Bulimia (estudio de caso)

Trastorno de alimentación

     Según el DSM-5 en el trastorno de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimentos lo más característico es “una alteración persistente en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la alimentación que lleva a una alteración en el consumo o en la absorción de los alimentos y que causa un deterioro significativo en la salud física”. (p.329)

     Los trastornos alimentarios, como su nombre lo indica son problemas que están directamente relacionados con la forma en la que comen las personas, logrando perjudicar gravemente la salud, su vida emocional, e incluso afecta las relaciones interpersonales. Existen varios tipos de este trastorno, entre ellos encontramos: la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón, y el trastorno por evitación/ restricción de la ingesta (ARFID). (D’Arcy Lyness, 2019)

Anorexia Nerviosa

     Las personas que padecen este trastorno, son muy estrictas con los alimentos que deben comer y que no deben comer, constantemente están pensando en las calorías que contienen los productos que consumen, esto hace que a propósito coman muy poco, por ende, tienden a tener un bajo peso corporal, además no soportan la idea de estar gordas y tienen pavor a subir de peso. Estas personas, a pesar de estar delgadas, tienen una imagen distorsionada de sí mismos, pues se perciben y se ven gordas, cuando realmente están delgadas. Para perder peso, muchas personas con este trastorno usan laxantes, diuréticos o enemas; además de reforzarlo con ejercicio excesivo o ayuno. (D’Arcy Lyness, 2019)

     Muchas veces la anorexia nerviosa, puede conducir a problemas relacionados con la desnutrición o el bajo peso corporal, por ejemplo: baja tensión arterial (o hipotensión), pulso lento o frecuencia cardíaca irregular, sentirse cansado, débil, mareado o llegarse a desmayar, estreñimiento e hinchazón abdominal, menstruaciones irregulares, huesos débiles, retraso de la pubertad, crecimiento más lento de lo normal, sentirse solas, tristes o deprimidas, ideas de hacerse daño a sí mismas, entre otros muchos. (D’Arcy Lyness, 2019)

Bulimia nerviosa

     Es un trastorno mental y del comportamiento que ha sido clasificado dentro de los trastornos de alimentación. En este caso se produce una ingestión de comida excesiva en forma de atracones y una excesiva preocupación por el control del peso, lo que conduce auto provocarse el vómito o a comportamientos para compensar el posible aumento de peso, tales como la toma de laxantes o el ejercicio excesivo. (Ortiz-Tallo, M, 2013)

     Rusell, en el año 1980, define los criterios de diagnóstico de la bulimia nerviosa. Se reserva el término de bulimia para las personas que tras haber pasado una fase de anorexia presentan atracones de comida. (Ortiz-Tallo, M, 2013)

     El uso de laxantes y diuréticos, sumado con el provocarse el vómito, puede traer problemas como: baja tensión arterial (o hipotensión), frecuencia cardíaca irregular, sentirse cansado, débil, mareado o llegarse a desmayar, sangre en los vómitos o en las heces, erosión y caries dentales, hinchazón de mejillas (glándulas salivares). (D’Arcy Lyness, 2019)

Trastorno por atracón

     Una característica muy significativa de este trastorno, es que las personas comen con mucha más prisa de lo normal; por lo general lo hacen en un lugar donde nadie los observe y a su vez no se den cuenta de la cantidad que están comiendo. Pueden comer grandes cantidades sin tener hambre, luego de esto pueden sentirse culpables. Las personas con este trastorno no vomitan, no hacen ejercicio excesivo (para compensar sus atracones) y no usan ningún tipo de laxantes; por lo general pueden tener sobrepeso. Para asegurar que una persona sufre este trastorno debe presentarse un atracón por lo menos una vez a la semana, durante 3 meses seguidos. (D’Arcy Lyness, 2019).

    Este trastorno puede acarrear serios problemas relacionados con el peso corporal, por ejemplo: diabetes, hipertensión arterial (tensión arterial alta), colesterol alto y triglicéridos altos, hígado graso, apnea del sueño, entre otros. (D’Arcy Lyness, 2019).

Trastorno por evitación/restricción de la ingesta

     En este trastorno, las personas no presentan ningún interés en la comida, o constantemente la están evitando, no tienen problemas con su imagen, es decir no se perciben de una forma distorsionada. No presentan miedo o pánico a ganar peso, pero si tienen miedo constante a vomitar o atragantarse con algún alimento o que este mismo les proporcione una asfixia.

     A continuación, daremos a conocer la descripción de un caso utilizando material de internet, con el fin de desarrollar un estudio sobre el mismo y de esta manera obtener un conocimiento más amplio sobre las posibles causas de este trastorno.

Presentación del caso

     K. E. H. A. de 13 años de edad, soltera, católica, cursa el primer año de secundaria, originaria y residente de San Nicolás de los Garza, Estado de Nuevo León, México.

Peso: 48 kg
Talla: 149cm
IMC: 21.6 kg/mt2
Motivo de consulta: riesgo autolesivo por ideación suicida.

Fuente de información: los padres.

Padecimiento actual

     Desde los 10 años de edad comienza con preocupación por su peso, así como su imagen corporal, ya que ella refiere que no quiere estar gorda, sino que quiere ser como las modelos, por lo que además del ejercicio que le imponían los padres, observa que puede usar los productos naturistas que vendía la madre, posteriormente en farmacias adquiere pastillas con extracto de ciruela que funcionan como laxantes, y además al referir que cursa con "ansiedad" producto de rabietas con sus padres, comienza a realizar episodios de comer rápido y en demasía, posterior a ello se provoca el vómito, mediante los cuales ella trata de regular su peso así como la estética de su cuerpo. Los episodios de ansiedad y sobre ingesta de alimentos, así como el posterior vómito sucedían menos de una vez por semana, al comienzo. Posteriormente para los 12 años de edad ella los llegaba a realizar hasta 4 veces a la semana. Los alimentos que prefería eran las comidas de la casa.  Sus padres hubieron realizado dietas, ellos trataban de bajar de peso, aunque su complexión siempre ha sido robusta. (López A. & Ortiz A., 2014)

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