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ANSIEDAD Y DEPRESIÓN

Cristian Manuel CalderónEnsayo29 de Mayo de 2019

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3.2 ANSIEDAD

El concepto de ansiedad no existe como tal de una forma consensuada, sin embargo, en la literatura nos encontramos con diversas aproximaciones al mismo que incluyen una percepción de peligro o amenaza inminente, lo cual nos lleva a reaccionar de manera que nuestro cuerpo se dispone a hacerle frente a dicha amenaza. Puede que pensemos que nuestra seguridad física está en peligro, o que nuestro éxito en el trabajo se ve amenazado, o puede ser que nuestro nivel de estima personal se encuentra debilitado, o que estemos preocupados por lo que pueda acontecerle a una persona amada. (Amaro, 2008). Cual sea el nombre, conocido o no, de la amenaza, la ansiedad es la respuesta normal ante ella.

Para Reyes-Ticas (2010) la ansiedad es una experiencia emocional con la cual todos estamos familiarizados, pero no por eso fácil de definir. La ansiedad es un fenómeno normal que lleva al conocimiento del propio ser, que moviliza las operaciones defensivas del organismo, es base para el aprendizaje, estimula el desarrollo de la personalidad, motiva el logro de metas y contribuye a mantener un elevado nivel de trabajo y conducta. En exceso, la ansiedad es nociva, maladaptativa, compromete la eficacia y conduce a las enfermedades.

La ansiedad en sí misma no es un trastorno, ya que es una reacción emocional normal que nos prepara ante el peligro o la amenaza para poder defendernos o huir.

Sandín y Chorot  (como se citó en Piqueras et al., 2008)  definen la ansiedad como “una respuesta del organismo que se desencadena ante una situación de amenaza o peligro físico o psíquico, cuyo objeto es dotar al organismo de energía para anular o contrarrestar el peligro mediante una respuesta (conducta de huida o de agresión)” (p. 49).

Para Virgen, Lara, Morales y Villaseñor, (2005) la ansiedad es  un sentimiento desagradable de temor, que se percibe como una señal de alerta que advierte de un peligro amenazante, por lo que el organismo se prepara para enfrentar dicho peligro.

El individuo con ansiedad  es víctima de un sentimiento de miedo y aprensión difuso, vago y muy desagradable, por lo que el individuo se muestra incómodo ante el estímulo ansioso.  (Sarason & Sarason, 2006) 

Dado que la percepción de amenaza es una experiencia común, debemos suponer que la ansiedad también lo es. Para Serrano-Fuentes et al. (2013) el estado emocional de la ansiedad está presente en todas las culturas, de ahí quizá su raíz biológica. Es cuando dicha reacción se vuelve exagerada, permanente y afecta de manera diversa al individuo que la ansiedad pasa a considerarse trastorno.

De acuerdo con el Manual Diagnostico Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V, 2014) los trastornos de Ansiedad son “los que comparten características de miedo y ansiedad excesivos, así como alteraciones conductuales asociadas” (p.189).  El miedo es una respuesta emocional a una amenaza inminente, real o imaginaria, mientras que la Ansiedad es una respuesta anticipatoria a una amenaza futura. 

Kaplan (2009) asegura  que es normal que  los individuos experimentan ansiedad en alguna etapa de su vida, y que presentan múltiples características y que pueden variar de un individuo a otro, pero por lo general la de ansiedad se caracterizan por una sensación de aprensión difusa, desagradable y vaga, que se manifiesta por la incapacidad de estar sentado o de pie durante un tiempo, y a menudo se acompaña de síntomas vegetativos como cefalea, diaforesis, taquicardia, opresión torácica, malestar epigástrico e inquietud.

La manifestación de la ansiedad no se limita al ámbito fisiológico, sino que también actúa sobre el cognitivo, como en pensamientos consistentes en posibles daños y amenazas futuras (Calvete, 2005), y el conductual (acciones como la evitación, la huida, el escape) (Consuegra, 2010). 

La distinción entre ansiedad como rasgo y como estado es de suma importancia.  Como rasgo, la ansiedad es tomada como una característica individual relativamente estable (aunque puede variar con el tiempo y fluctuar en intensidad) mientras que el estado ansioso es una expresión transitoria en respuesta a diferentes situaciones, es la tendencia que tienen ciertos sujetos a percibirlas como amenazadoras o estresantes. Se entiende que existen diferencias entre las personas en su disposición o vulnerabilidad para responder a estas situaciones con diferentes elevaciones de ansiedad estado. (Marqueta, Jiménez-Muro, Beamonte, Gargallo y Nerín, 2010, Citado por Cazalla  y Molero, 2014)

3.3 CAUSAS DE LA ANSIEDAD

Es ampliamente reconocido en la actualidad que el origen de la ansiedad se debe a la interacción o combinación de diversos factores, y no es uno u otro de modo independiente que puede explicar la etiología de la enfermedad.  Reyes-Ticas, (2010) enumera las siguientes como los principales factores predisponentes de los trastornos de ansiedad:

