Acompañamiento Adulto Mayor

ACOMPAÑAMIENTO TERPAEUTICO DEL ADULTO MAYOR

A)

1. AMISTAD

2. VINCULO

3. CONFIANZA

4. AMOR

5. POSIBILIDAD

6. PAREJA

7. PAUTAS

8. BRINDAR

9. ESPERANZA

En la práctica del acompañamiento terapéutico principales es el VÍNCULO que generamos con el paciente, entendiendo que no es una relación de AMISTAD (cuestión que se dejó en claro al sustituir el nombre de “amigo calificado” por el de acompañantes terapéuticos). Esto nos dará la POSIBILIDAD de crear un ambiente de trabajo donde la CONFIANZA sea la clave para poder BRINDAR al acompañado y a su familia las PAUTAS que se encontrarán establecidas en el encuadre (la otra herramienta de trabajo por excelencia), y que las mismas o las intenciones con las que se dan no sean mal interpretadas. Nuestra labor muchas veces se ve abrumada por los ESPERANZAS tanto de la familia o la PAREJA (fundadas en el AMOR que se tienen) como por el equipo interdisciplinario que depositan en nosotros expectativas de resultados favorables inmediatos.

B)

La Organización Mundial de la Salud define la salud no solo como la ausencia de enfermedades, sino como un estado de completo bienestar físico mental y social. Está definición contempla en su totalidad los aspectos que conforman la persona humana (biológico, psicológico y social) por lo que se puede decir que se tiene en cuenta con este concepto la calidad de vida de las personas, no solo desde la manifestación sintomática. Así es como actualmente podemos decir que la salud no es algo que se tiene sino de lo que se goza; es el camino para lograr que los tres aspectos se equilibren y permitan el desarrollo productivo de la vida individual, social, laboral, etc.

El derecho tiene dos acepciones, como derecho subjetivo que es el conjunto de normas que rigen la vida en sociedad dictadas público y como derecho subjetivo, que es una prorrogativa o privilegio atribuid en su interés a un individuo que le permite gozar de algo o de un valor, o exigir de otro una prestación.

Por supuesto la vida de toda persona es el primero y más elemental de todos los derechos humanos reconocidos a nivel mundial, por eso la salud es un bien jurídico que merece protección y respeto (cosa que se alcanza si las personas reciben educación necesaria para poder defender sus derechos y tienen la posibilidad de una vida digna).

A la salud como un derecho se la puede explicar desde cuatro puntos, la disponibilidad donde el Estado debe asegurar mediante políticas públicas que será capaz de planificar programas de promoción de la salud pública y la prevención de enfermedades, así como también de tener el número adecuado y suficiente de bienes y servicios sociales y centros públicos donde se le garantice a todos la accesibilidad (tanto física y económica como también a la información adecuada) a los mismos, en especial en los sectores más vulnerables niños adultos mayores personas con discapacidad. Esto solo será posible si se eliminan los prejuicios, se anula la discriminación y se respetan las diversas ideologías (aceptabilidad).

Estos establecimientos deben ser apropiados, contar con recursos humanos y materiales especializados, en buen estado junto con los servicios básicos (luz, agua, gas, etcétera.) para las óptimas condiciones sanitarias (calidad).

La vulnerabilidad es el riesgo que una persona sistema u objeto puede sufrir frente a peligros inminentes así sean de catástrofes naturales, desigualdades económicas, sociales o culturales. Etimológicamente indica una mayor probabilidad de ser herido.

En el último periodo de la historia los adultos mayores es el grupo etario que podemos considerar como más vulnerable junto con los niños. El envejecimiento es un proceso largo que comienza cuando nacemos y finaliza con la muerte, desde el punto de vista individual, es ineludible, todos envejecemos. La edad cronológica es una variable importante, pero no única, ya que no todas las personas cambian físicamente al mismo tiempo sino que, la historia de vida, su salud, educación, trabajo, nutrición, relaciones familiares, vínculos, posición o status social, etc., las diferencian en la vejez.

Por lo tanto podemos, debemos mejor dicho, distinguir la definición cronológica de la vejez (la edad en años) y la construcción social que se realiza de ellos.

La

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