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Fundamento De La Capacidad De Enseñar Y Aprender


Enviado por   •  16 de Febrero de 2013  •  2.672 Palabras (11 Páginas)  •  545 Visitas

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CAPITULO XVI

EL ORDEN QUE ESTABLEZCAMOS PARA LAS ESCUELAS DEBEMOS TOMARLO DE LA NATURALEZA; Y HA DE SER TAL QUE NINGUNA CLASE DE OBSTÁCULOS PUEDA ALTERARLE

El método de enseñar y aprender, es realmente cierto que el arte nada puede si no imita a la naturaleza.

Hay que buscar en la naturaleza los fundamentos del arte, la cual nos demuestra con los ejemplos de navegar, volar, emitir sonidos, de estallar, de llevar las aguas por donde queramos y de medir el tiempo.

El arte nada puede si no imita a la naturaleza. De ello, podemos decir que la idea universal del arte de aprender y enseñar todas las cosas, no debemos ni podemos tomarle de otra parte que no sea la enseñanza de la naturaleza; buscando que la naturaleza sea una guía en la que se puedan imitar sus procedimientos.

A continuación se presentan cinco virtudes para llegar a la cumbre de la ciencia:

 La brevedad de la vida, que hace que a menudo seamos arrebatados en la misma presentación de la vida.

 La extensa y difusa multitud de cosas que se someten a la consideración de nuestro espíritu, por lo que es sumamente laborioso encerrar todas en nuestro entendimiento.

 La falta de ocasiones de aprender las buenas artes o su rápida desaparición, si alguna vez se nos presentan.

 El embotamiento de nuestro entendimiento y la obscuridad del juicio, que motiva muchas veces que nos tengamos en la corteza, sin penetrar hasta la médula de las cosas.

 Por último, si alguno, a fuerza de larga observación y repetidos experimentos, quisiera conocer las verdaderas esencias de las cosas, hallará que es trabajoso en extremo a la vez dudoso e incierto.

Dios quiso que hubiera en beneficio nuestro que las cosas fuesen muchas, con el fin, sin duda, de que hubiese mucho que nos ocupase, ejercitase e instruyese. Los experimentos inciertos, para que se requiera atención y tengamos necesidad de desentrañar las cosas con mayor esfuerzo. El juicio de las cosas difícil, para que se agudice la diligencia y resolución de conocerlas, esto con el fin de hacer más patente la sabiduría.

CAPÍTULO XV

FUNDAMENTOS DE LA PROLONGACIÓN DE LA VIDA.

La vida está larga si está llena. Se llena cuando el alma procura su bien y se hace dueña de sí misma. Dos son los remedios para nosotros y nuestros hijos que podemos aplicar a las quejas de la brevedad de la vida. Procurar en cuanto sea posible que:

El cuerpo se defienda de las enfermedades y la muerte.

Estamos obligados a defender nuestro cuerpo de las enfermedades y los peligros

Preparemos nuestro entendimiento para administrar sabiamente todas las cosas.

Porque el cuerpo no es solamente del alma, sino que su organismo, sin el cual no podemos oír, ver, hablar, ni hacer nada ni siquiera pensarlo. Hay que procurar mente sana en cuerpo sano.

Para conservar que el vigor de la salud no hemos solamente de procurar que el alimento sea moderado, sino que también sea sencillo. Debemos de proponernos respirar frecuentemente y tener descansos.

Gran parte de la buena organización de las escuelas será la acertada distribución del trabajo y el reposo, o sea de las vacaciones, recreo y labores. Aumenta un poco a lo poco y al poco, añádale un poquito. Así en breve tiempo reunirás un gran montón.

CAPÍTULO XVI

REQUISITOS GENERALES PARA APRENDER Y ESEÑAR, ESTO ES: DE QUÉ MODO DEBEMOS DE ENSEÑAR Y APRENDER CON TAL SEGURIDAD QUE NECESARIAMENTE HAYAN DE EXPERIMENTARSE LOS EFECTOS.

El efecto de las cosas naturales se efectúa espontáneamente, de igual modo se procede en lo artificial. Lo prueba la destreza del arte de plantar. El método de enseñar ha de fundarse en el arte, ya que existe paralelo entre lo natural y artificial.

FUNDAMENTO I: LA NATURALEZA APROVECHA EL TIEMPO FAVORABLE

Nada acontece fuera de su tiempo. Podemos ver ésta imitación en los huertos y en las construcciones. Por ejemplo el arquitecto experto que tiene la necesidad de guardar un orden para escoger las maderas, abrir las zanjas, construir los muros, levantar las paredes, etc.

De dos maneras se puede faltar a este fundamento en las escuelas:

- No utilizando el tiempo adecuado para el desarrollo del entendimiento.

- No disponiendo luego de los ejercicios con al cuidado que todo se verifique infaliblemente por sus pasos contados.

En la vejez es ya demasiado tarde para la enseñanza. Porque el entendiento y la memoria van hacia su ocaso.

Conclusiones:

I. La formación del hombre debe empezarse en la primavera de la vida; esto es, en la niñez. (La niñez nos representa la primavera; la juventud, el estío; la virilidad, el otoño, y la vejez, el invierno.)

II. Las horas de la mañana son las más adecuadas para los estudios (porque la mañana semeja la primavera; el medio día, el verano; la tarde, el otoño, y la noche el invierno).

III. Todo cuanto se ha de aprender debe escalonarse conforme a los grados de la edad, de tal manera que no se proponga nada que no esté en condiciones de recibir.

FUNDAMENTO II :La Naturaleza prepara la materia antes de empezar a adaptarle la forma.

