FUNDAMENTOS NEUROPSICOLÓGICOS DEL APRENDIZAJE

FUNDAMENTOS NEUROPSICOLÓGICOS DEL APRENDIZAJE

Se entiende que los procesos cognitivos básicos son aquellos procesos mentales que reciben, interpretan y almacenan la información que llega al cerebro. Estos procesos son: la sensación: los sentidos captan los estímulos del medio ambiente; la percepción: procesamiento e interpretación de los estímulos recibidos por el sistema nervioso central; la atención: permite seleccionar la información y dirigir todos los procesos mentales hacia ellos y la memoria que ayuda almacenar y recuperar la información previamente guardada (Procesos psicológicos Básicos, 2011). De otra parte, también se dan en la mente unos procesos más complejos llamados superiores, los cuales “nos ayudan a resolver problemas, tener una visión más clara de la realidad y lo más importante, determinar algunos factores de nuestra conducta” (Cambier y Masson, 1975). Estos procesos son propios de la mente humana y son, a saber: la inteligencia, el pensamiento y el lenguaje. Ahora bien, todos estos procesos se encadenan e implican entre sí, a tal punto que, el desarrollo de cada uno facilita la realización de los demás. De esta manera entonces, bien puede decirse que “las funciones básicas son la base para las funciones superiores y están involucradas directamente con las mismas” (p. 43) El aprendizaje se logra entonces mediante el encadenamiento de estos procesos cognitivos ocurridos en la mente. Los seres humanos llegamos a poseer habilidades cognitivas (procesos cognitivos superiores) gracias a procesos cognitivos básicos que se desarrollan desde la más temprana infancia. Por medio de estos procesos mentales superiores conocemos y entendemos el mundo que nos rodea, procesamos información, elaboramos juicios, tomamos decisiones y comunicamos nuestro conocimiento a los demás (Álvarez, 2011).

De manera resumida, bien podemos decir que el aprendizaje en el ser humano se da de la siguiente manera: A través de los procesos de sensación mediante los receptores sensoriales percibimos el mundo físico que nos rodea, es decir, distinguimos, interpretamos y organizamos la información recibida a través de los sentidos. Luego para el desarrollo de la percepción es necesario que focalicemos las percepciones en estímulos determinados y esto lo logramos mediante los procesos de atención. Seguidamente, se hace necesario que almacenemos, codifiquemos y recuperemos cuando sea necesario la información que se ha recibido y esto es posible gracias a los procesos de memoria. Finalmente, estos procesos cognitivos simples se constituyen en la base de los procesos cognitivos superiores que desarrollamos: El lenguaje, el pensamiento y la inteligencia. De esta manera, podemos afirmar que “cuando existen dificultades para atender, percibir y recordar es cuando el niño presenta problemas en el aprendizaje, más expresamente en la adquisición del lenguaje, la lectura-escritura y otras materias importantes para la etapa escolar y para su desempeño en general” (Procesos psicológicos Básicos, 2011).

Teniendo en cuenta que en la mente humana se presentan toda esa serie de procesos cognitivos que nos llevan a aprender y que dichos procesos se suceden y se implican entre sí como un engranaje de piñones que hace posible el aprendizaje, podemos afirmar que ninguno de estos procesos por sí solo hace posible la adquisición del conocimiento en el sentido estricto de la palabra, pues solo puede aprender el ser humano si en su mente se realizan todos estos procesos sin ninguna alteración. Ciertamente, en su mayoría, los procesos psicológicos básicos que describimos antes, son propios de todos los animales y en ese sentido se constituyen en simples procesos naturales de los seres vivos, no obstante, en los seres humanos esos procesos simples son los primeros presupuestos o la base de los complejos procesos mentales que nos diferencian del resto de los seres vivos, a saber: el pensamiento, el lenguaje y la inteligencia. Así pues, aunque compartimos con el resto de los animales algunos procesos cognitivos simples sin embargo, el cerebro humano está capacitado, como en ningún otro ser vivo, para almacenar, decodificar e interpretar los conocimientos adquiridos de una manera única y singular. Solo el ser humano

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