Resumen libro Justo A Tiempo

Justo A Tiempo

La fabricación Justo A Tiempo ha trascendido de pasar de “una técnica japonesa de producción” a un método para producir el mínimo número de unidades en las menores cantidades posibles y en el último momento posible, eliminando la necesidad de inventarios y de todo lo que implique desperdicio en el proceso de producción, desde las compras hasta la distribución.

La mayoría de empresas conocen muy bien la filosofía JAT y las teorías que le sirven de base, sin embargo, no saben cómo ponerla en práctica en cada empresa, ya que piensan que es un sistema o truco para reducir inventarios, para pasarles la responsabilidad a los proveedores, o simplemente una manera fácil de contrarrestar la fabricación ineficiente y de esta manera no tener que depender del mercadeo  de la publicidad como únicos medios para hacer sobresalir los productos.

La eliminación de desperdicio es un factor importante en la filosofía JAT en la que participan tres componentes básicos, donde el componente que más prevalece es el personal, desde el personal de la fábrica hasta los altos directivos, el segundo componente es imponer equilibrio, sincronización y flujo en el proceso fabril, el ultimo y no menos importante es “hacerlo bien la primera vez”.

Hay que tener en cuenta los siete elementos de la filosofía JAT para poder desarrollarlo en cualquier empresa y se demuestra en la figura 1.1., de los cuales seis de ellos son internos y uno es externo. El primer elemento como base es la misma filosofía JAT propia, el segundo es la calidad en la fuente, los tres elementos siguientes están relacionados con la ingeniería de producción, la carga fabril uniforme, las operaciones coincidentes y el tiempo mínimo de aislamiento de máquinas. El sexto elemento interno es un sistema de control conocido como sistema de halar, Kanban u operaciones eslabonadas.

El elemento externo son las compras JAT.

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La creación de un JAT occidental nace a partir de 14 elementos de la productividad japonesa, los cuales se modifican a 7 elementos centrados en el JAT, para conceptualizarlo como 3 elementos básicos, el flujo, la intervención de los empleados y la calidad. La calidad constituye el segundo componente básico necesario para el JAT. La carga fabril uniforme, el tiempo de aislamiento reducido, las operaciones coincidentes, el sistema de halar y las compras JAT se clasificaron dentro de un mismo grupo llamado flujo. La intervención de los empleados contituye el tercer componente básico necesario para el JAT, creando una cultura de trabajo en equipo.

El valor agregado es todo aquello que es distinto de los recursos mínimos absolutos de materiales, máquinas y mano de obra necesarios para agregar valor al producto. Las únicas actividades que agregan valor son las que producen una transformación física del producto. Este valor se debe analizar para saber qué beneficios tendrá la empresa a partir de la fabricación y la mejor manera de realizarlo es eligiendo un producto y haciéndole seguimiento a lo largo de todo el proceso fabril, anotando cada actividad que se realiza con el producto.

En una línea de ensamble es preciso eliminar las existencias pues constituyen el principal obstáculo para el flujo ágil. Si se aplica la filosofía, los conceptos y las técnicas JAT, cualquier empresa podría alcanzar la perfección en algunas partes de su proceso fabril.

La filosofía JAT dice que la línea de ensamble es la manera más eficaz de producir cosas y los procesos que rigen a esta se deben aplicar a todo el proceso de producción y operaciones de una manera equilibrada y sincronizada.

La filosofía JAT dice que se requiere equilibrio para que haya flujo y que, por tanto, el equilibrio es de importancia primordial, incluso más que el factor rapidez. La carga fabril uniforme es de vital importancia para llegar al equilibrio en el proceso, y se define como el ritmo de producción y la frecuencia de esta misma en un tiempo de ciclo, siendo este, un concepto que dice que la producción no debe ser equivalente a la capacidad para producir, sino que debe adaptarse a lo que se necesita. Este ciclo de tiempo se pone en marcha comenzando con la última operación, el objetivo de este es mantener un flujo sostenido, produciendo solamente al ritmo necesario para alimentar el siguiente paso del proceso.

Se mantiene un flujo sostenido midiendo las necesidades que existen en cada proceso según una programación maestra, a esta manera de medición se le llama “análisis yoyo”, para luego determinar el ritmo de producción. A medida que se emplee este método se debe estar trabajando en una mejora continua de los procesos en la que la empresa asume la actitud de mejorarlo todo constantemente gracias a la participación del personal y a la creación de grupos de empleados en los diversos niveles de la organización.

Los beneficios de nivelar la carga son las mejoras en la curva de aprendizaje, mayor flexibilidad para combinar productos, reducción del inventario, tiempos de producción más cortos y mejoramientos de la calidad.

El JAT aporta retroinformación inmediata, una operación más lenta y una interrupción del proceso a un ambiente de calidad total/JAT. Estos elementos reducen el índice de defectos y el costo de la calidad, y generan un ambiente más propicio para la solución permanente de problemas.

El mantenimiento es un elemento clave para asegurar que el proceso se dé de la mejor forma posible de acuerdo al buen funcionamiento de los equipos. El JAT obliga a la empresa a hacer mantenimiento productivo total (MPT), a fin de imponer un ambiente previsible en lo relacionado con la maquinaria.

La mejor manera para que se lleve a cabo el buen funcionamiento de los procesos por parte de las maquinas es realizándoles un seguimiento de su operatividad con el mantenimiento correctivo, preventivo, contra averías y predictivo, llevando registros sobre los problemas, averías y costos de cada máquina.

La implementación del JAT en una empresa se recomienda que sea de una forma específica y estructurada, en tres fases y seis pasos; este proceso comienza al llegar a una decisión sobre por qué se adopta el JAT, la cual se le llama fase de preparación. Luego viene la fase de organización, en la cual se define la estructuración y la administración de la implantación. Por último, el proceso sirve de guía para la implantación paso por paso mediante la realización de proyectos experimentales; luego, para la implantación proyecto por proyecto, para la educación.

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