocido en virtud de ese principio- resalta su estructura; el contenido preceptivo de ese acto- como medio de organización por los particulares de sus propios intereses- destaca su función; y la intervención del Orden jurídico- como valoración dada por la norma a ese acto- resalta su contenido.

El negocio jurídico como cauce de exteriorización del principio de autonomía privada en su faceta del poder de creación, modificación o extinción de relaciones jurídicas y conformación o autorregulación de las mismas, es el instrumento práctico con el que cuentan los particulares para el efectivo ejercicio del poder reconocido en virtud de dicho principio. En base al concepto anterior podemos decir que:

Existen ciertos puntos importantes para concretar los negocios jurídicos que normalmente se manifiestan ordinariamente por si su voluntad ya que como sabemos, existen 4 elementos esenciales que hacen valido o le dan la categoría de cosa juzgada a un contrato o negocio jurídico esos son: la voluntad, el objeto, licitud y la solemnidad, estos elementos no impiden que a veces con tal fin deban o puedan recurrir a un extraño. Dentro de un negocio pueden contratar derechos y obligaciones personas que no son propietarios de los bienes que se están conviniendo más bien pueden ser llamados representantes legales o en su caso de menores de edad.

La intervención del tercero puede asumir los siguientes aspectos: Puede limitarse a referir la voluntad ajena enviando por ejemplo una carta o entregándosela a la contraria, es decir a la contraparte y ya consta la voluntad del mandante en el propio documento. En este caso en doctrina por lo limitado de la actuación del mandatario. Esto quiere decir que como mencione en párrafos anteriores podemos ser representados por un tercero y de esta manera se manifiesta nuestra voluntad.

La representación directa

El precepto negocial, como expresión del contenido preceptivo del negocio, representa al conjunto de reglas de conducta establecidas por las partes para regular una relación jurídica por ellos mismos creada, con eficacia vinculante para sus otorgantes desde su creación; es decir, como regulación vinculante de intereses dispuesta para el futuro por los propios interesados. Esta eficacia vinculante- con refrendo positivo a través de la fórmula fuerza de ley- no significa la atribución de normatividad jurídica al precepto negocial, sino vinculante como determinante de una conducta o de un comportamiento concreto, para los sujetos de una relación.

La representación directa es manifestación de participar directamente en la celebración y conclusión del negocio jurídico declarando su propia voluntad sin la ayuda o la intervención de un tercero aunque se tengo un documento que acredite que ese “tercero” será tu representante legal pueden existir vicios ocultos, dolo o mala fe que inducen al error y al decremento de tus bienes patrimoniales.

Desde luego sometiéndose a las rigurosas instrucciones del mandante para la celebración del o de los negocios jurídicos que se encarguen y esta sería la representación voluntaria, distinta a la legal que es aquella posible de edad y también a los que tuvieren incapacidad para gobernarse a si mismos, surgiendo así en el primera caso la patria potestad y en el segundo la tutela.

La representación legal

Un representante legal es una persona que actúa en nombre de otra, ya sea en nombre de una persona natural o de una persona jurídica, teniendo en cuenta dicho concepto se puede decir que un representante legal o mandatario es alguien que tu designas por medio de una carta poder, pero existen ciertas formas o lineamientos que debe seguir para tener el poder y representar a una persona, ejemplo puede ser una carta poder notariada, o una carta poder privada, y dependiendo para que se te faculta para representar a una persona física o moral, por mencionar que existe poder para pleitos y cobranzas o para administración y actos de dominio cada uno de estos puntos tienen sus consecuencias jurídicas y se debe tener cuidado al momento de realizar un poder.

No podemos negar que existen otros casos de representación legal que se dan por ejemplo en los síndicos con respecto a las quiebras o bien en los administradores con respecto a las personas morales de derechos público, esto sucede cuando elegimos a un representante de elección popular que el funge como representante legal de un nivel de gobierno, como igualmente en tratándose de empresas para estatales se señala representaciones que se conocen como también como legales; implicando la voluntaria como aquella representación que depende del consentimiento del interesado o del mandante.

Se entiende la representación legal la que otorga la ley, ejemplo: la tutela dativa que se refiere en nombre de la ley por el juez, otro ejemplo seria la tutela legitima, para cuyo desempeño la ley llama a los parientes más próximos en caso de que no haya tutor testamentario. Para los menores de edad surge la patria potestad y para los declarados en estado de interdicción, aparece la tutela y la curatela.

Otros casos de representación legal los podemos encontrar en los albaceas y en los administradores de las personas morales de derecho público o en entidades paraestatales.

La representación voluntaria indirecta

En la representación voluntaria indirecta el mandatario puede negociar o contratar en interés de otro, pero actuando a nombre propio del mandante sin representación y el comisionista en materia mercantil, aspecto que se conoce en doctrina como interposición de personas, llamada también representación mediata o indirecta de intereses en cuyo caso el negocio lo concierta el representante en cuyo cargo van los efectos favorables

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