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CAMBIOS SOCIOCULTURALES, FINES DE LA EDUCACIÓN, PARADIGMAS PSICOEDUCATIVOS Y APRENDIZAJE ESTRATÉGICO

carlosquiaraguaEnsayo21 de Enero de 2021

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CAMBIOS SOCIOCULTURALES, FINES DE LA EDUCACIÓN, PARADIGMAS PSICOEDUCATIVOS Y APRENDIZAJE ESTRATÉGICO

ENSAYO

Introducción al Área de Aplicación

El siguiente ensayo intenta reflexionar sobre la fundamentación psicoeducativa de las propuestas de enseñanza de estrategias acordes a las exigencias de la nueva cultura del aprendizaje. En primer lugar se bosqueja la realidad sociocultural actual y las exigencias de la nueva cultura de aprendizaje, luego se vislumbran unos posibles fines educativos en función de la nuevas exigencias culturales del aprendizaje, finalmente, se presenta un modelo de aproximación al aprendizaje, en el cual, se recogen los factores constitutivos en los procesos de aprendizaje exitosos, que conducen a orientaciones para mejorar la enseñanza con miras a lograr un aprendizaje estratégico efectivo para aprender a aprender, con el fin de enfrentarse a situaciones-problema, globales o específicas del aprendizaje, con una mirada a las bases teóricas y a la experiencia profesional.

Ensayo

¿Cuáles son esas variables representativas que determinan a la sociedad del conocimiento y al mundo globalizado y afectan a la esfera educativa hasta tal punto de general un proceso creciente de reformas y transformaciones en todos los niveles de la dinámica educativa?

Pozo, 1996, sostiene que la nueva cultura de la sociedad del conocimiento presenta unas variables culturales caracterizadas por el imperio del relativismo frente a la caída epistemológica del reinado del realismo, la sensación de inseguridad e incertidumbre que se permea en todos los extractos del saber y el conocimiento, y en sentido más general el descentramiento del conocimiento, en donde ni el hombre ni el mundo es el centro, no hay una sola antropología ni una única cosmología sin misterio sino una multiplicidad antropológica y una finitud mundanal frente a un infinito universo con multiplicidad de construcciones teóricas, ya no hay un solo pie de pivote social y político que regenta el conocimiento sino multiplicidad de poderes y fragmentación de conocimientos válidos, plausibles y controladores que si bien ahora son más dispersos hay multiplicidad de focos de poder cognitivos en pugna en continuo proceso de legitimación en función del rigor de sus construcciones teóricas, poder social, político y mediático, todos estos factores e la nueva cultura de la sociedad de la información, mencionados por Pozo, 1996, deben ser considerados por el docente cuando analiza la realidad educativa de su entorno socio-contextual inmediato, su aula de clases.

Pozo, 1996, sostiene que la sociedad de la información sintetiza en la actualidad la nueva cultura de aprendizaje caracterizada por una mayor demanda de aprendizaje múltiple, producto del avance contante de la multiplicidad informativa mediada por las nuevas y veloces tecnologías informativas en contante cambio, esa nueva realidad cultural se mueve dentro de un clima epistemológico en donde la realidad cognitiva viene dada por la construcción del conocimiento y no por un realismo bruto de hechos observables.

La primacía recae sobre los constructos teóricos que ahora legitimarán el saber científico, pero esa suerte de idealismo campante trae consigo una sensación de incertidumbre social producto del reajuste epistemológico. Si antes se tenía la certeza de tener asida la realidad por el mango, ahora esa certeza etérea produce una incertidumbre tal, que es imposible escapar de ella, frente a un relativismo omnímodo amparado en realidades construidas a fuerza de constructos explicativos y no de un positivismo bruto. Ya no hay un único foco de una verdad suprema sino una multiplicidad cognitiva en continua construcción, ese mar epistemológico de variadas posibilidades genera la incertidumbre por su propia variedad, y sobre todo, cuando hay que elegir.

Pero lo cierto que en medio de esa vorágine retorica discursiva y el pragmatismo del día a día entre verdades absolutas y relativistas el docente ya sea que labore para un patrón estado docente o para un patrón privado tiene que ingeniárselas para por lo menos fijarse un horizonte educativo con los pies puesto en la fáctica tierra sociocultural de sus estudiantes, de su mundo de vida, las exigencias curriculares de sus patrones, las esperanzas de los estudiantes y sus padres y representantes, las exigencias del estado y la sociedad, además, lidiar con sus pensamientos, creencias, motivaciones y peculiar manera de pensar la enseñanza y aprendizaje y, finalmente, pero no menos importante, y el mayor reto: los pensamientos y maneras de aprender de sus estudiantes.

