Autorreporte teoría cognitiva piaget y racionalidad moral de kolbert (aprendizaje humano)

Autorreporte:  

Nombre: Diego Bustos

 Etapa preoperacional/ Nivel preconvencional:

Uno de mis primeros recuerdos es el de cuando cumplí 3 años.

Debió haber sido un domingo por que mis padres estaban en casa.

Me acababan de vestir y peinar, algo importante iba a suceder por que no siempre me peinaban (no recuerdo que me hayan avisado de que me iban a celebrar mi cumpleaños, yo no sabía lo que era un cumpleaños no lo entendía, es decir aun no creaba ese esquema cognitivo). Bajaba las escaleras de la mano de mi madre y ya me sentía un poco nervioso, hasta que llegamos a la entrada del living, nos detuvimos y mi madre abrió la puerta; Sorpresa!!..

La angustia comenzó a saludar en mi pecho, sorpresa, terror, estaba demasiado impresionado me sentí invadido, era demasiada gente dentro de mi casa niños, primos, familia globos, colores, serpentinas y ruido. No podía asimilar tantos estímulos en tan poco tiempo quise salir corriendo, pero no había espacio solo lloraba y gritaba que no quería nada y que todo el mundo se tenía que ir cuanto antes, las palabras exactas que dije y repetí durante toda esa tarde fueron en realidad: “no quiero nada de nada, váyanse todos”, nunca las olvidé, apenas estaba aprendiendo a expresarme con los códigos del lenguaje y a elaborar frases. Mi egocentrismo propio de un niño de 3 años recién cumplidos no me permitía actuar con la empatía y hospitalidad de un buen anfitrión ya que era yo la única persona que me importaba más que mis invitados frente a este episodio de fobia social, es por esto que decidí pedir a gritos que todo el mundo se fuera de mi casa por supuesto que nadie me hizo caso, la fiesta siguió, la gente bailó y la torta se partió, todo esto mientras el festejado lloraba amargamente.

Cuando tenía 4 años entré a un jardín infantil (centro abierto en realidad). Lloré todo el primer día e idee un par de planes para escapar, los que nunca lleve a cabo por que ya estaba desarrollando mi moral pre convencional con la cual respetaba sin cuestionar a mis figuras de autoridad que me habían puesto en aquel lugar y me había ordenado permanecer allí hasta que volvieran a buscarme, aunque esto implicara sentirme abandonado por mis figuras de apego y tener miedo a todo este entorno y gente desconocida, tenía más miedo del castigo que podría recibir por escapar y desobedecer.

Cierto día estábamos sentados dibujando y la “tía” Ana se puso en frente mío tomó mi dibujo y me preguntó de qué se trataba, ya que apenas estaba aprendiendo a simbolizar formas humanas con rallas y círculos, a ella le sorprendió lo que parecía ser un hombre con una botella. yo le expliqué que era mi padre borracho y ella se escandalizó un poco.

Más tarde ya en casa mi madre me pregunta acerca del dibujo, y de la razón de haber dibujado a mi padre bebiendo (mi padre nunca fue alcohólico y era poco habitual verlo consumiendo alcohol), le expliqué.

El dibujo era una representación de un viaje que habíamos tenido hace un par de meses en donde mi padre se reunió con un amigo que elaboraba sidras, fue durante esta degustación en que el al no tener gran carrera de bebedor se pasó de copas y se puso muy risueño, mi madre al verlo le hacía bromas y comentarios diciendo que estaba ebrio y yo presencie todo eso, debo decir que lo vi con mucho agrado en verdad ya que mis compañeros del jardín solían comentar que sus padres bebían y se emborrachaban y yo jamás tuve una historia así para contar por lo que me sentía ajeno y diferente, hasta aquel día en que hice el dibujo y lo mostraba con orgullo diciendo que era mi padre borracho.

Se evidencia de esta manera que me encontraba en la etapa pre operacional en donde era capaz de representar la realidad a través de rudimentarios dibujos.

Tenía 8 años y mi padre me pidió que le ayudara a ordenar una leña, yo no quería porque estaba viendo Tom y Jerry, jamás me perdía un capítulo los domingos en la mañana.

Tuve que ir por que respetaba mucho la autoridad de mi padre, un respeto en base al miedo por el castigo, quizá me apagaría el televisor y no volvería a ver jamás aquellas caricaturas tan entretenidas por las que esperaba toda la semana, ya que no teníamos cable, así que lo ayude.

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