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Colaborativo No. 1 Intervención En Familia


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2011  •  6.925 Palabras (28 Páginas)  •  1.066 Visitas

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En la definición de familia actual podemos decir que el trabajo normalmente se lleva a cabo fuera del grupo familiar y sus miembros suelen trabajar en lugares diferentes, lejos de su hogar; también afirma que la composición ha cambiado casi drásticamente a partir de la industrialización. Muchos de estos cambios se vinculan con la mujer y su rol; en las sociedades de pensamiento desarrollado la mujer puede ingresar al mercado laboral como al mismo tiempo estudiar para ejercer luego en un puesto de trabajo. También es necesario hablar del divorcio; aunque se cree que los individuos se unen en matrimonio con el fin de estar vinculados a otra persona durante el resto de sus vidas, las tazas de divorcio han aumentado considerablemente desde que se produjeron facilidades legales. Durante el siglo XX, el número de familias numerosas en occidente disminuyó considerablemente, este cambio suele relacionarse con la poca estabilidad económica que padecen actualmente los mayores. En los países en vía de desarrollo, la tasa de hijos ha crecido con rapidez a medida que pudieron controlarse las enfermedades infecciosas, el hambre y otras causas vinculadas a la mortalidad infantil.

En nuestra formación como Psicólogos, se establecen casos familiares al cual hay que dársele soluciones y manejo propio a la situación entre el ser humano al que se está tratando para establecer un buen manejo de conocimientos en cuanto a lo que se quiere decir, enseñar o manifestar, la responsabilidad, el comportamiento y los valores que se le demuestran para tener reconocimiento ante el ser humano y las personas importantes y existentes en nuestra vida a diario.

Restaurar buena comunicación ante la persona a tratar

Formación del ser humano que se encuentre con problemas psicológicos

Obtener soluciones a las situaciones que se presenten tanto sentimentales, emocionales, de formación, desarrollo y psicológicos.

La familia es una comunidad de vida y amor entre un hombre y una mujer, que se comprometen a amarse entre sí para toda la vida y a cooperar en la generación y educación de los hijos. Que es “la primera célula de la sociedad humana”, ya que si todo el mundo se amase mutuamente, las cosas funcionarían muy bien: habría menos drogadictos, menos delincuentes... etc.

Vivimos en una era que acentúa los logros personales, la carrera, la felicidad, el trabajo y la religión. El énfasis está puesto en el individuo y en qué tan bien puede éste satisfacerse a sí mismo. Hay tantas clases y estilos de vida, ideales y sistemas morales como personas sobre la tierra. Desde que uno de los denominadores comunes en este estado es la libertad de hacer lo que uno quiera, queda muy poco por contrastar. Para esta forma de pensar, cada uno es libre de ser y hacer lo que quiera sin hacerle daño a nadie. Este estado de aburrimiento animado hundimientos solo perpetúa a la oscuridad, porque la Luz se enciende por la confrontación de ideas, de conceptos fuertes sobre el bien y el mal, de líderes valientes que permanecen de pie del lado de la justicia.

La vida matrimonial se ha convertido para muchos en una carga necesaria, pero una carga que es abandonada fácilmente. La fidelidad se ha vuelto un mero término bíblico irrelevante e imposible en la era del iluminismo moderno. El adulterio y la fornicación de la infidelidad y el pecado han pasado a ser la incapacidad para amar a una sola persona y la satisfacción de nuestras necesidades básicas. Los niños, que debieran ser el fruto del amor, son considerados meros accidentes, cargas financieras, consumidores de la provisión alimenticia mundial, un obstáculo a la libertad personal para desplegar talentos intactos que estarían destinados a enterrarse para siempre. Este, desgraciadamente, es el pensamiento de la minoría ante el horror de una desesperanzada mayoría.

El Espíritu de Familia no es siempre sinónimo de Vida Familiar. Hueso de nuestros huesos y carne de nuestra carne se aplica a nuestros hermanos, hermanas y parientes, que pueden ser tan distantes como extranjeros en una tierra foránea. El mundo estará siempre bendecido con familias o de lo contrario caerá en la extinción. Pero no siempre, sin embargo, es bendecido con el espíritu de familia en medio de dichas familias. El resultado es que cada faceta de la vida diaria está siempre afectada por el egoísmo, la indiferencia, la falta de respecto, la crueldad y la frialdad.

La Familia es la raíz de toda sociedad y el Espíritu de Familia es una virtud especial que alimenta la familia con vigor y vitalidad. Cuando este espíritu está presente, existe el deseo de permanecer juntos en tiempos de crisis, de sacrificarse en tiempos de necesidad y la fortaleza para enfrentar las demandas de la vida en común.

El espíritu de las relaciones familiares afecta nuestra vida entera y sufrimos la falta de ese espíritu en nuestras vidas a nivel comunitario, parroquial y nacional. En los vecindarios uno tiene miedo al asesinato y al robo. Más allá de la cerca no hay espacio para la broma y la conversación porque nuestra “vida personal” nos ha hecho perder el interés por el bienestar de nuestros vecinos. Tememos que su carga se convierta en la nuestra y nos importa poco si su corazón está dolido, su soledad o su sufrimiento.

En el alma individual habita una Familia de Personas, una necesidad de compartir, de dar, de irradiar, de mostrar preocupación. Ya no hay más individuos aislados que se buscan a sí mismos solos, sino un “nosotros”, el alma y la Trinidad, uno en querer, uno en propósito y uno en el amor.

La vida en familia también ha sufrido al nivel parroquial. Este es el lugar en el que somos bautizados, confirmados, enseñados, purificados, casados y enterrados. Las familias se convierten en estadísticas, son clasificadas como contribuyentes o no contribuyentes, trabajadores o desempleados. El Pastor y las ovejas terminan haciéndose el juego y concertando intereses para poder sobrevivir.

La Familia Religiosa también ha sufrido en esta época iluminista. La seguridad de dicha vida es incierta. Los religiosos no se sienten ya unidos por los lazos de los votos religiosos y los compromisos. Existe una nueva libertad que llena el alma con el gélido hielo de la indiferencia con los demás, con los mayores y enfermos, con el apostolado y con el retiro.

El Espíritu de Familia en nuestras almas ennoblecerá y edificará el espíritu de familia en nuestros hogares, en

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