Prueba de Liderazgo
Enviado por Alexandra Bravo • 29 de Junio de 2021 • Tareas • 3.335 Palabras (14 Páginas) • 129 Visitas
ESCUELA DE ADMINISTRACIÓN Y NEGOCIOS |
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Prueba 1 de liderazgo.
Nombres: Valeria Gutierrez, Alexandra Bravo, Christian Pastor, Javiera Perez y Scarlett Naquira.
Formado al líder
Cuatro personajes para el liderazgo
A continuación te presentamos una forma poco usual, pero muy productiva y sugerente, de pensar el liderazgo. Hemos tomado cuatro tipos de personajes clásicos de la tradición cultural de occidente, cada uno de ellos representa distintas habilidades del liderazgo. Pues bien te queremos invitar a leerlas con el espíritu de encontrar en ellas posibilidades y aprendizajes para tu liderazgo de equipo.
Por favor, esta no es una teoría del liderazgo y menos una prueba psicológico para saber en qué tipo de personaje calza tu personalidad. Por el contrario, es una forma simple para que en tu liderazgo diario puedas conectarte con el tipo de personaje que necesitas mostrar.
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El REY: La orientación y la justicia
El personaje del Rey representa la imagen de la justicia, de la recta proporción, del poder y la autoridad suprema. La sola presencia del Rey genera un aura de formalidad y solemnidad, sus palabras son poderosas pues resuelven conflictos, determinan acciones, dan reconocimientos y sanciones, encomiendan tareas.
En los cuadros medievales el Rey es la figura más alta de toda representación, nadie está por sobre él, todo se ordena en torno a él.
En términos de conversaciones el Rey vive, principalmente en el mundo de las declaraciones. Es decir, en aquellas conversaciones que en el acto de ser enunciadas con poder generan nuevas mundos y realidades: la investidura de un caballero, la condena de un culpable, la misericordia del perdón, el establecimiento de una nueva visión o la declaración de los valores fundamentales, pertenecen al ámbito del Rey.
Deleuze representa el mundo declarativo como el “ojo de la tormenta” pues miradas en si mismas no son nada, sin embargo, representan el centro desde el cual emergerá todo el poder de las acciones y el sentido. Rey esta ligado al poder de la palabra.
El Rey es portador de la soberanía, en su ser se conjugan la representación de la fuerza, de la justicia y de la ética. El Rey está al resguardo de la tradición y asimismo, es capaz de comprometer en sus compromisos a otros, los actos del Rey son los actos del Estado, de ahí su poder de representación.
En términos de actitud el Rey se liga a la disposición de la estabilidad y la permanencia y su elemento es la tierra. [pic 3]
En el espacio del liderazgo el Rey está vinculado a la enunciación de los propósitos crucialmente importantes de un equipo, la declaración y cuidado de los valores que constituirán su identidad pública y privada. El Rey en el liderazgo se presenta en el coraje de enunciar los problemas y desafíos a tiempo, de desafiar los resultados, de reconocer y retroalimentar, en definitiva, de fijar el rumbo.
En términos míticos el Rey está representado por el Dios Zeus, cargado de voluntad de poder, instinto de conquista, poseedor de la visión del futuro, la racionalidad implacable, administrador de la justicia, autosuficiente y disciplinado.
En su lado oscuro, cuando en nuestra vida o en nuestra cultura intentamos resolver toda relación humana o dificultad desde el espacio del poder aparece EL TIRANO.
El tirano lo representamos con un ejercicio excesivo del poder porque ha perdido su propósito de servicio, porque se ejerce de manera arbitraria, discriminatoria y abusiva.
Mientras el Rey infunde respeto, el tirano genera temor, mientras el Rey genera adhesión el tirano obediencia, donde el rey produce estabilidad el tirano inseguridad, allí donde el Rey genera sentido para la acción el tirano simplemente impone servidumbre.
El alma del tirano vive en la obsesión por el control y la desconfianza, su relación con el mundo es arrogante y despreciativa, teme a la traición.
El Tirano el mundo lo divide en adeptos y opositores, todo acción se mide en cálculos de poder y conveniencia. La diferencia de opinión es vivida como ofensa o complot.
Así como el exceso de Rey genera en nosotros relaciones de abuso con los demás, cuando nos falta Rey nos convertimos literalmente en siervos de la gleba.
Cuando somos tomados por la fuerza del siervo, aparece en nosotros un ser débil, incapaz de resolver conflictos, de ordenar, de decidir, de reprender con sentido o de reconocer con prestancia.
Las palabras del siervo son solo eso, palabras impotentes para generar mundos, movimiento, alinear o resolver. Finalmente sus declaraciones se constituyen desde la queja, la resignación o la expectativa irrealizable.
El mundo desde el siervo es simplemente los acontecimientos que vendrán, no el que será creado por el poder de una visión.
La ausencia de Rey genera un mundo sin propósitos que nos inspiren, sin tensión creativa para los equipos, sin consecuencias positivas o negativas de nuestros actos.
La fuerza del siervo, transforma todo espacio sagrado, real, formal o solemne en un contexto vulgar, rancio, gris, monótono y lineal.
Ejercicio: Simplemente anota dos aprendizaje o reflexiones para tu liderazgo que te deja la figura del Rey. |
Ejemplo: Me falta dar reconocimiento a mi equipo con mayor formalidad.
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Respuesta:
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