Clinica de la mirada – Clinica de la escucha. La clínica psicoanalítica
min9yu_kResumen20 de Octubre de 2025
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Clinica de la mirada – Clinica de la escucha
Diagnóstico y Lastre
Lucas Boxaca y Lutereau – Introducción a la clínica Psicoanalítica
¿Qué es la clínica psicoanalítica?
La clínica psicoanalítica no es una experiencia, aunque por cierto la supone, en todo caso la clínica es el redoblamiento de la experiencia.
4 conceptos fundamentales:
- ICC
- Transferencia
- Pulsión
- Repetición
El PSA no es una teoría científica, o al menos, no lo es en el sentido de corriente en que suele hablarse de una teoría científica. Lacan sostiene que el PSA es una “Praxis”, se aprende practicando, se efectúa en la praxis. Se busca transformar, tratar lo real desde lo simbólico.
¿Que sería el real del cual se ocupa el PSA?:
- Lo real es lo que retorna siempre al mismo lugar
- Lo real es lo imposible
- Lo real es, el síntoma, o bien, el síntoma es lo que viene de lo real.
Estas 3 definiciones no se cancelan entre sí, formulan una conclusión “el núcleo de la experiencia analítica se encuentra en el síntoma”.
Si algo da razón a una praxis como el PSA es su capacidad para responder al intento de desembarazarse del padecimiento respecto del cual el hablante nos dirige su demanda, y en el mismo acto, autoriza nuestra intervención.
Colette Soler – La querella de los diagnósticos
“El PSA no es una terapéutica como las demás”. El PSA por un lado es una exploración del ICC, consiste en construir con la palabra, explorar los significantes, los deseos que circulan en el ICC, esa es su vertiente Epistémica.
Al mismo tiempo, obtiene modificaciones en los síntomas: es lo que llamamos terapéuticas. Resulta muy importante señalar que las dos vertientes son indisociables.
En el PSA se curan los síntomas por la exploración del ICC, muy diferente de las simples psicoterapias de la escucha, del concejo, etc.
Ética del diagnostico
No a la hospitalidad “incondicional” del paciente, la palabra no todo lo cura. El diagnostico le sirve al analista para saber posicionarse, y también para tratar de enlazar al sujeto. El diagnostico puede cambiar a lo largo de la cura ya que en esta búsqueda se trata de que el sujeto reconozca sus síntomas como tal, busque su nombre propio y quien es fuera del Otro.
El diagnostico nos permite “no remar sobre arena”, no llevar a cabo una tarea en vano, que no solo resulta inútil sino también peligroso, por ejemplo llevar a cabo una interpretación mas propia de la neurosis, en una psicosis, podría desencadenarla.
Todo significante injuria al sujeto, no se debe dar un diagnostico al paciente (histérico, neurótico), puede resultar condenatorio, el diagnostico sirve para dirigir la cura, no le sirve al paciente. No se debe tomar el diagnóstico para clasificar.
Berchenie - Surgimiento de la clínica
Lo que nos interesa son los movimientos que hubo en la historia, los movimientos dialecticos que hubo en ella, los obstáculos que empujaron a avanzar. El método clínico se inaugura de la mano de Pinel en el siglo XVIII, se lo considera como padre de la psiquiatría clásica, los locos pasan a ser considerados objetos de estudio de la medicina, a los que hay q darles un lugar diferenciado, distinto de los marginados de la sociedad. Estas personas eran llevadas a asilos, donde se les ofrecía un tratamiento moral llevado a cabo por un médico, los asilos eran considerados centros de reeducación.
- Bayle: descubrimiento de la parálisis general progresiva. Inicio del método anatomoclinico, genera una mirada diferente de la que se venía teniendo, aquí se introduce la pregunta por la causa y la evolución de la enfermedad. Se descubre que la enfermedad tiene una causa, una lesión anatómica y esta repercute en el campo de la psiquiatría. Este descubrimiento ayuda posteriormente a Kraepeling (padre de la psiquiatría moderna), primer compendio de psiquiatría, crea un sistema de clasificación de enfermedades y sus teorías dominaron el principio del siglo XX (Clínica diacrónica “como empieza la enfermedad, como se desarrolla y como termina”).
- Esquirol: (Siglo XIX) discípulo de Pinel, el decía que la alienación mental podía deberse a causas físicas y morales, habla de factores predisponentes en la locura
- Georget – Psiquiatra Francés – pionero en la psiquiatría forense, reflexiona la teoría de Pinel, se especializa en la psicopatología
- Segunda mitad del siglo XIX: Psiquiatría considerada rama de la Neurología.
