Personalidad y procesos de identificación

Universidad de San Buenaventura Cali.[pic 1]

Reseña: La Personalidad (Vicente palomera)

Programa: Psicología Nocturno.

Materia: Personalidad y procesos de identificación

Docente: Rodrigo Solís

Presentado por: Stephany Otalvaro, cód: 1120063  y Constanza Ortiz

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Vicente Palomera Laforga

        Psicólogo clínico por la Universidad de Barcelona. Obtuvo el grado de Doctor en el Deparement de Psychnalyse de la Universidad de Paris VIII. Docente de la sección Clínica de Barcelona desde su fundación. Es miembro de la escuela Lacanniana de Psicoanálisis (ELP) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Ha sido presidente de la ELP (2002-2004) y de la federación Europea de escuelas de Psicoanálisis (2007-2010). Docente de varias ciudades españolas y europeas (Paris, Roma, Londres, Bruselas, Dublín), en Usa (New York, Miami), Argentina (Buenos aires, Córdoba), Israel, Australia (Melbourne). Autor de varios libros y Artículos diversos en revistas especializadas nacionales e internacionales. Dirige la colección de libros de psicoanálisis de la ELP en la editorial Gredos.  

LA PERSONALIDAD

        Popularmente la personalidad se entiende como la el conjunto de actitudes y estilo de comportamiento de una persona, o sea todo aquel conjunto de características psicológicas que caracterizan a una persona y permiten distinguirla de todas las demás.  Si bien la está noción popular corresponde en gran parte a la verdad, en realidad se trata de concepto bastante complejo que la psicología se ha encargado de abordar desde diversos puntos de vista.

Muchos autores han intentado definirla, y es a partir de esto que se han categorizado, incluso, los tipos de definición de la personalidad.

El autor Vicente Palomera, en su libro la Personalidad el retorno de una ilusión, nos  quiere dar a conocer cómo la psicología quiere dar cuenta de los diferentes tipos de personalidad, y cmo estos son tan diversos que no se les puede encajar en una sola categoría, también indica, que la noción de personalidad se ve obligada a una oscilación que va de lo “uno” a lo “otro”, y que ese “otro” es la “unidad del yo” el cual oculta el ser del hombre su naturaleza la esencia de ser él mismo.

De igual manera, en este texto Lacan (1983) nos dice que siempre necesitamos del otro para reconocernos a nosotros mismos y nos da un ejemplo. Al decir soy un hombre, quiere decir que soy semejante a aquel y necesito de esa figura para reconocerme como hombre “yo es otro”, por  lo tanto dice que siempre razonamos en relación a otro, en la cual se crea una lógica intersubjetiva que incluye en uno mismo al otro y a una tercera persona, que en este caso representaría al cuerpo social, que objetiva la relación mencionada previamente.

De todo lo anteriormente dicho se parte de la palabra totemismo,aspecto del cual habla Lévi – Strauss (1971) y nos dice que el totemismo fue unos de los primeros fenómenos que ocuparon los antropólogos.  Las sociedades arcaicas asocian sus clanes con fenómenos naturales tales como animales, plantas, etc.  Explicaban que un clan había descendido del animal o la planta y por este motivo muchas veces prohibían comer o matar seres vinculados al clan, para Levi – Strauss el fenómeno del totemismo es una ilusión, una proyección fuera de nuestro universo  ya que se trata de actitudes mentales que son incomparables con el hombre y su naturaleza.

Levi – Strauss hace una comparación entre el totemismo y la histeria, argumentando que ambas son modos de proteger el pensamiento occidental del contacto con otros modos de articular la realidad, y nos da un ejemplo el cual habla de que Ralph Linton perteneció a la 42ª División o “división arcoíris”, le llamaban de esa manera, porque habían exhuberantes  estados y sus colores eran variados.  Esta definición paso a ser popular, teniendo tal magnitud que los soldados cuando se les preguntaba a qué división pertenecían decían que a la división arcoíris, cuando salía el arcoíris era un buen presagio para la división tanto así que aunque hubieran condiciones de mal estado del clima afirmaban que cuando la división salía en acción saldría el arcoíris.  

