Sistema Interamericano

SISTEMA INTERAMERICANO

El sistema interamericano surgió en el seno de una organización intergubernamental regional, la Organización de Estados Americanos (OEA). El establecimiento de un mecanismo de protección de los derechos humanos comenzó lentamente en los años cincuenta.

La Comisión ejerce una doble función: por una parte, es un órgano estatutario de la OEA para la promoción y defensa de los derechos humanos, en particular aquellos enunciados en la Declaración y, por otra parte, es un órgano permanente de control de la aplicación de la Convención, siempre que el Estado concerniente lo haya ratificado.

El resultado son dos sistemas paralelos o más bien acumulativos, de poderes de vigilancia.

La Comisión está habilitada para recibir denuncias de particulares en ambas circunstancias.

Su competencia, que puede ser consultiva o contenciosa, se extiende únicamente a los derechos garantizados por ella o los derechos que han sido ratificados por otros instrumentos del sistema, en la medida donde éstos últimos la prevean. Para que la Corte pueda juzgar los casos individuales, no es suficiente que el país en cuestión lo haya ratificado la Convención. Es necesario además, que haya aceptado expresamente la competencia de la Corte.

La Comisión debe poner sus buenos oficios a disposición de las partes para que intenten llegar a un acuerdo de manera amistosa. Es normalmente después de la decisión de la admisibilidad que propondrá sus servicios. Si las negociaciones fracasan, comienza la fase del examen de los méritos del caso.

ANTECEDENTES DEL PANAMERICANISMO

Los antecedentes del panamericanismo se remontan a las figuras de Jefferson, Monroe y Clay, en ellos se mostraban ya las primeros vestigios de la política de los Estados Unidos hacia América Latina, aunque esta fue definida por primera vez en el mensaje al Congreso del Presidente James Monroe, el 2 de diciembre de 1823.

Este documento no surgió casualmente, sino que fue motivado aparentemente por la amenaza de que las potencias de la Santa Alianza apoyaran a España para que reconquistara sus antiguas colonias de América ya independizadas y por el intento de la Rusia zarista de extender sus derechos con carácter monopolista hasta el paralelo 31 más allá de los límitesde Alaska, entonces su colonia.

Estos no fueron más que pretextos para fijar ante las potencias europeas y principalmente frente a Gran Bretaña, la política estadounidense hacia América Latina, y afirmar así también la industrial del norte, vislumbraba a la América Latina como un vasto mercado y una fuente proveedoras de materias primas.

Se puede decir que el nacimiento del panamericanismo de manera explícita ocurrió al iniciarse la última década del siglo XIX, con la Primera Conferencia Panamericana de Washington,(1889-1890).

El nacimiento del panamericanismo obedeció a la necesidad de asegurarse el resto del continente como campo de especulación y de explotación privada para el capital norteamericano.

Su verdadero padre fue James G. Blaine, quien produjo su maniobra en el momento en que los EE.UU. ya se sentían lo suficientemente poderosos para reclamar la exclusividad en el usufructo de Latinoamérica, para convertir en hecho el verdadero espíritu de la Doctrina Monroe.

En cuanto a su contenido, se trata de una política nacional de Estados Unidos, pues a pesar de que en 1823 ya estaban constituidos los estados independientes de México, Chile, Argentina, Paraguay, Brasil, el gobierno de Monroe no consultó a ninguno sobre los pronunciamientos que los afectaban en el mensaje presidencial, fue producto de una acción unilateral de los EE.UU. Tampoco aspiraba a poner fin a las colonias en América Latina, y ratificaba la política de aislamiento de Europa, cuya causa principal era la debilidad de que adolecía EE.UU. todavía en esa época.

En resumen, la Doctrina Monroe fue una política al servicio del expansionismo norteamericano, formulada para que sirviera como instrumento, por acción u omisión a la política norteamericana de dominación y explotación en América Latina.

EVOLUCIÓN DEL PANAMERICANISMO

Este movimiento, según algunos tratadistas de los siglos pasados, la divide en tres etapas bien marcadas:

LA PRIMERA: se caracterizó por su aspecto eminentemente teórico, sin resultados prácticos de ninguna orden, con la invitación que expidió el Libertador Simón Bolívar, el 7 de diciembre de 1824. La víspera de la Gran Batalla de Ayacucho, a los gobiernos de la América española, para formar una confederación” y alcanzar un sistema de garantías que, en la guerra y la paz sea un baluarte para la bienandanza de los Estados de América.

LA SEGUNDA: se inicia con la Conferencia Panamericana celebrada en 1889 en Washington. De las pláticas surgió una oficina, que posteriormente se convirtió en la UNIÓN PANAMERICANA, la conferencia de La Habana de 1928, arrojó la suscripción de documentos importantes:

• La Convención sobre Agentes Diplomáticos

• La Convención sobre Agentes Consulares,

• La de Tratado,

• Asilo Diplomático,

• La de Derechos y Deberes de los Estados en caso de Luchas Civiles,

• Un Código de Derecho Internacional Privado (llamado Código de Bustamante)

• Una Convención sobre Aviación Comercial.

LA TERCERA: constituye un auténtico movimiento regional que nace con la visión del entonces presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Sr. Franklin D. Roosevelt, quien propuso orientar los esfuerzos de los países de América hacia objetivos comunes y corrientes para todos.

La séptima conferencia celebrada en Montevideo en 1933 se abandonó en cierta manera, el panamericanismo y marcó un nuevo viraje, con la Declaración de Derechos y Deberes de los Estados.

El Presidente Roosevelt valoró en todas sus dimensiones la importancia de una Organización Internacional para dirimir las controversias por la vía pacífica, para alcanzar fines comunes, cooperación y para ello impulsó reuniones con representantes de los Estados de este hemisferio.

La novena conferencia celebrada en Bogotá,

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