Oceano Azul

Océano Azul:

La estrategia del océano azul se basa en dejar a un lado la competencia destructiva que se puede generar entre las empresas, cuando se quiere competir por un mismo mercado, la estrategia sirve para ser un ganador en el futuro, innovando para ampliar los horizontes del mercado.

El hecho de tomar la decisión de entrar a un mar limpio a un mar azul, nos da la determinación de revolucionar, por muy difícil que se pueda ver, es hacer cambios, realizar planes estratégicos y de Marketing, sin tomar en cuenta a la competencia. Es romper paradigmas. La idea es estudiar la a competencia para ignorarla o en línea directa para estar donde ella no este.

La estrategia del océano rojo lleva a las empresas a competir en mercados ya existentes donde se lleva un combate por ser la empresa que más sobresalga, logran competir entre sí a través de modificar los precios.

Innovar es lanzarse al Océano Azul:

Es un pilar fundamental en la toma de decisiones, en cuanto lanzarse a Océanos Azules. Es el desarrollo estratégico para la organización, mejorado sustancialmente. Innovar es estudiar el océano azul de tal forma que sea más fácil realizar una comparación directa con un océano rojo, donde las acciones de la competencia son solo un factor de comparación directa, variables como: demanda, valor, costo y estrategia terminan de completar los aspectos necesarios para establecer un océano azul.

Pero hay que tener en cuenta que no hay ninguna estrategia que no tenga riesgos, ninguna iniciativa en océanos rojo o en océanos azules está libre del riesgo propio de los negocios, sin embargo en los océanos rojos estos riesgos se hacen más densos en la medida que más empresas se mueven en ellos, en vía contraria entre tanto logremos identificar océanos verdaderamente azules el riesgo se hará más difuso sin eliminarse del todo hasta que se conviertan en océanos rojos porque las barreras de entrada sean factibles a los competidores.

Como se logra diferenciarse y estar en el Océano Azul:

Las empresas tienden a centrarse en los negocios de su propio sector y emplearse a fondo para ser los mejores. Sin embargo, para poder crear nuevos espacios de mercado, hay que analizar qué factores hacen que los consumidores elijan entre industrias alternativas e intentar ofrecerles algo totalmente nuevo. El objeto de expandir las posibilidades, es dejar de analizar las consecuencias, y más bien, definir las acciones a seguir.

Sin embargo, al igual que los océanos azules pueden crearse mediante el análisis de industrias totalmente diferentes a la propia, también es posible expandir las fronteras de un mercado definido estudiando los distintos segmentos estratégicos que forman parte del mismo.

Otra vía para obtener un océano azul es sustituir al grupo de personas al que se dirige la oferta de una empresa por otro. Pero si se modifican las estrategias convencionales de una industria, el mercado puede expandirse de forma muy determinada.

Por ello una vez examinados los itinerarios que pueden llevar hasta un océano azul, el siguiente paso habrá de ser cómo aplicar estas ideas a nuestra propia empresa para buscar una auténtica estrategia transformadora.

En la mayoría de las empresas, la planificación estratégica se basa en cómo competir en los mercados actuales (los océanos rojos): cómo incrementar la cuota de mercado, cómo reducir continuamente los costes, en la elaboración de cualquier plan estratégico, los gestores pasan gran parte de su tiempo haciendo números en lugar de salir al exterior y pensar en cómo alejarse cada vez más de la competencia. Además, esos planes rara vez tratan de una auténtica estrategia, sino que son puros movimientos tácticos que si los vemos por separado quizá tengan sentido, pero que tomados en conjunto no muestran una dirección clara ni innovadora.

Ninguna empresa quiere aventurarse a ir más allá de los océanos rojos para encontrarse nadando en charco de agua. Para poder alcanzar los objetivos, las empresas deberán corregir dos prácticas estratégicas convencionales: La que consiste en centrarse únicamente en resolver las necesidades de los clientes actuales y la que conduce a una segmentación excesiva de los mercados. Cuanto más intensa es la competencia entre las empresas, más fuerte es el intento de personalización de la oferta de productos y servicios.

Para maximizar el tamaño de los océanos azules, las empresas, en lugar de concentrarse en los clientes, tienen que dirigir su mirada hacia los no-clientes; y, en vez de extremar su atención a las diferencias entre los clientes, deben potenciar los elementos comunes que todos ellos valoran.

Es importante innovar para la creación de océanos azules, ya que se logra cuando se alinea la innovación, precio y costos.

Comparación de la estrategia del océano azul con la del océano rojo:

Océano rojo:

Competir en el espacio existente del mercado

Retar a la competencia

Explotar la demanda existente en el mercado

Elegir entre la disyuntiva del valor o el costo

Alinear todo el sistema en las actividades de una empresa con la decisión o del bajo costo

Océano Azul:

Crear un espacio sin competencia en el mercado

Hacer que la competencia se torne irrelevante

Crear y captar demanda nueva

Romper la disyuntiva del

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