Esa nueva cultura del aprendizaje a grandes rasgos se evidencia en la crisis del modelo tradicional de aprendizaje focalizado en la apropiación y reproducción de información, las cual no responden a la exigencias de la sociedad de la información, del conocimiento múltiple y del aprendizaje continuo (Pozo y Monereo, 1999). En la sociedad de la información la escuela ya no constituye la fuente primaria de información cultural de conocimiento para los estudiantes la información les llega y los inunda por las nuevas tecnologías de la información, por lo cual necesidad obligatoria es capacidad para organizarla seleccionarla, interpretarla y darle sentido.

Por lo tanto, estamos hablando que la nueva cultura del aprendizaje es consecuencia primigenia de la conjunción de una sobresaturación de información y conocimiento impelida por las nuevas tecnologías de la información que dinamizan un conocimiento hacia una descentralización y diversificación; y esa dinámica gesta que la distancia entre lo que deberíamos aprender y lo que conseguimos aprender es cada vez más lejana. (Pozo, 1996).

A ese potencial trasformador y que continuamente se actualiza y concretiza en la sociedad de la información, del conocimiento múltiple y del aprendizaje continuo confluyen otros factores, no menos importantes que determinan esa nueva cultura de aprendizaje: a) el avance omnímodo y factico de la cultura tecnológica y científica en sus diversas expresiones, entre ellas el empuje de la investigación científicas y de las nuevas teorías psicológicas que han influenciada la esfera educativa; b) el fenómeno de la globalización, el cual “constituye una nueva y específica forma de relación entre los Estados-nación y la economía mundial a través de cual los gobiernos nacionales son impulsados o obligados a buscar la modernización de sus economías y a potenciar la capacidad de competición internacional de sus sistemas de bienestar (Dale, 2007); y la dinámica retórica de las teorías especulativas postmodernas en todas sus diversas formas; (Filmer, 1997).

¿Qué fines educativos altamente genéricos con mínimos necesarios pueden formularse para responder a las diversas expectativas y necesidades que demanda la nueva cultura del aprendizaje inmersa en la vorágine sociedad del conocimiento?

Los estudiantes requieren capacidad para organizar, interpretar y darle sentido al conocimiento, las escuelas han de formar a sus estudiantes para que puedan acceder a la información y darle sentido, brindándoles y estrategias de aprendizaje que le posibiliten una asimilación y crítica de la información (Pozo y Monereo, 1999).

Está nueva cultura del aprendizaje y de la enseñanza en la sociedades del conocimiento han de procurar orientar al estudiante a convertir la información en un verdadero conocimiento gestionado como un dialogo en medio de la incertidumbre y la multiplicidad de perspectivas. (Pozo y Monereo, 1999).

Pozo y Monere, (1999) plantean, de forma categórica, que el propósito o meta de la escuela del siglo XXI es una educación focalizada en ayudar a los alumnos a poder seguir aprendiendo de forma autónoma a lo largo de su vida, es perentoria la necesidad de dotar de competencias para aprender a aprender por medio de la autorregulación del aprendizaje.

Requena (2004) plantean que la educación actual debe orientarse a la formación de personas con un enfoque sistémico de la realidad, habilidades cognitivas y metacognitivas para un aprendizaje estratégico, talante crítico ante la información y una apertura hacia la participación en las cuestiones sociales.

¿Cómo gestionar dicho aprendizaje de forma estratégica?

Bruner, citado por Dricoll (2000) sugirió que una adecuada teoría de instrucción debe reconciliar la naturaleza del conocimiento, la naturaleza del que va a conocer y la naturaleza del proceso que permite alcanzarse conocimiento (Bruner, 1966). Considerando dichos planteamientos el docente ha de considerar los planteamientos consensuados de la psicología cognitiva sobre el procesamiento de la información, de la dinámica de transformación y organización de la información que se da en nuestros procesos mentales. Poggioli (1997), considera categóricamente la necesidad de que los docentes, tengan la información clara y concisa acerca de los procesos implicados en el aprendizaje humano, de tal forma que tengan las herramientas que le ayudaran a facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje y una práctica educativa más eficaz. Boylan, (1999) de manera directa sostiene como propuesta de atención sistemática a estudiante de altos riesgos académicos que los docentes asuman una filosofía cognitiva, una creencia o certeza de que sus estudiantes son o deberían ser participantes activos en el control de su aprendizaje; que son auto-regulados, autónomo, y buenos usuarios de estrategias, e intervenir de manera directa para potenciar dichas capacidades.

Poggioli (1997) sintetiza los planteamientos

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