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El Bullying


Enviado por   •  14 de Octubre de 2012  •  1.575 Palabras (7 Páginas)  •  338 Visitas

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Al hablar de problemas de conducta en la escuela comúnmente se hace una referencia a problemas de control de la agresividad. Este es un problema que preocupa a profesores, a padres y a los propios niños. Las conductas agresivas parecen demasiado frecuentes, por lo que es necesario intentar disminuirlas La agresividad infantil es uno de los problemas que más invalidan a padres y maestros puesto que se asocia a manipulación y rebeldía y no se sabe muy bien como se debe actuar ante niños con estos comportamientos, lo cual dificulta el necesario cambio de sus conductas El hecho es que cualquier acto violento acaecido en la escuela, vistos estos como comportamientos de un alumno (a) que involucran amenaza o daño físico, psicológico o social a otro educando (Ortega; Merchán, 1997) provocará, entre muchas otras consecuencias, que los niños - victimas disfruten y se favorezcan menos de las actividades educativas; que los niños - victimas perciban menor utilidad en lo aprendido; que a los otros niños, aquellos que no sufren la violencia, también se les dificulte el aprendizaje; que el hecho de la violencia escolar se constituya como un factor de riesgo para el desarrollo de conductas violentas en esos otros niños; que los profesores y profesoras se sientan sobrepasados por la escalada de la violencia; que las autoridades académicas no encuentren las vías de acción adecuadas para disminuir el problema y, en definitiva, que toda la comunidad educativa experimente los signos negativos de la agresividad provocada en un inicio por algunos niños.

Dentro de todos los tipos de manifestaciones de violencia escolar (que incluyen violencia física y psicológica, directa, indirecta o por omisión), una de las que ha cobrado mayor connotación y ha generado mayor dificultad en su tratamiento educativo, es el acoso escolar, también conocido como Bullying.

El Bullying proviene del inglés bully, que significa matón o agresor, y hace relación a conductas acontecidas en el contexto escolar relacionadas a la intimidación, la tiranización, el aislamiento, la amenaza o el insulto emitidos por un niño victimario sobre un niño víctima. En esta dinámica, el educando que es agredido se convierte en víctima ya que se ve expuesto de forma repetida y durante un tiempo determinado a acciones punitivas que lleva a cabo un compañero o un grupo de ellos.

Entonces, la palabra bullying se utilizará para describir diversos tipos de comportamientos no deseados por niños y adolescentes, los cuales abarcan bromas pesadas, aislamiento, ataques personales, agresión física o abusos serios, de forma permanente.

Además, al igual que en los otros tipos de violencia escolar, el acoso podrá tomar diferentes formas, a saber, físico (empujones, patadas, agresiones con objetos); Verbal (insultos, burlas, menosprecio); psicológico (atacar la autoestima, fomentar el temor) y social (aislar al niño del resto del grupo curso).

Lo relevante de este fenómeno no serán sin embargo estas acciones de violencia reiterativa, sino más bien los efectos que ellas producirán en sus víctimas. Por lo tanto, será esencial, en principio, que los profesores (as) y padres tengan la habilidad y conocimiento para detectar el acoso y así poder tratarlo efectivamente. En este sentido, reconocer las características principales del bullying constituirá un primer paso. Entre estas, podemos mencionar que existe una víctima indefensa atacada por uno o más compañeros; que existe desigualdad de poder o desequilibrio de fuerzas; que representa una situación de indefensión para la víctima; que la agresión es repetida durante un largo período; que la víctima genera expectativas (consecuencias cognitivas) de sufrir nuevos ataques y que generará en la víctima consecuencias en su estado de animo y autoestima, entre otras.

En segundo lugar, será necesario lograr distinguir indicios que den cuenta de la situación de violencia o acoso. En el contexto familiar, estos indicios podrían ser cambios repentinos en el comportamiento; cambios de humor o estado de ánimo, como tristeza, llanto o irritabilidad; trastornos del sueño, como pesadillas, insomnio o hipersomnia; cambios en el apetito; dolores psicosomáticos, como dolores de cabeza, de estómago o vómitos; perdida de o deterioro de pertenencias; hematomas o rasguños; autoaislamiento; querer ser acompañado a la entrada y salida de la escuela y negarse a ir al colegio.

En el contexto escolar, se pueden observar las relaciones de los educandos en el patio y lugares cercanos a la escuela; los dibujos en las puertas de baños y paredes de la escuela; la no participación en actividades o paseos del curso; las risas o burlas repetidas en contra de un determino educando; alumnos que se quejan de ser insultados o agredidos; robos de material escolar; cambios inexplicables de estados de ánimo y de comportamiento; escasa relación con compañeros (as); evidencias físicas de violencia; dolores psicosomáticos; baja del rendimiento escolar; pérdida de concentración y quejas de los padres por no querer ir al colegio.

Una vez realizado el diagnóstico educativo, se pueden diseñar e implementar diversas acciones para, si se confirma la situación de violencia escolar,

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