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EL TEMPERAMENTO


Enviado por   •  19 de Mayo de 2019  •  Ensayos  •  1.359 Palabras (6 Páginas)  •  85 Visitas

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EL TEMPERAMENTO.

Dra. Lourdes Fernández Rius

Como hemos analizado, la personalidad es única e irrepetible. Seguramente en la vida cotidiana hemos advertido como algunas personas son muy enérgicas, dinámicas, rápidas y tienen que estar constantemente en actividad física. Otras personas son más bien lentas, no pueden simultanear muchas actividades a la vez mientras que otras son frecuentemente irritables, se molestan fácilmente por cualquier cosa aparentemente sin un motivo sólido. Cuando apreciamos estas diferencias estamos ante la presencia de características temperamentales.

El temperamento se refiere a aquellas particularidades individuales que determinan la dinámica, el tono y la intensidad de la actividad psíquica. Son características estables y permanentes relativamente durante el desarrollo,  que se interrelacionan dando lugar a cierta tendencia de tipos temperamentales.

Hipócrates, médico griego, ya antes de nuestra era se interesó por este tema y partiendo de la observación de la conducta externa llegó a una clasificación del temperamento aún hoy utilizada. El consideraba que existían cuatro tipos básicos de temperamento: el sanguíneo, el colérico, el flemático y el melancólico.

El carácter dinamizador del temperamento radica en la impresionabilidad o fuerza y persistencia del efecto de un estímulo y en la impulsividad o fuerza y tenacidad de los impulsos nerviosos.

También se ha hablado que el temperamento se expresa en el nivel energético que le da un tono emocional al comportamiento, estabilidad, fuerza, ritmo en la realización de una actividad, así como el tiempo de reacción y el tono general de las actividades motrices.

La noción de temperamento se amplía y cada vez más se analiza la relación que pudiera existir entre ciertas propiedades psicológicas y características de la actividad reflejo condicionada. Entre estas se encuentra: la actitud ante el trabajo de larga duración o la fatiga rápida, la adaptación fácil o lenta ante los cambios, las particularidades individuales de la atención, la ansiedad, etc.

Existen algunas categorías consensuales para describir el temperamento. Una de ellas es el nivel de actividad que se expresa en la fuerza, intensidad del comportamiento motor, energía y vigor. Otra es la aproximación – abandono que es la tendencia a enfrentarse o a evitar estímulos nuevos. La regulación de la atención  o habilidad para cambiar el foco y la tendencia para orientarse ante los estímulos. La afectividad negativa o miedo, aflicción  y la afectividad positiva o capacidad para sonreír y ser sociable.

El temperamento se relaciona esencialmente con la actividad nerviosa superior y es por ello que aquí la herencia, los aspectos de carácter biológico poseen especial significación.

Se puede afirmar la presencia de una relación entre las  propiedades del sistema nervioso y las particularidades individuales del metabolismo, los procesos bioquímicos, endocrinos y del organismo como un todo. Es por ello que también puede decirse que las propiedades temperamentales dependen también indirectamente de la constitución del organismo a través del tipo de sistema nervioso.

Los procesos nerviosos de excitación e inhibición interactúan manifestándose de diferente forma en cada individuo brindando un tono específico y dinámica en la conducta de cada persona. Esto constituye la base fisiológica del temperamento.

La excitación y la inhibición poseen propiedades como la fuerza que es la capacidad de trabajo, de vigor, de soportar fuerte excitabilidad o inhibición; equilibrio referido al balance entre la excitación y la inhibición y la movilidad que es la capacidad para pasar rápidamente de un proceso a otro así como de formar nuevas conexiones.

Las interrelaciones entre estas propiedades según I. Pavlov da lugar a combinaciones. Así, por ejemplo, una persona cuyo sistema nervioso es fuerte – equilibrado – móvil tiende a ser muy vivaz, enérgica, expresiva, con gran capacidad de trabajo, de movimientos rápidos, de facilidad para el cambio, que puede asociarse al tipo sanguíneo.

La persona con un sistema nervioso fuerte – equilibrado – inerte tiende a ser ecuánime, poco emotiva, lenta, pasiva, con dificultad para el cambio que puede asociarse con el flemático. La persona con un sistema nervioso fuerte – desequilibrado excitado – móvil posee elevada reactividad, inquietud, irascibilidad, ritmo rápido, incontenible que se asocia a lo que conocemos como colérico y el sistema nervioso débil tipifica características como la sensibilidad excesiva, tendencia al llanto fácil, pasividad, poca energía, lentitud, movimientos inexpresivos que se pueden identificar con el tipo melancólico.

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