PLANEACION ESTRATEGICA

La Planeación Estratégica

El mundo hoy en día no es lo mismo a lo que era hace 50 años. La vida de las personas ha cambiado, pero sobre todo el ritmo de vida es muy diferente. Todo es más rápido, todo tiene que ser terminado “para ayer” y todo tiene que ser perfecto. Las razones de este cambio no son tema de discusión en este ensayo, mas el enfoque que se debe tener para ser exitoso sí lo es.

“Sweat saves blood, blood saves lives, and brains save both”, Erwin Rommel. Las palabras de esta gran estratega no se limitan únicamente al campo de batalla; puede ser aplicada a la vida diaria. Puede ser que con arduo trabajo se logre salvar la situación y que esta situación a su vez salve la vida (o el estatus), pero con una buena planificación pueden ser salvadas ambas sin mayor problema.

La planeación estratégica consiste en la definición del plan de guerra para los siguientes eventos en la vida de una empresa. Hace 50 años esto no era necesario pues las urbes no eran habitadas por consumistas sino por seres humanos. La vida en el siglo XXI nos obliga a constantes cambios y estrategias para conquistar el campo de batalla de los negocios, Teniendo en cuenta que aunque existan muchos riesgos, estos hacen parte de la lucha diaria para alcanzar el éxito. Sin una clara visión del campo de batalla y una clara definición de la misión a llevar a cabo no se puede vencer. Es simplemente necesaria la planificación.

Ahora bien, ¿qué elementos son los que deben ser analizados previo al grito de guerra que llama al inicio del combate? Es importante, primero, declarar la visión. Esta constituye un punto en el futuro que desea ser alcanzado. Es la dirección en la que la empresa ha puesto su curso o bien aquello en lo que pretende convertirse.

Luego es vital también conocer la razón de ser. “Proteger a mi país, defenderlo a toda costa”,

Sería la misión de un soldado. ¿Cuál es, entonces, la misión de una empresa? ¿Cuál es su propósito?

Pelear contra un enemigo que se desconoce es una pelea en extremo difícil y muy probablemente se perderá. Es importante entonces conocer al enemigo y también el campo en el cuál se desarrollará la batalla. El análisis externo de una empresa es indispensable para la toma de decisiones. Es importante analizar aquellos factores que podrían convertirse en peligros o amenazas y también aquellos que podrían convertirse en oportunidades de avance. Analizar tendencias de mercado, empresas rivales, fuerzas económicas, sociales, gubernamentales y tecnológicas, etc.

Es acaso una buena idea pelear contra un enemigo cuando no se cuenta con las municiones suficientes? O tal vez no están disponibles las baterías de artillería para apoyar a la infantería. E incluso, podría ser que la moral esté demasiado baja. Es necesario un análisis interno de la empresa para determinar si se está listo para la guerra o no. Conocer las capacidades, fortalezas y debilidades del propio ejército no pueden ser desconocidas si se quiere salir victorioso. Estados financieros, recurso humano y material e incluso tecnológico son algunas de las áreas que deben ser tomadas en cuenta.

Para poder llegar a completar la razón de ser, el objetivo de la vida (la misión) es importante trazar un camino a seguir. No se puede desear conquistar Europa si no se traza un camino a seguir. Para poder dominar el continente es necesario dominar primero lo más cercano y luego avanzar tiar. Los objetivos generales de una empresa son precisamente el rumbo y trayectoria de una empresa. Luego de conocer con qué se cuenta, a qué se está enfrentando la empresa y la misión se puede empezar a trazar el camino a seguir para poder cumplir esta misión.

Para poder alcanzar estos objetivos es importante también el conocer las estrategias que se utilizarán. No es lo mismo tomar un bunker atacando directamente que tomando su flanco o bien llamar a un ataque de artillería. Tomar un tiempo para diseñar las estrategias para cumplir con los objetivos generales puede muy probablemente llegará a salvaguardar muchos recursos y materiales. Al principio no deben desecharse las estrategias que se propongan lo esencial sería dejar descargar toda nuestra dosis de creatividad aportando ideas que aunque suenen simples o complejas es un grano más para avanzar a un cambio, pero mediante análisis minucioso de los apartados anteriores se van eliminando poco a poco las estrategias que tal vez no sean las ideales para alcanzar los objetivos. Finalmente se escoge una de tantas.

El paso final de toda esta planeación es precisamente realizar el plan estratégico en concreto mediante documentos que estipulen diversos temas relacionados con la implementación de las estrategias previamente seleccionadas. Hay que decidir quién estará a cargo de qué área y qué recursos van a utilizarse y de qué manera serán distribuidos.

Personalmente creo que una buena planificación es clave lograr alcanzar objetivos muy grandes a largo plazo. En experiencia propia he notado que la falta de planificación o bien la falta de disciplina para apegarse a la planificación resulta en trabajos que toman más de lo que deberían o bien en trabajos incompletos o mal realizados. En ocasiones puede ser que las tareas sean retrasadas y poco a poco se va acumulando el trabajo. Aunque se divida en módulos una tarea, si uno no funciona, en su totalidad el proyecto será un fracaso.

Sin embargo, he de decir también que en muchas ocasiones he tenido que resolver proyectos en muy poco tiempo debido a la dejadez y que estos han tenido resultados exitosos. No puedo dejar de mencionar el hecho que no fueron resultados perfectos y que, si se hubiera realizado una buena planeación del proyecto, es posible que el resultado sí hubiera sido el perfecto. En efecto, la planeación es como esos viajes donde lo interesante no es el destino sino el recorrido, Es en el recorrido donde nos haremos preguntas, nos cuestionaremos Paradigmas, observaremos con atención el entorno, identificaremos con esfuerzo nuestras debilidades o limitaciones. De esta manera el destino (el plan estratégico o la estrategia) resultará menos importante que el recorrido, actuando con sagacidad para evaluar nuestra posición, con objetividad para detectar oportunidades y amenazas, con humildad para descubrir nuestras capacidades y limitaciones, con astucia y audacia para proponernos objetivos difíciles pero alcanzables. A la hora de ejecutar haremos también uso de la inteligencia, pero sobre todo de la Voluntad, dejando

...