Escala Psicomotricidad

"Escala de Evaluación de la Psicomotricidad".

Administración:

Duración de la prueba: 35 - 45 minutos.

Niño: MTA

Fecha de nacimiento del niño: 16 de Julio de 2008.

Edad: 5 años.

1.Introducción.

Una correcta direccionalidad en el desarrollo Psicomotor del niño es fundamental para su desarrollo intelectual, afectivo y social, ya que favorece la relación con su entorno, estableciendo necesidades e intereses y diferencias individuales.

A nivel motor, permitirá al niño dominar su movimiento corporal. A nivel cognitivo, permitirá la mejora de la memoria, la atención, concentración y la creatividad. A nivel social y afectivo, permitirá conocer y afrontar los miedos y relacionarse con los demás.

Por ello, determinar un correcto desarrollo Psicomotor en la edad preescolar es imprescindible para anticipar y prever posibles problemas de aprendizaje y para corregir y/o anticipar posibles deficiencias que presente.

B. J. Cratty (1974), Las habilidades físicas desarrolladas en el juego y en periodos más estructurados de educación física, mejorarán los sentimientos generales de eficiencia en el niño.

Las destrezas motrices creativas fomentadas por medio de diversas

formas de expresión artística y de juegos motores en los que se estimula un

comportamiento selectivo en los niños, probablemente desembocarán en

una participación más activa y cualitativa en todos los aspectos de

interacción social que prevalecen en las escuelas elementales.

Los niños activos, si están demasiados tiempos quietos y encerrados,

seguramente aprenderán con menos entusiasmo las tareas de clase.

El desarrollo Psicomotor se refleja a través de la capacidad de movimiento a medida que las estructuras del cuerpo y sus funciones se hacen más complejas. Esta maduración sigue dos patrones de crecimiento: El Cefalocaudal (de la cabeza a los pies) y el Próximodistal (control de las partes que están más cerca del eje corporal).

Patrones típicos llamados Normas describen las edades en las que aparecen los atributos y habilidades importantes. Los niños normales pueden variar ampliamente según el aspecto de cada norma.

1. Esquema corporal

2. Lateralidad

3. Equilibrio

4. Espacio

5. Tiempo-Ritmo

• Motricidad gruesa.

• Motricidad fina.

1. Esquema Corporal: Es el conocimiento y la relación mental que el niño tiene de su propio cuerpo.

El desarrollo del área permite que los niños se identifiquen con su propio cuerpo, que se expresen a través de él, que lo utilicen como medio de contacto, sirviendo como base para el desarrollo de otras áreas y el aprendizaje de nociones como adelante-atrás, dentro-fuera o arriba-abajo, ya que están referidas a su propio cuerpo.

2. Lateralidad: Es el predominio funcional de un lado del cuerpo, determinado por la supremacía de un hemisferio cerebral derecho o izquierdo. El niño estará desarrollando las nociones de derecha e izquierda tomando como referencia su propio cuerpo y fortalecerá la ubicación como base para el proceso de lectoescritura. Es importante que el niño defina su lateralidad de manera espontánea y nunca forzada.

3. Equilibrio: Es considerado como la capacidad de mantener la estabilidad mientras se realizan diversas actividades motrices. Esta área se desarrolla a través de una ordenada relación entre el esquema corporal y el mundo exterior.

4. Estructuración espacial: Esta área comprende la capacidad que tiene el niño para mantener la constante localización del propio cuerpo, tanto en función de la posición de los objetos en el espacio como para colocar esos objetos en función de su propia posición. Comprende también la habilidad para organizar y disponer los elementos en el espacio, en el tiempo o en ambos a la vez. Las dificultades en esta área se pueden expresar a través de la escritura o la confusión entre letras.

5. Tiempo y Ritmo: Las nociones de tiempo y de ritmo se elaboran a través de movimientos que implican cierto orden temporal y desarrollan nociones temporales como: rápido, lento; orientación temporal como: antes-después y la conciencia de los movimientos.

6. Motricidad: Está referida al control que el niño es capaz de ejercer sobre su propio cuerpo. La motricidad se divide en gruesa y fina:

• Motricidad gruesa: Referida a la coordinación de movimientos amplios como: rodar, saltar, caminar, correr, bailar, etc.

• Motricidad fina: Implica movimientos de mayor precisión que son requeridos especialmente en tareas donde se utilizan de manera simultanea el ojo y la mano: rasgar, cortar, pintar, colorear, enhebrar, escribir, etc.

Un buen desarrollo psicomotor permite predecir un correcto aprendizaje en la edad preescolar del niño. Así, diversos autores se han referido a la relación que existe entre motricidad y aprendizaje:

“Bryan y Harter”, fueron los primeros en establecer una estrecha relación

entre los procesos de símbolos (habilidades lingüísticas) y procesos

perceptivo-motores (habilidades motrices).

“Bruner (1973)”, da gran importancia al desarrollo de la coordinación manual

que considera ligada íntimamente a las capacidades intelectuales del

niño.

“Cratty”, investigó las relaciones existentes entre habilidades motrices y

habilidades intelectuales, estableciendo una correlación directa en el

mejoramiento de ambas, siempre que las habilidades motrices implicaran

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