EL MOVIMIENTO Y SU RELACIÓN CON LA CREATIVIDAD

El movimiento y  su relación con el

Desarrollo de la creatividad

Los niños necesitan jugar, necesitan los juegos que activan la fantasía, despiertan la alegría y  mueven la voluntad. En un mundo lleno de tecnología, falta de espacios amplios y naturales, carente de tiempo por parte de los padres, se hace necesario el que nuestros niños puedan moverse y jugar libremente. Más si bien todo esto es cierto, no deja de ser menos cierto el que los juegos  de movimientos en ciertas edades deben estar bien estructurados, para que cumplan su cometido.

Debemos entender antes que nada, que existe una relación estrecha entre lo que es el juego y el alma del niño. El juego es un trabajo serio para el niño, ya que es a través de éste que el niño comprende al mundo.

Los niños tienen una fuerte necesidad de moverse para disfrute y goce de su propia existencia. Para ellos no hay placer mayor que correr, brincar, saltar, subirse a un árbol, escalar, tirarse por un tobogán  y realizar juegos llenos de movimientos. Les gusta balancearse, donde sea y como sea. Aprovechan cada oportunidad para entrar en movimiento y lo hacen con entusiasmo.

El balancearse, correr, saltar obstáculos, el brincar, son actividades para las cuales los niños no necesitan que los adultos los estén motivando, pues ellos no desaprovechan cualquier oportunidad que en este sentido se les presente. La motivación sale desde el interior del niño y este disfrute del movimiento, está lleno de experiencias intensas para el alma.

Estas experiencias no siempre son de tipo positivo, muchas veces de lo que se trata es de sobrepasar el miedo, lograr metas o ponerse en riesgo.

Si observamos a los niños nos damos cuenta que para ellos muchas veces lo más importante es vivir aventuras en las que tengan que enfrentarse al peligro. Por ejemplo, saltar un charco, puede resultar emocionante, pues no sabemos si podremos  saltarlo o no.

A través del movimiento los niños conquistan el mundo.

La psicomotricidad nos muestra la estrecha e íntima relación del cuerpo y su capacidad de movimiento con las facultades anímico espirituales. En los niños el pensar, el sentir y la voluntad están estrechamente ligados, la vida diaria y el mundo de los sueños se confunden en una sola nube, las percepciones sensoriales, la imaginación, los deseos, la realidad forman un conjunto, una unidad que sólo poco a poco se va diferenciando y separando dentro del ser. Es un todo, un holismo entre lo que es accionar y vivenciar. Ellos perciben con todo su cuerpo, manifiestan sus sentimientos con movimientos, reaccionan a las tensiones con desasosiego o enfermedad y situaciones de alegría pueden llevarlos a estar completamente relajados. Ellos sienten la alegría hasta en las puntas de los pelos, y su tristeza se puede manifestar con un fuerte dolor de barriga.

Dentro de lo que es la psicomotricidad encontramos el desarrollo de las capacidades sensoriales, las capacidades motoras, las mentales o espirituales y las emocionales y sociales. A través de las experiencias de percepciones y de movimiento ponemos en marcha proceso de aprendizaje. La percepción y el movimiento están estrechamente unidos y no pueden separarse. El uno condiciona al otro y viceversa.

De igual modo el desarrollo del sistema nervioso central condiciona el desarrollo de la motricidad y viceversa.

El cerebro es un órgano lleno de plasticidad, que se adapta a las condiciones a las que he sometido. Cada hemisferio del cerebro controla el lado opuesto de nuestro cuerpo. En principio cada hemisferio está organizado para determinadas funciones específicas. En el hemisferio derecho tenemos el control del espacio, con el podemos entender el conjunto de las cosas, el todo,  y ahí  también encontramos nuestras emociones e intuiciones. Con el podemos aprender nuevas cosas. Arte.

En el hemisferio izquierdo, es el responsable del desarrollo del lenguaje, del pensamiento lógico analítico, el separa las partes, y capta la relación entre las mismas.

Entre ambos hemisferio encontramos EL CUERPO CALLOSO, EL CUAL LOS UNE A AMBOS, por donde pasan miles de mensajes de un hemisferio  a otro en cuestiones de segundos  a través de 200 millones de fibras nerviosas, las cuales sirven de conexión entre ambos y los integran formando una unidad. Este es un punto clave para nuestro tema de hoy.

La concentración, el pensamiento definido, la creatividad, así como otras facultades y habilidades se posibilitan cuando ambos hemisferios logran intercambiar sus funciones a través de este puente llamado cuerpo calloso.

La capacidad del cerebro es inmensamente grande cuando ambos hemisferios logran activarse al unísono, conectándose de tal modo que formen una unidad, lo cual es posible lograr a través de ejercitar ambos lados de nuestros cuerpos, haciendo actividades  de movimiento tanto con un solo lado como con los dos, y ejercitándonos en  realizar movimientos cruzados dependiendo de la edad.

Cualquier tipo de movimiento que realice el niño, contribuirá con el desarrollo de este cuerpo calloso, pero si además de tener los movimientos naturales que surgen desde su ser, tiene también la dirección de un adulto a partir de cierta edad, entonces el desarrollo será más dirigido, más concreto y con mejores resultados. El cuerpo calloso necesita formarse del todo y es a través del movimiento que el niño logra completar esa formación, la cual servirá de base para que ambos hemisferios se interconecten y se mejoren las funciones cognitivas. Eso que llamamos LATERALIDAD no es más que la especialización de ambos hemisferios.

Las vivencias de cada ser humano determinarán en gran medida la formación del cerebro, de ahí que cuando un niño ha tenido las correctas motivaciones, los estímulos adecuados, una sana educación, mucho contacto con los padres y la naturaleza, su cerebro tendrá un desarrollo muy distinto al de los niños que nunca juegan y que la mayor parte del tiempo han estado sentados frente a una pantalla, por ejemplo. La neuro-plasticidad nos habla de la capacidad de adaptación del cerebro a diferentes situaciones y en nuestro diario andar conocemos personas que solemos catalogar como rígidas o como flexibles, indicando con esto la conformación del cerebro. En este punto podemos tratar de recordar los momentos en los que hemos tenido una idea creativa para solucionar un problema x, sentimos que nos hemos liberado, que dentro de nuestro mundo de pensamiento algo se ha transformado, se ha movido y eso justamente ha dado paso a que nos surja esa idea maravillosa, que además nos alivia y da por un momento alegría.

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