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El Hombre Que Confundio


Enviado por   •  6 de Enero de 2015  •  3.861 Palabras (16 Páginas)  •  215 Visitas

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El hombre que confundió a su mujer con un sombrer0

primera parte: pérdidas

resumen: Cap.1: El hombre que confundió a su mujer con un sombrero

En este capitulo habla de un músico, y actualmente profesor de música, llamado Dr. P; este señor no sabía diferenciar muy bien las caras y hablaba con los muebles, lo cual la gente lo interpretaba como un principio de ceguera ya que el hombre era mayor.

Pasados tres años se le detectó diabetes. La diabetes puede afectar a la vista por lo cual tuvo que ir al oftalmólogo, que le recomendó que visitase a un neurólogo porque los problemas venían de las zonas visuales del cerebro.

En la primera visita, el neurólogo se llamaba Dr. Sacks. No le detectó ningún problema visual organico, sólo veía algo raro en él y era que cuando hablaba con él, éste le abordaba con los oídos y no con los ojos. Lo interesante era que él no veía muy bien pero por los sonidos sabía todo lo que estaba pasando ahí fuera. Le hizo un examen neurológico y cuando examinaba los reflejos le quito el zapato izquierdo para hacerle el test de reflejos frívolo, luego el Doctor P no se puso el zapato otra vez y cuando le recordó que se tenia que poner el zapato no vio en el suelo. El Dr. Sacks le tuvo que ayudar a ponerse el zapato. El resultado del examen fue que el Doctor P tenia muy buena vista aunque aveces no veía las cosas si quedaban a su izquierda.

Después de esto, el Dr. Sacks le enseñó unas revistas i concreto que el Doctor P no percibia la escena de las imágenes de las revistas en su conjunto, solo veía detalles i no las relacionaba en su conjunto como una escena. Al final de la visita, cuando el Dr. P fue a ponerse su sombrero, cogió a su mujer e intentaba ponérsela como si ella fuese el sombrero.

El Dr. Sacks fue a casa del Dr. P y conversando con el determino que los lobulos temporales del doctor P estaban intectos porque tenia un cortex musical maravilloso. Siguió haciéndole unas cuantas pruebas, esta vez le enseñó unos cubos, la baraja, un libro de caricaturas… no tenia problemas en identificar las formas abstractas. Puso una película sin sonido y el Dr. P no fue capaz ni de identificar el sexo de los personajes. La siguiente prueba consistía en enseñarle unas fotos que él tenía de sus familiares colgadas por la casa, sólo reconoció a Paúl (su hermano) porque tenía una mandíbula y unos dientes distintos a los demás lo cual demostraba que le fallaba la cognición, la gnosis formal.

Más tarde, le dio una flor roja y al Dr. P le costó mucho identificarla hasta que el Dr. Sacks le dijo que la oliese y entonces ya dijo muy seguro que era una flor. La última prueba consistía en enseñarle un guante, el Dr. P lo describió como una superficie plegada sobre sí misma y que era un recipiente, pero en ningún momento sabía que era un guante.

“Hughlings Jackson, hablando de pacientes con afasia y con lesiones del hemisferio izquierdo, dice que han perdido el pensamiento «abstracto» y «proposicional», y los compara a los perros (o compara, más bien, a los perros con los pacientes con afasia). El doctor P. actuaba, en realidad, exactamente igual que actúa una máquina. No se

trataba sólo de que mostrase la misma indiferencia que un ordenador hacia el mundo visual sino que (aun más sorprendente) construía el mundo como lo construye un ordenador, mediante rasgos distintivos y relaciones esquemáticas. Podía identificar el esquema (a la manera de un «equipo de identificación») sin captar en absoluto la realidad.”

Para saber si la imaginación y la memoria visual se conservaban intactas, el Dr. Sacks le dijo que se imaginase una plaza del pueblo y el Doctor P solo enumeraba los edificios que quedaban a su derecha independientemente de la posición que ocupara él en la plaza en que se imaginaba. El Dr. Sacks determino asi, que los déficits del campo visual izquierdo eran tanto internos como externos y bisecionaban su imaginación y su memoria visual.

El Dr. P no reconocía las cosas visualmente, construía un mundo mediante rasgos distintivos y relaciones esquemáticas. Al preguntarle sobre una novela de Tolstoi recordaba tramas pero omitia las características visuales, la narración visual y las escenas. Recordaba lo que decían los personajes pero no sus caras. El Doctor P carecia de realidad sensorial, imaginativa o emocional por lo cual también tenía agnosia interna.

Después jugaron al ajedrez y el Dr. P veía muy bien el tablero e incluso ganó al Dr. Sacks lo cual indicaba que mantenía intacta su vivida imaginacion. el Dr. Sacks vio unos cuadros que había pintado el Dr. P y se dio cuenta que conforme pasaba el tiempo los cuadros pasaban de ser naturalistas y realistas a ser abstractos, geométricos y cubistas lo cual no era una evolución del artista sino de la patología... evolucionaba hacia una profunda agnosia visual, en la que iba desapareciendo toda capacidad de representación e imaginación, todo sentido de lo concreto, todo sentido de la realidad

Lo que sucedía es que el señor P. era incapaz de ver las cosas en su conjunto. Su vista no sufría de ningún problema, lo que sucedía era que no era capaz de conectar lo que veía. Era incapaz de conectar lo que estaba viendo para formar una imagen en su conjunto. Así, simplemente veía algunas de las características del objeto y su cerebro intentaba averiguar qué es lo que era. Cuando hacia sus tareas diarias el señor P se guiaba con las melodías que canturreaba y si perdia el hilo se paralizaba del todo y no reconocia ni la ropa ni la comida. No tenía ninguna imagen corporal, tenía una música corporal: por eso podía desenvolverse y actuar con la facilidad con que lo hacía, pero si cesaba la «música interior», se quedaba absolutamente desconcertado y paralizado. E igualmente con el exterior, el mundo... había perdido completamente el mundo como representación, pero que lo había preservado totalmente como música o voluntad.

En resumen el Doctor P podía formular hipótesis cognitivas pero no podía hacer un juicio cognitivo. Solo gozaba de actitud abstracta y no podía emitir un juicio en general de lo que veia. los procesos mentales, que constituyen nuestro ser y nuestra vida, no son sólo abstractos y mecánicos sino también personales... y, como tales, no consisten sólo en clasificar y establecer categorías, entrañan también sentimientos y juicios continuos. Si no los hay, pasamos a ser como un ordenador, que era lo que le sucedía al doctor P. Y, por lo mismo, si eliminamos sentimiento y juicio, lo personal, de las ciencias cognoscitivas, las reducimos a algo tan deficiente como el doctor P.: y reducimos

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