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Funciones Cognitivas

sandra208712 de Mayo de 2014

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Definición tipologías, componentes y modelos teóricos sobre las funciones ejecutivas.

Concepto

Definidas como habilidades de alto orden implicadas en la generación, la regulación, la ejecución efectiva y el reajuste de conductas dirigidas a objetivos

los principales modelos explicativos de su funcionamiento y los avances en su evaluación. Se presenta una visión actualizada e integradora de las distintas aproximaciones conceptuales y aplicaciones derivadas de la investigación neuropsicológica en funciones ejecutivas siguiendo una aproximación multicomponente que postula que existen múltiples procesos ejecutivos interactivos.las funciones ejecutivas constituyen mecanismos de integración intermodal e intertemporal que permiten proyectar cogniciones y emociones desde el pasado hacia el futuro con objeto de resolver situaciones novedosas y complejas.

Conceptualización, modelos teóricos y sustratos cerebrales de las funciones ejecutivas

Definición y características fundamentales Las funciones ejecutivas son un conjunto de habilidades implicadas en la generación, la supervisión, la regulación, la ejecución y el reajuste de conductas adecuadas para alcanzar objetivos complejos, especialmente aquellos que requieren un abordaje novedoso y creativo Ya que en la vida diaria la mayoría de las situaciones que afrontamos son diferentes entre sí y, además, tienden a evolucionar y complejizarse. conforme nos desarrollamos como adultos con nuevos intereses y responsabilidades, los mecanismos ejecutivos se ponen en marcha en una amplísima variedad de situaciones y estadios vitales y su competencia es crucial para un funcionamiento óptimo y socialmente adaptado. Los objetivos abordados por las funciones ejecutivas pueden ser tanto de naturaleza cognitivaUna de las principales características de las funciones ejecutivas es su independencia del “input”, es decir, los mecanismos ejecutivos coordinan información procedente de distintos sistemas de entrada (percepciones de distintas modalidades sensoriales), procesamiento (atención, memoria o emociones) y salida (programas motores). En este sentido, las funciones ejecutivas son responsables tanto de la regulación de la conducta manifiesta como de la regulación de los pensamientos, recuerdos y afectos que promueven un funcionamiento adaptativo. Por otro lado, con el propósito de alcanzar los objetivos planteados, los mecanismos ejecutivos se coordinan tanto para recuperar información almacenada en el pasado (mecanismos de acceso y recuperación de información) como para estimar y anticipar los posibles resultados de distintas opciones de respuesta en el futuro mecanismos de planificación, intención demorada y toma de decisiones.algunos componentes de la memoria (memoria de trabajo o memoria prospectiva). Desde nuestro punto de vista, las funciones ejecutivas se nutren tanto de recursos atencionales como de recursos mnésicos, pero su función es la de proporcionar un espacio operativo y un contexto de integración de estos procesos con objeto de optimizar la ejecución en función del contexto actual (externo, interoceptivo y metacognitivo) y de la previsión de nuestros objetivos futuros. Por tanto, las funciones ejecutivas constituyen mecanismos de integración intermodal e intertemporal, que permiten proyectar cogniciones y emociones desde el pasado hacia el futuro con objeto de encontrar la mejor solución a situaciones novedosas y complejas. Las funciones ejecutivas muestran importantes deterioros en pacientes con lesiones que afectan a la corteza frontal, lo que ha llevado a considerar esta región como el principal sustrato neuroanatómico de estas habilidades. No obstante, son necesarias dos precisiones a esta idea; por un lado, los estudios de pacientes lesionados y de neuroimagen funcional han demostrado que las funciones ejecutivas requieren de la participación conjunta de sistemas dinámicos integrados por la corteza frontal, distintas regiones corticales posteriores y otras estructuras paralímbicasEn el contexto de la diversidad funcional de la corteza frontal se enmarca uno de los debates cruciales sobre la naturaleza de las funciones ejecutivas, el de si constituyen un constructo unitario o bien un sistema de procesamiento múltiple con distintos componentes independientes aunque interrelacionados. Hoy día el debate parece inclinarse hacia la segunda hipótesissi bien aún existe controversia sobre si las funciones ejecutivas son mecanismos funcionalmente inespecíficos pero altamente adaptables –una noción similar a la del factor G de inteligencia La visión de las funciones ejecutivas como un sistema inespecífico y adaptable asume que no existen, a priori, regiones especializadas en el desempeño de funciones particulares sino que más bien distintas áreas de la corteza prefrontal responden de manera coordinada cuando el sistema debe resolver nuevos retos. En este sentido, las funciones ejecutivas se solapan con el concepto de inteligencia fluida, o la capacidad para adaptar de manera óptima nuestros recursos cognitivos en función de las demandas cambiantes del entorno. Esta visión asume que para resolver de manera eficiente tareas complejas el sistema ejecutivo debe tener un cierto grado de redundancia (los mismos procesos pueden ser abordados por varias regiones cerebrales) y entropía (estas regiones pueden organizarse de manera muy diversa en función de las demandas de la tarea y las condiciones contextuales). La visión de las funciones ejecutivas como un sistema relativamentemodular y multi-proceso asume que distintas divisiones funcionales dentro de la corteza prefrontal son especialistas en la implementación de distintos procesos ejecutivos que son relativamente independientes y disociables, por lo que lesiones en regiones específicas pueden producir deterioros desproporcionadamente más robustos en los procesos en los que son especialistas. Esta noción no implica que los procesos ejecutivos estén encapsulados en regiones concretas sino que determinadas divisiones funcionales de la corteza prefrontal, y sus conexiones con otras regiones corticales y subcorticales, presentan una asociación más robusta con determinados procesos ejecutivos, como demuestra de manera convincente la literatura neuropsicológica en pacientes con lesiones focalesPor tanto, esta visión no es en absoluto incompatible con la evidencia de que tras una determinada lesión cerebral otras regiones cerebrales puedan asumir o compensar las funciones que las regiones lesionadas implementaban. Asumiendo la tesis con mayor apoyo empírico, la del sistema de procesamiento múltiple, la cuestión central pasa a ser la de cuáles son y cómo se organizan los procesos que conforman las funciones ejecutivas. En este respecto, la evidencia empírica proviene principalmente de dos tipos de aproximaciones metodológicas:

