Ensayo Viktor Frankl

¿Quién fue Viktor Frankl y en qué se basó su vida? ¿En qué punto de su vida determina que el hombre es estudiado a través de su punto de vista psicológico? ¿Cuáles fueron las fases del prisionero que él determinó en el lager, en qué consistían? ¿A través de qué determina que algunas personas sigan perteneciendo a un mundo donde solo existe sufrimiento?

Viktor Emil Frankl, nació el 26 de marzo de 1905 en Austria, Viena. Se desarrolló y formó en un ambiente familiar humilde, donde sus padres judíos les trasmitían a sus tres hijos tradiciones, costumbres, creencias y calor humano. Desde muy temprana edad, debido a un sueño que le sobresalta a sus cuatro años, se cuestiona acerca del sentido de la vida y de cuestiones filosóficas.

Vivenció las dos guerras mundiales, recordando a la primera como la increíble pobreza que abarco a su familia, tanta era su pobreza que a las tres de la mañana de sus once años de edad debía hacer fila en el mercado para conseguir un poco de alimento para su familia y luego ir a la escuela donde siempre se caracterizó por ser un excelente estudiante. Otro suceso a causa de la escasez económica que invadió a la familia Frankl fue que los tres hermanos fueran a mendigar y muchas veces hasta robar calabazas para poder alimentarse.

En su etapa de adolescente Viktor tendía ya a debatir temas filosóficos con filósofos como Martin Heidegger y Karl Jaspers, puesto que para él la filosofía era una parte muy importante en la vida de cada ser humano y debía ser discutida. Visto su interés, también hacia la medicina, decide entrar a la Facultad de Medicina de Viena y especializarse en neurología y psiquiatría.

Al mismo tiempo en el que seguía su formación en medicina, comenzó a estudiar los conceptos psicoanalíticos de Freud, conceptos en los que Viktor no se encontraba de acuerdo con la postura determinista de Freud ni con su visión reduccionista del hombre, por lo que a través de cartas le informa su descontento acerca de sus ideas. Freud por otra parte respondía a todas las cartas enviadas por el joven Frankl, para que un tiempo después Freud invitara a Viktor a publicar su primer artículo en la Revista Internacional de Psicoanálisis.

Algún tiempo transcurrido, Frankl se junta con sus maestros Rudolf Allers y Oswald Schwartz para la iniciación de centros de consulta para atender a los jóvenes afectados por efectos de desempleo, falta de oportunidades, cuadros depresivos, intentos de suicidio y fugas de casa; los mismos fueron ocasionados por problemas producidos de la primera guerra mundial.

Ya para culminar su carrera en medicina, Viktor se une al grupo de Alfred Adler, quien con la idea de la psicología individualista funda la segunda escuela de psicoterapia vienesa. Para Adler el hombre se ve motivado por la búsqueda de poder movido por un complejo de inferioridad, en el que entendemos que debemos someternos, ser influenciados, obligados a obedecer alguna situación, creyéndonos inferiores a los demás para poder encontrar un sentido de subsistencia o de sobrevivencia. Frankl no concuerda con que esta pudiera ser la idea principal de la existencia del hombre y funda la tercera escuela de psicoterapia vienesa, a la que nombra como Logoterapia.

Dentro de sus concepciones, adhiere al aspecto doloroso de la existencia como algo exclusivo a nuestra naturaleza como seres humanos y como una oportunidad para desarrollarnos, aprender más de nuestra existencia y del sentido que le damos. Un ejemplo de esto es cuando a Viktor lo sorprende la segunda guerra mundial (1942), y los grupos nazis le llevan a los lager, mismo sitio donde vive el holocausto y muere su madre, su padre, su hermano, su cuñada y su esposa Tilly con quien estaba esperando un hijo que nunca nació pues los de la SS, le obligaron a abortar.

Viviendo los peores tres años de su vida, puesto que la segunda guerra mundial se dio desde el año 1942 hasta el año 1945, hace que sus experiencias y sus vivencias sean ejemplo de lo que vivió en su estancia en los lagers; de cómo determina que el hombre es estudiado desde un punto de vista psicológico, donde Frankl clasifica al prisionero de los lagers en tres fases, estas fases se iban determinando en cuanto la persona, para sobrevivir debía poseer algún sentido de motivación para subsistir en estas fases.

La primera fase consistía cuando se daba el internamiento del prisionero en el lager, cuando de cierta forma se producía el síntoma del shock, el mismo que hacía que los prisioneros, ya despojados de todas sus pertenencias valiosas vivieran con la incertidumbre de no saber que les ocurriría a continuación, o que por el contrario pensaran con la idea de que a última hora se les considere la ilusión del indulto, mismo que se caracterizaba por ser un mecanismo de amortiguación interna en el que los condenados serían perdonados en escasos momentos de ser ejecutados, o que por el contrario sentían una leve esperanza de que los kapos no les castigarían tan cruelmente y serían salvados.

“Éramos incapaces de captar la auténtica realidad de nuestra condición y se nos escapaba el significado de los acontecimientos” (Frankl, Viktor 1979)

De allí los pocos que habían sobrevivido eran llevados a la cámara de desinfección, en donde eran desnudados y afeitados, y como si ello fuera poco, desprovistos de las pocas cosas de valor que habían conseguido conservar, como el anillo de bodas o alguna medalla, ya sin un objeto en el que se pudieran apoyar de una ilusión de un pronto recuerdo en el que les podía recordar a sus familias, a sus esposas, hijos, incluso hasta en sus amigos, hacía que todas sus esperanzas se desvanecieran y no tuvieran un sentido de vida por el que subsistir; esto a su vez provoca que las personas fueran decayendo a una velocidad increíble, siendo solo un montón de personas débiles con muchas ganas de morir, que por consiguiente si morían en las cámaras de gas les aliviarían el tormento de suicidarse, aunque ciertamente en los lager se perdía el miedo a la muerte.

Se puede ver como pasaron mucho sufrimiento y necesidades, puesto que pensamos que lo que en la vida cotidiana resultaba imprescindible, en el lager no lo era: los prisioneros no dormían el número de horas determinado para

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