- Siglo XX: Kraepelin – Jasper: deslizamiento de la psiquiatría clásica a un enfoque más psicopatológico.
- Freud: interpretación de los sueños, ICC, hipnosis, histeria.
Freud – Concejos al medico
Freud, a través de sus años de experiencia, ha establecido reglas técnicas que ahorran mucho gastos a los analistas y los salvará a la hora de cometer un error como omisiones
- Desautoriza tomar apuntes: El médico no se debe retener nada sino debe apuntar a tener una Atención flotante, es decir, en no fijarse en nada en particular, en prestar atención a todo. De esa manera uno podrá sostener su atención día tras día y no cometerá el error de fijarse en algo sin importancia.
- No tomar notas extensas: A excepción de datos importantes como nombres, edades, detalles de recuerdo, ocurrencias y sueños. Tomar nota podría provocar una impresión negativa en el paciente y una mala selección en el material por parte del médico. En vez de tomar apuntes, recomienda emplear mejor su escucha e interpretación de lo escuchado.
- Publicación científica: Es la única excepción, donde será justificado el tomar apuntes extensos. Las investigaciones siguen ciertos protocolos, se necesita de un historial clínico analítico.
- No anticiparse: Mientras el tratamiento de un caso no esté cerrado, no es bueno elaborarlo científicamente. Lo ideal sería que el analista NO especule mientras analiza y piense después de haber concluido el análisis.
- Tomar como modelo al cirujano: Durante el tratamiento debe silenciar todo sus sentimientos y compasión humana. para alcanzar su meta. Esta frialdad crea las condiciones necesarias para ambas partes, el terapeuta se asegura la protección de su propia vida afectiva y el enfermo máximo auxilio.
- Valorizar todo lo que se le comunique: El médico debe valorar, darle importancia a todo lo que el paciente comunique sin sustituir, sin tener censura a lo que el paciente seleccionó. Debe utilizar lo escuchado para interpretar y descubrir lo inconsciente. Debe volver el inconsciente del enfermo su propio inconsciente.
- El médico debe permanecer impenetrable para el enfermo: Para superar la resistencia del paciente, puede ser adecuado que el médico muestre sus defectos para así fomentar confianza. Pero, el psicoanalista no debe poner en juego su individualidad y mostrar su personalidad sobrepasando los límites. Esta actitud abierta del médico dificulta la solución de la transferencia. Esta técnica no ayuda a encontrar lo inconsciente del paciente y abandona el terreno psicoanalítico.
- La ambición terapéutica es inadecuada: No todas las personas tienen la misma capacidad de sublimación. Si imponemos una sublimación excesiva privamos le haremos la vida más difícil, lo privamos de pequeñas satisfacciones. Como médicos debemos tolerar las debilidades del enfermo y celebrar si logramos que recupere su capacidad funcional y de goce.
Fiarnos de la experiencia más que de una bibliografía: Freud recomienda que los pacientes no lean escritos psicoanalíticos, ellos deben aprender de su propia experiencia. El médico si debe leer, así se prepara para el analizado y crea una atmósfera propicia. Recomienda no buscar la aprobación de los parientes del paciente haciéndolos leer nuestra bibliografía, eso creará hostilidad hacia el tratamiento
Lombardi – La regla fundamental
La clínica – la palabra proviene del griego “Kline”, que quiere decir, lecho, cama. El clínico es el que cuida a alguien que está en el lecho, que no puede levantarse. En la clínica psicoanalítica también hay un lecho o algo parecido, el diván.
Hay una regla que Freud mismo dice que insoslayable, y que aun cuando el paciente tienda a cumplirla de manera espontánea, debe ser enunciada por el analista. Freud dice que la enunciación de la regla fundamental es necesaria para instalar ese espacio, ese dispositivo de trabajo que es el del análisis.
Esta regla cuya enunciación podría ser “diga todo lo que se le ocurra, aun cuando le parezca ridículo o que no tiene importancia, aun cuando le parezca que no viene al caso o que viene tanto al caso que preferiría no comprometerse diciéndolo.
El cuerpo es el lugar donde se manifiesta el único síntoma elaborable en el análisis, el síntoma histérico.
Hay una conexión imprescindible entonces, entre el analista, lo que dice el sujeto y el cuerpo.
El obsesivo es un sujeto que se pretende ideal, como no teniendo nada que ver con su cuerpo si no es por su buena forma. Si hay algo que le permite al obsesivo poder analizarse alguna vez, es ese núcleo de histeria que Freud nos enseñó a reconocer en cada caso de neurosis obsesiva.
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