DESARROLLO ORGANIZACIONAL
omares114 de Octubre de 2013
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2.3 PERSONALIDAD: Es la organización única y dinámica de caracteres que determinan la conducta de las personas.
2.3.1 Concepto
La personalidad es totalmente individual, y es lo que da el estilo característico de comportarse y de ser de las personas. Es el patrón de actitudes, pensamientos, sentimientos y repertorio conductual que caracteriza a una persona y que tiene una cierta persistencia y estabilidad a lo largo de su vida de modo tal que las manifestaciones de ese patrón en las diferentes situaciones poseen algún grado de predictibilidad.
2.3.2 Determinantes de la Personalidad
• LA HERENCIA:
BIOLÓGICO
FISIOLÓGICO
• MEDIO AMBIENTE:
LA FAMILIA
EL GRUPO
LA SOCIEDAD
LA CULTURA
2.3.3 Características de la personalidad
1. Consistente.- Puesto que la personalidad es un rasgo distintivo de cada persona, éste permanece relativamente estable a lo largo del tiempo, influyendo en su comportamiento. Esto no evita que el individuo pueda cambiar su comportamiento debido a factores ambientales o a las necesidades experimentadas.
2. Diferenciadora.- La personalidad permite identificar a cada individuo como un ser único. Esta característica se traduce en las distintas reacciones que pueden tener las personas ante un mismo estímulo. La personalidad es única por ser una combinación de factores internos, pero si queremos utilizarla como criterio de segmentación, se pueden destacar uno o varios rasgos comunes.
3. Evolutiva.- Aunque la personalidad es un rasgo consistente, puede variar a largo plazo por la interacción con el medio, por las experiencias vividas por el individuo o simplemente, a medida que el individuo va madurando.
4. No predictiva.- La personalidad es una compleja combinación de características y comportamientos que hacen difícil la predicción de la respuesta de los consumidores a los estímulos sugeridos.
2.3.4 Personalidad y Cultura Social
En este territorio personal, imagen personal o yo, el individuo va incluyendo todo aquello que en un principio forma parte de la indiferencia, y que paulatinamente va conociendo, asimilando y acomodando a su propia estructura personal. De esta manera, cada persona, con base en sus intereses, va integrando aquello que acepta o rechaza abiertamente, lo que ubica como neutral (que se refiere a todo aquello que en el momento, situación o circunstancia en la que se encuentre inmerso el individuo, no tiene ningún impacto en su vida o comportamiento, ya que pueden activarse en una situación específica que así lo requiera), y por supuesto todo lo que tolera (finge aceptar o rechazar lo propio y lo de los demás) y controla (se oculta u oculta a los demás, para aparentar que todo esta bien en la vida)(ver figura 2).Así, es como cada persona, a partir de la experiencia y la evaluación que hace de sí misma, como producto del contacto con su biología y su psicosocioculturalidad, va conformando un territorio personal, imagen personal o yo, en donde se registran los aspectos reales o que tiene de base, y aquellos que se ubican en un ideal o que pretende alcanzar, con la finalidad de ser más competitivo, tener una mejor jerarquía, y ser más fácilmente aceptado y no rechazado por los demás y por él mismo, con el objetivo de contar con mayores posibilidades de tener, conseguir, recuperar, conservar, acumular o no perder los satisfactores que le cubren sus necesidades y que le pueden llevar más seguramente a un estado de paz.
Sin embargo, en esta situación que se genera al interior del territorio personal, imagen personal o yo, no solamente no se consigue un estado de paz, sino que por el contrario, se produce un estado de tensión o de conflicto, que hace surgir y prevalecer la estrategia de tolerar y controlar, que como se ha expuesto, se considera la estrategia por excelencia, mediante
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