 el estudio neuropsicológico de pacientes con lesiones focales en distintas regiones del lóbulo frontal

 el análisis factorial de los tests neuropsicológicos que miden funciones ejecutivas. Desde la aproximación del estudio de pacientes lesionados, Stuss y colaboradores han desarrollado una metodología destinada a determinar si las lesiones en diferentes regiones frontales pueden producir disfunciones específicas que pueden hacerse observables en función de las demandas de la tarea

Para testar el modelo han utilizado tanto pruebas clásicas de funciones ejecutivas como una nueva batería de tareas centradas en la medición de distintos procesos atencionales simples y complejos .Las conclusiones de estas investigaciones indican que existen tres procesos frontales-ejecutivos disociables: energización, el proceso de iniciar y mantener cualquier respuesta, la habilidad de establecer relaciones entre estímulos y respuestas y monitorización, que consiste en la supervisión de control de calidad y el reajuste de la ejecución a lo largo del tiempo. Los procesos de energización son fundamentales para mantener la concentración en una tarea particular, están implicados en la ejecución de tests clínicos de funciones ejecutivas, como los de fluidez verbal o el test de Stroop y se relacionan con el funcionamiento del área frontal superior medial. Los procesos de fijación de tarea son fundamentales para orientar la ejecución en función de las demandas de la tarea, están implicados en la ejecución de tareas como el TCTW (pérdida de set) o el aprendizaje de listas de palabras (falsos positivos en recuerdo libre) y se relacionan con el funcionamiento de la corteza frontal lateral izquierdo.

los procesos de monitorización son fundamentales para detectar discrepancias entre la respuesta conductual y la realidad exterior, de modo que cuando se detecta una anomalía se procede a interrumpir o a modular el programa de respuesta activo. Estos procesos están implicados en los fallos de ejecución observables en distintas tareas, como las perseveracionesdel TCTW o de los tests de fluidez verbal o los errores de recolección de información en tareas de memoria episódica y se relacionan con el funcionamiento de la corteza frontal lateralbasándose también en la evidencia procedente de estudios en pacientes con lesiones focales, postula que el giro frontal inferior es la estructura clave de este circuito de monitorización, inhibición y cambio.

Modelos teóricos de funcionamiento ejecutivo

En proporción ajustada a la complejidad del constructo, se han propuesto múltiples modelos de funcionamiento ejecutivo. Se podría clasificar estas aproximaciones teóricas en cuatro grupos:

 modelos de procesamiento múltiple basados en la noción de modulación jerárquica arriba-abajo (“top-down”)

 modelos de integración temporal orientada a la acción relacionados con el constructo de memoria

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