  • Factores genéticos: Muchos de los trastornos tienen su origen en anormalidades neuroquímicas influenciadas genéticamente (de manera contundente el trastorno por pánico, trastorno obsesivo compulsivo y fobia social y menos para el trastorno de ansiedad generalizada); aunque se acepta también que lo que se hereda es una vulnerabilidad (diátesis) para desarrollar un trastorno de ansiedad en general; no se hereda un trastorno específico en sí mismo. (Skre, Onstad, Torgersen, Lygre, y Kringlen, 1993). 
  • Factores psicosociales: como los problemas de relaciones interpersonales, académicas y laborales, amenazas de pérdidas, necesidades sociales y económicas apremiantes, cambios en el sistema de vida, etc. se asocian en la producción de los trastornos de adaptación de tipo ansioso y de la ansiedad generalizada.

(Reyes-Ticas, 2010)   En cuanto a la familia, se ha encontrado que el tamaño de ésta (Montalbán, 1998), procesos como separación, divorcio o ruptura conyugal, (Seijo, Novo, Carracedo y Fariña, 2010), alta cohesión, baja adaptabilidad (López, Barrera, Cortés y Guines, 2011), y otros, se relacionan con la presencia de trastornos de ansiedad.

  • Factores traumáticos: eventos como accidentes graves, desastres, asaltos, violaciones, torturas, secuestros, etc. pueden ser traumáticos ya que están fuera de la experiencia humana normal, y suelen provocar serios daños biológicos cerebrales que se asocian a síntomas graves de ansiedad, como es el caso del estrés agudo y del trastorno de estrés postraumático. (Reyes-Ticas, 2010)
  • Factores cognitivos y conductuales: Se considera que patrones cognitivos distorsionados (sistema de pensamientos negativos) preceden a conductas desadaptadas y trastornos emocionales. La ansiedad se presenta por una sobrevaloración amenazante de los estímulos y una infravaloración de sus potenciales personales. (Reyes-Ticas, 2010)   
  • Aprendizaje: También por estímulos externos se pueden aprender o imitar respuestas o conductas ansiosas de los demás, especialmente de personas cercanas como la familia, y por mecanismos de condicionamiento y generalización se aprenden a interpretar ciertas sensaciones internas de forma que mantengan a lo largo del tiempo la sensación de ansiedad.   (Wolpe, 1958) 

3.4 CARACTERÍSTICAS ASOCIADAS QUE APOYAN EL DIAGNÓSTICO

De acuerdo con el DSM-V (2014) las características que apoyan el diagnostico de ansiedad son las que están asociados a

La tensión muscular, pueden aparecer temblores, contracciones nerviosas, inestabilidad y molestias musculares o dolor. Muchas personas también pueden experimentar síntomas somáticos como ser: sudoración, náuseas y diarrea y una respuesta de sobresalto exagerada, además síntomas de hiperactividad vegetativa como el ritmo cardiaco acelerado, dificultad para respirar y mareos (p.222).

3.5 DESARROLLO Y CURSO DE LA ANSIEDAD

De acuerdo al DSM-V, (DSM V, 2014) para el trastorno de ansiedad generalizada:

  • Muchas personas expresan que han sentido ansiedad y nerviosismo durante toda su vida
  • La edad media de inicio de los síntomas del este trastorno es de 30 años, aunque la edad de inicio se extiende a lo largo de un amplio rango.
  • Los síntomas de preocupación y ansiedad excesiva pueden aparecer en edades tempranas de la vida, pero entonces se manifiestan como un temperamento ansioso.
  • Los adultos más jóvenes presentan síntomas más graves que los adultos mayores.
  • Los síntomas tienden a ser crónicos y oscilantes durante toda la vida, y la principal diferencia entre los grupos de edad está en el contenido de la preocupación, de modo que un joven en edad universitaria podría presentar preocupación por su rendimiento y competitividad.

3.7 RIESGO DE SUICIDIO DE LA ANSIEDAD

La ansiedad representa uno de los principales factores de riesgo de suicidio en adultos (Massion, Warshaw y Keller, 1993; Forster, 2002), frecuentemente traslapada con otros trastornos mentales como los trastornos por consumo de sustancias, de la conducta, psicóticos, trastornos del neurodesarrollo y neurocognoscitivos (DSM V, 2014). Sin embargo, entre adolescentes, los resultados son mixtos  (Taylor y Stansfield, 1984; Kosky, Silburn, y Zubrick, 1986; Bettes y Walker, 1986). Se ha encontrado también que la ansiedad como rasgo (inserta en la personalidad del individuo)  es relativamente independiente de la depresión como factor de riesgo en la conducta suicida, a diferencia de la ansiedad como estado (trastorno que aparece en un determinado tiempo en la vida del individuo) (Ohring et al., 1996)

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