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El duelo


Enviado por   •  26 de Abril de 2019  •  Resúmenes  •  1.731 Palabras (7 Páginas)  •  88 Visitas

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El duelo[pic 1]

Se define como la reacción natural ante la pérdida de una persona, objeto o evento significativo; o también, la reacción emocional y de comportamiento en forma de sufrimiento y aflicción cuando un vínculo afectivo se rompe. Se tiende a pensar en el duelo sólo en el contexto de la muerte de un ser querido, pero también suele producirse como reacción ante la pérdida de la patria, la libertad, un ideal, entre otros.

Elisabeth Kübler- Ross, fue una de las mayores expertas, y elaboró cinco etapas por las que se pasan en el duelo hasta que se logra aceptar la muerte o la pérdida. Estas son:

  1. La negación:

Rechazar la realidad de la situación y negarla en el momento en que recibimos la noticia de la pérdida. Puede manifestarse por medio de un comportamiento tranquilo e insensible o, por el contrario, exaltado. En ese momento la persona no está preparada para soportar todo ese dolor y por ello debe negar cierta información hasta que poco a poco pueda asimilarlo. Se trata de un sistema de defensa, el sentimiento extraño de no poder volver a ver o a estar junto a su ser querido hace que se encuentre en un estado grande de desconcierto e incredulidad tal, que incluso pueda llegar a sentir que se trata de una pesadilla o que es algo temporal

A pesar de lo corriente que es esta fase, es importante que la persona no perdure en ella durante mucho tiempo, pues si no será incapaz de iniciar su duelo.

Perspectiva del enfermo crónico o terminal:

Se niega a creer que la enfermedad tenga algo que ver con ella, piensa que se trata de un error en el diagnostico y buscan una segunda opción.

  1. La ira:

Esta etapa comienza cuando la negación hacia la pérdida del ser ya no es posible pues es evidente y una realidad. El sentimiento de rabia o ira puede ir dirigido hacia el ser que ha fallecido, familiar, amigo e incluso hacia uno mismo. El dolor es tan grande que uno se plantea la injusticia de esa situación e incluso puede llegar a preguntarse el porqué de la existencia, la religión, sus creencias, etc.
Esta ira es necesaria que se manifieste porque ayudará al proceso de superación.

Perspectiva del enfermo crónico o terminal:

Se da cuenta de la realidad del asunto y con ello vienen sentimientos de indignación, hostilidad y rabia. Siente resentimiento hacia las personas con salud y empieza a recriminar a su familia, al médico, a sí mismo, la culpa de la enfermedad.

  1. La negociación:

Esta etapa se puede dar antes de la pérdida, pues la persona afectada busca todos los medios necesarios para que no se produzca. Hacer un “trato” con algún poder superior para que la persona que se encuentra en fase crítica no fallezca a cambie de algún tipo de sus actos, conductas o estilo de vida, es uno de los mecanismos de defensa que se pueden activar. El deseo o la ilusión es volver al tipo de vida de antes, empiezan a surgir pensamientos de lo que se pudo haber hecho para evitar la situación que se está viviendo y así, no sufrir dolor.

Perspectiva del enfermo crónico o terminal:

Intenta cambiar su destino con acuerdos a un ser divino, ofreciendo promesas de cambiar, hacer las cosas distintas, con el único deseo de mejorar.

  1. La depresión:

Es la etapa de mayor duración; donde los sentimientos de tristeza, incertidumbre, vacío, dolor, impotencia, irritabilidad y miedo ante lo que se viene, invaden a la persona que ya está comenzando a aceptar la situación. Además, quien la padece, cree que esto durará para siempre, a pesar de que este hecho no es cierto. Se distingue por un estado depresivo y es la etapa de mayor duración. Al principio, la imagen del difunto ocupa siempre y por completo la mente de sus seres queridos. Conforme pasa el tiempo, alternan momentos de recuerdos dolorosos con la lenta reorganización de la vida externa e interna de quien sufrió la pérdida, puesto que constantemente anda recordando al desaparecido y anhela los pequeños detalles de la vida cotidiana que compartía con él. Existe una depresión que se instala rápidamente después del fallecimiento y que va a durar desde meses hasta años (en el caso de complicaciones en la elaboración del duelo). El estado depresivo del duelo hace que la persona, totalmente ocupada de su objeto, viva replegada sobre sí misma. Nada le interesa, el mundo está vacío y sin atractivos. Durante esta etapa la intensificación de la relación con el desaparecido se asocia con un sentimiento de gran soledad, no solamente social sino también emocional.

Perspectiva del enfermo crónico o terminal:

Se da cuenta de que el acuerdo no funcionó y que su tiempo se acaba, es entonces cuando se pone a pensar en las cosas inconclusas del pasado y los anhelos del futuro que se convierten en desesperanza y con ella, la depresión.

  1. La aceptación:

El doliente comienza a aceptar esa pérdida, comprendiéndola y entendiéndola como parte de la vida, empieza a mirar hacia el futuro, se interesa por nuevos objetos y es capaz de volver a sentir nuevos deseos y de expresarlos. Se separa de los objetos personales del fallecido, guardando solamente los significativos. La depresión es menor, el dolor y la pena también disminuyen y la persona va experimentando un alivio. El final del duelo se manifiesta, esencialmente, por la capacidad de amar de nuevo.

Perspectiva del enfermo crónico o terminal:

Se alcanza cuando el paciente permanece enfermo por mucho tiempo, ya no hay depresión, enfrenta con calma y tranquilidad la llegada de la muerte. El apoyo familiar ofrecido será determinante para esta situación, no deberán exponer sentimientos negativos ni temores.

Entre los diferentes procesos de duelo que tienen que enfrentarse, el más doloroso se refiere a la muerte propia y la de los seres queridos. A medida que transcurre la vida tenemos un contacto más directo y más frecuente con la muerte, cada vez más cercana. Cabe recalcar que no toda muerte entraña un duelo; para ello es importante que la persona que enfrenta la perdida tenga lazos de unión estrechos con el fallecido, alguien de importancia y significativo en su vida.

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