ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL DUELO


Enviado por   •  8 de Marzo de 2015  •  Síntesis  •  6.562 Palabras (27 Páginas)  •  231 Visitas

Página 1 de 27

EL DUELO

Ciclo vital

Según Cabodevilla “El ciclo vital de la especie humana está marcado por una infancia prolongada que condiciona el desarrollo de una conducta compleja, en la que queda de manifiesto que el ser humano es un animal sociable por necesidad, y no por elección. Siendo tan importantes para la persona las relaciones sociales, cuando esos lazos afectivos se rompen por fallecimiento del ser querido a la que está vinculado, lo que se produce es un estado afectivo de gran intensidad emocional al que llamamos duelo”

La muerte es posiblemente un tema central en la existencia humana. La intensidad emocional es enorme, puesto que no sólo nos enfrentamos a la muerte de un ser querido o a la proximidad de la nuestra, sino también al sentido de la vida.

Estudios antropológicos nos señalan que, a medida que la sociedad se vuelve más industrializada y urbana, se vive con menor proximidad la muerte y, por lo tanto, resulta más difícil aceptar la vida como algo finito. La muerte es considerada un enemigo, un tema tabú al que nos referimos con gran cantidad de eufemismos.

La ciencia lucha por ganarle la partida, se intenta sobrevivir a cualquier coste, a veces con medios desproporcionados. Cuando se ha perdido la esperanza, ocurre que el enfermo no muere en casa, rodeado de sus seres queridos, sino en un hospital. Muchas familias no quieren un “muerto” en casa, las instituciones son más asépticas. Pero se priva al enfermo y a sus familiares del calor y de la despedida en un momento trascendental de sus vidas.

Enfermedad, muerte y duelo

La percepción de la cercanía de la muerte produce un hondo impacto en el paciente y los familiares, una crisis difícil de sobrellevar. Todo un proyecto vital se ve frustrado porque el tiempo se acaba, ya no hay opciones posibles y la muerte comienza a abrirse paso como algo cierto e inminente.

En la mayoría de las ocasiones, la familia representa el principal apoyo del paciente. Tras el diagnóstico, los familiares, los amigos y el entorno de la persona enferma tienen que hacer frente a una gran cantidad de decisiones, emociones y cambios en su forma habitual de vida. Cuidar no es una tarea fácil y en ocasiones los familiares encargados del cuidado pueden experimentar cansancio, estrés o agotamiento, pero también puede ser una experiencia enriquecedora y puede ayudarnos a crecer y madurar como personas.

No siempre es fácil saber con exactitud cómo ayudar a la persona enferma, qué cuidados son los más adecuados y qué decirle para aliviar su dolor. Cada persona reacciona de diferente manera ante la enfermedad, pero conocer las actitudes más frecuentes que los enfermos suelen presentar puede ayudar a comprender mejor al paciente y ofrecer los cuidados más adecuados en cada caso.

Es normal que tanto el enfermo como sus familiares pasen por distintas etapas ante el diagnóstico: negación, sentimientos de rabia e injusticia, impotencia, depresión y, finalmente, aceptación.

En ocasiones, algunas personas se muestran muy preocupadas por todo, buscan información constantemente sobre la enfermedad en diferentes medios, a través de libros, televisión, Internet... Están muy atentas a los síntomas o molestias que notan en su cuerpo, analizan todo lo que les dice su médico o lo que otros pacientes les cuentan. Esta actitud de observación constante puede provocar tensión, angustia, nerviosismo o irritabilidad.

Sentir rabia ante la situación de enfermedad es muy frecuente entre los pacientes. Pueden mostrarse intransigentes o excesivamente exigentes. Es una actitud comprensible, pero mantenida en el tiempo puede perjudicar las relaciones entre la persona enferma y sus familiares.

Ante los arrebatos de rabia o impotencia de un enfermo podemos sentir enfado por considerar injustas sus críticas. Sin embargo, debemos dejar que salgan todos esos sentimientos y permanecer a su lado aceptando, sin defender ni atacar.

Otras personas se sienten desanimadas en algún momento. Es algo normal y comprensible. Pero en ocasiones, este abatimiento se transforma en una actitud de derrota, piensan que nada depende de ellos, que están en manos de la suerte, de los médicos o del destino. Pueden sentirse indefensos y deprimidos.

Puede ocurrir, sin embargo, que la persona enferma actúe como si no pasara nada. Su forma de enfrentarse a la enfermedad es restándole importancia. En estos casos, si esta actitud no impide que el paciente reciba los tratamientos necesarios, no debemos intentar que cambie, es la forma que tiene de enfrentarse a la enfermedad, es su manera de aceptar la realidad. En la mayoría de los casos, su comportamiento irá cambiando a medida que pase el tiempo.

También sucede que otras personas, tras un periodo inicial de adaptación, aceptan la enfermedad y adoptan una actitud más activa, buscando soluciones según se van presentando las dificultades. Esta forma de afrontar la enfermedad les ayuda a mantener un mejor estado de ánimo y una cierta tranquilidad a lo largo del proceso.

Es importante saber que cada persona puede adoptar distintas actitudes ante la enfermedad. Presionar para que cambie su forma de afrontamiento no suele contribuir a mejorar su estado

¿Qué es el duelo?

Duelo es un término que, en nuestra cultura, suele referirse al conjunto de procesos psicológicos y psicosociales que siguen a la pérdida de una persona con la que el sujeto en duelo estaba psicosocialmente vinculado. El duelo es la respuesta emotiva a la pérdida de alguien o de algo. Es un proceso normal de la experiencia humana, no se trata de ningún suceso patológico

J. Bowlby define el duelo como “todos aquellos procesos psicológicos, conscientes e inconscientes, que la pérdida de una persona amada pone en marcha, cualquiera que sea el resultado”.

La forma en que comprendemos el proceso de duelo está relacionada con la forma en que manejamos la muerte en el medio cultural en el que nos movemos y ha ido evolucionando según las distintas épocas por las que ha atravesado la humanidad.

A lo largo de los siglos, el proceso de “buena” o “mala muerte” ha variado.

En la Edad Media la muerte debía ser de forma lenta y anunciada, para ser considerada

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (42.2 Kb)  
Leer 26 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com