De este modo, vemos cómo las creencias forman un totemismo, también nos asevera que no existe un enigma entre el totemismo y la personalidad ya que son simplemente ejemplos particulares de organizar la experiencia humana en forma general, los hombres que pertenecen a una misma raza son comparados con flores que brotan y se marchitan dado que son especímenes de una variedad, y pueden ser fácilmente comparables con una especie vegetal o animal, solo que existe una diferencia y es que a los hombres les afecta la vida social y esto ínsita a cada individuo a desarrollar una personalidad, y que Levi – Strauss llama “mono Individual”.        

Por otro lado el texto habla de la personalidad desde el psicoanálisis, Freud enunciaba que el psicoanálisis no tiene una función sintética, ni es un solo punto de vista.  Freud asigna al psicoanálisis una función disolvente con respecto al conocimiento y al saber por los efectos del descubrimiento del inconsciente.

¿Podría pues el Psicoanálisis fundar una teoría de la personalidad?

El texto señala que siempre vivimos atribuyéndole características a las personas, sin embargo nos dice que no podemos entender el objeto de la teoría psicoanalítica si antes no criticamos estos juicios de atribución, por ejemplo:

“Tú eres alto”, Tú eres celoso”, ambas son afirmaciones y tienen dos atribuciones, una de las atribuciones es la palabra “Tú” con esta palabra estamos atribuyéndole una posición personal,  la segunda atribución es  la palabra “alto” o  “Celoso” le atribuimos una cualidad ya sea física o moral.

Por otro lado Lacan afirma que el “inconsciente es preontológico” es decir que el Psicoanálisis se ocupa de las primeras atribuciones que hacemos puesto que las demás están condicionadas a la primera. Tambien nos menciona que en la vida cotidiana esa primera   atribución la de la personalidad está dada por sentada, es decir, vemos como la misma -la personal y la física-.

Teniendo en cuenta todo esto Vicente Palomera (1985) nos afirma que debemos tener una ficción primaria que van desde los comportamientos morales, religiosos, jurídicos etc., no es posible dar cuenta de la personalidad sin tener en cuenta el alma, la sombra que con conceptuados de diferentes culturas como componentes de las persona.  Se pregunta entonces ¿Cómo definir la personalidad? Y nos menciona que la personalidad abarca el lenguaje como primera medida, nos da un ejemplo claro y es que la personalidad es un predicado que se define por tres posiciones: la primera es la del locutor que somos nosotros, el auditor que es la otra persona y la neutra que es sobre lo que se habla.  Argumenta que la neutra es indispensable para que exista un sistema.

Es decir la persona está inmersa en un sistema articulado por el lenguaje que está constituido por un sistema simbólico, un ejemplo respectivo es el nombre de las personas, cuya función es más normativa que descriptiva.

Lévy-Bruhl describe al hombre primitivo como un ser que no se concibe fuera de su grupo como un ser individual, no son espirituales, afirmando que el alma no es una sustancia distinta del cuerpo.  El hombre primitivo tiene una concepción de la personalidad opuesta a la de nosotros considerando que para ellos la personalidad no es una naturaleza unitaria ni autónoma de la realidad de un individuo.

 Por otro lado Marcel Mauss (1971), dice que “la personalidad, el alma, vienen junto con el nombre, de la sociedad” es decir que la sociedad impone características morales a cada individuo le “dice” cómo comportarse y qué debe hacer frente a la sociedad en la que vive, cómo debemos mostrar ese papel que nos impuso la sociedad frente a la vida familiar, religiosa etc., esto es como si tuviéramos una máscara la cual nos pone frente a una vida social.

En otro ámbito nos habla de el “doble” que en pocas palabras hace referencia al alma, el alma es un juego de símbolos donde en efecto, por citar un ejemplo en el cristianismo “tener un alma” nos hace participes en los sacramentos, el alma es algo que permanece constante cuando se pasa de la vida a la muerte, al igual que para la etnología las sociedades africanas poseen no solo un alma si no también varías entidades psíquicas que no son ni más ni menos que ritos a través de los cuales articulan relaciones entre vivos y muertos, a esto Lacan los llama: lo real, lo simbólico y lo imaginario.

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