Ensayo sobre Funciones Cognitivas

Ensayo sobre Funciones Cognitivas en el proceso de Aprendizaje

El cerebro es el órgano más poderoso del cuerpo pues regula todas nuestras actividades, procesa toda la información, actividad y acciones que se efectúan, gestiona cualquier movimiento que se realice, intencionado o no.

El cerebro está conformado por células nerviosas denominadas neuronas las cuales están interconectadas para compartir la información. Así por ejemplo, al sonar el teléfono, las células encargadas del oído se conectarán entre ellas para pasar la información a las neuronas encargadas de mover los músculos, que mediante los nervios del cuerpo enviarán una orden a las piernas, para que caminen hasta el teléfono, y a las manos, para que descuelguen el aparato y lo acerquen a la oreja.

Esta cadena de estímulos y movimientos, tan instantáneas y normalizadas, está formada por una compleja red de impulsos que necesita mucha energía para funcionar adecuadamente.

Nuestro cerebro, además de regular todas las actividades, también es el responsable de los procesos mentales necesarios para desarrollar las actividades diarias.  Estos procesos son denominados funciones cognitivas, las cuales pueden mencionarse como:

• Atención y concentración: Audición y atención.
• Percepción y Reconocimiento: Reconocimiento de Personas y objetos.
• Orientación: Ubicación y desplazamiento.
• Memoria: Aprender y razonar.
• Funciones ejecutivas: Planificar actividades.
• Lenguaje: Comunicación y expresión.
• Cálculo: procesamiento de la información.

Todas estas actividades que se ejecutan diariamente requieren que las funciones cognitivas se activen, por eso es tan importante mantener la salud mental y física.

De esta manera puede inferirse que las estructuras cognoscitivas son los conocimientos que en un momento determinado posee un individuo acerca del ambiente y están constituidos por conceptos, categorizaciones, principios y generalizaciones. El aprendizaje, por su parte, consiste en modificar las estructuras cognoscitivas y añadir significados. Un aprendizaje significativo se asimila y retiene con facilidad, a base de organizadores o esquemas previos que jerarquizan y clasifican los nuevos conceptos que se van generando a través de este aprendizaje.

El aprendizaje consiste en asimilar experiencias nuevas para que pase a ser parte de nuestra vida, a través de este proceso se obtienen nuevos conocimientos, habilidades o aptitudes generadas por experiencias vividas que producen algún cambio en nuestro modo de ser o de actuar.

Hoy en día, es incuestionable que las funciones cognitivas son necesarias para enfrentarse con éxito a las demandas que trae consigo el aprendizaje. Desde que nace cada individuo aprende de los eventos cotidianos que le rodean, sin embargo, es cuando ingresa a la escuela en donde el aprendizaje se torna realmente formal, así como la adquisición de la lectura y escritura, conocimientos básicos sobre matemáticas y ciencias, que requieren de atender, comparar, diferencias y buscar semejanzas para lograr asociar e integrar las nuevas ideas con las ya existentes (Aronen, Vountela, Steenari, Salmi, &  Carlson, 2005; Bull & Scerif, 2001; Rosselli,  Jurado, & Matute, 2008).

Para que la conducta humana se adapte a los cambios constantes que genera el ambiente, como sucede en el contexto del aprendizaje, se requiere principalmente de la atención y la memoria (Aronen et al., 2005; Chun & Turk-Browne, 2007; Lezak, 1995).  Además de guardar una estrecha relación entre sí, estos dos procesos son condiciones previas indispensables para el funcionamiento adecuado de otros dominios cognitivos, como es el caso de las funciones ejecutivas (Bull, Johnson, & Roy, 1999; Bull & Scerif, 2001; Rosselli et al., 2008; Lezak, 1995).

La atención se define como la cantidad de información que puede ser atendida y respondida en un periodo de tiempo definido (i.e., Broadbent, 1954) y es el prerrequisito para que los organismos puedan adquirir nueva información para que sea almacenada durante intervalos cortos y/o largos del conocimiento de eventos presentes o pasados y, posteriormente, ser evocada, es decir, para la memoria (Tulving, 1987). Pese a ello, la forma más efectiva de atender, codificar, almacenar y retener la información es a través de las funciones ejecutivas que incluyen conductas dirigidas hacia una meta u objetivo, como la resolución de problemas, inhibición, planeación, generación y uso de estrategias, flexibilidad de pensamiento y memoria de trabajo (Sohlberg & Mateer, 1989; Stuss & Alexander, 2000).

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