Por ejemplo: El ave, al producir un nuevo ser, primeramente concibe el germen de una gota de su sangre; después hace el nido en que ha de poner los huevos, y por último, incubándolos, los empolla y saca.

Así el arquitecto experto, antes de empezar la construcción del edificio, reúne bastante cantidad de piedras, cal, hierro y otros elementos, para que luego no se retrasen las obras por falta de material o por dicha causa peligre la solidez de las mismas.

Contra este fundamento pecan las escuelas:

I. Porque no cuidan de tener dispuestos para el uso sus instrumentos de trabajo: libros, tablas, modelos, ideas, etc. sino que a medida que van necesitando una u otra cosa, la adquieren, hacen, dictan, transcriben, etc., siendo así que lo que convenía era tener dispuestos los medicamentos para administrarlos al momento en cada caso.

II. Porque en los mismos libros que tienen las escuelas no se guarda el orden natural de que preceda la materia y siga la forma. Precisamente en todo se hace lo contrario, la distribución de las cosas se efectúa antes de las cosas mismas, siendo así que es imposible ordenar sin poseer antes lo que debe ponerse en orden.

1) Las escuelas enseñan las palabras antes que las cosas, porque entretienen el entendimiento durante algunos años con las artes del lenguaje y después, siendo así que las cosas son la substancia y las palabras el accidente. Deben presentarse juntamente unas y otras al entendimiento humano; pero en primer lugar las cosas, puesto que son el objeto, tanto del entendimiento como de la palabra.

2) Después, en el mismo estudio de las lenguas ha sido siempre cosa corriente empezar, no por algún buen autor y por un diccionario sabiamente ilustrado, sino por la gramática; cuando los autores supeditan las palabras a la materia de lo tratado, la gramática añade tan sólo la forma, dando leyes para construir, ordenar y enlazar las palabras.

3) En el conjunto de disciplinas o enciclopedias, ponen siempre en primer lugar las artes, y hacen seguir muy detrás las ciencias y la moral, cuando éstas son el módulo de las primeras.

4) Finalmente, exponen las reglas en abstracto y después las aclaran con los ejemplos, sin tener en cuenta que la luz debe ir delante de lo que tiene que alumbrar.

De aquí se deduce que para corregir el método conforme al fundamento que acabamos de exponer, se requiere:

I. Que estén de antemano dispuestos los libros y demás instrumentos.

II. Que se forme el entendimiento antes que la lengua.

III. Que ninguna lengua se aprenda por la gramática, sino ,mediante el uso de autores adecuados.

IV. Que las enseñanzas reales vayan antes que las orgánicas.

V. Que los ejemplos precedan a las reglas.

FUNDAMENTO III: La Naturaleza toma para sus operaciones los sujetos a propósito, o también para hacerlos aptos los prepara antes adecuadamente.

El arquitecto, después de escoger algunos buenos maderos, los deja secar, desbasta, sierra; luego allana la superficie, la limpia, construye los muros o repara y consolida los antiguos para que sirvan de nuevo.

Se ha pecado contra este fundamento en las escuelas, no tanto admitiendo en ellas a los obtusos y necios (sabida es nuestra opinión de que toda la juventud debe ser recibida), sino:

1. No transplantando estas plantas a los viveros; esto es, no reuniéndolos completamente en las escuelas, ya que los que han de ser transformados en hombres no deben salir del taller antes de su total formación.

2. Porque muchas veces intentaron injertar los plantones de las ciencias, costumbres y piedad antes de que el mismo patrón echase las raíces, es decir, antes de excitar el deseo de aprender en aquellos a quienes la Naturaleza no se lo despertó.

3. Porque no podaron los arbolillos o patrones antes de la plantación; esto es, no limpiaron el espíritu de ocupaciones superfluas, sujetándolos con prudencia por medio de la disciplina y obligándolos a adquirir el orden.

Después de lo cual:

I. Todo el que en la escuela ingrese, tenga perseverancia.

II. Para cualquier estudio que haya de emprenderse hay que preparar el espíritu de los dicípulos.

III. Hay que despojar de impedimentos a los discípulos. Para nada sirve dar preceptos si antes no remueves los obstáculos a lo que preceptúas, dice Séneca.

FUNDAMENTO VIII: La Naturaleza así que comienza no cesa hasta terminar.

El pintor al comenzar un retrato procederá convenientemente si continúa la obra. Así los colores se mezclan mejor y con más firmeza se adhieren.Por la misma razón es bueno apresurar continuamente hasta su terminación la construcción de un edificio.

De lo cual se deduce que se procede dañosamente si los niños van periódicamente con intervalos de meses o años a la escuela y durante otros períodos se dedican a otros asuntos. Lo mismo si el Preceptor comienza con el discípulo ahora una cosa luego otra, sin llevar nada hasta el fin seriamente. También si no se propone y termina algo en cada hora de modo que resulte un patente adelanto en cada vez. Donde falte tal entusiasmo, se enfriará todo. No se dice en balde: Hay que forjar el hierro mientras está caliente.

Por lo tanto:

I. Al que haya de ir a la escuela reténgasele en ella hasta que se convierta en hombre erudito, de buenas costumbres y religioso.

II. La escuela debe estar en lugar tranquilo, separado de las turbas y barullos.

III. Lo que, según esté establecido, haya que hacer, hágase sin interrupción alguna.

IV. No deben otorgarse a nadie salidas ni vagancias (bajo ningún pretexto).

FUNDAMENTO IX: La Naturaleza evita diligentemente lo contrario y nocivo.

El arquitecto conserva secas, en cuanto le es posible, las maderas, paredes y la cal, y no deja que se destruya o deshaga lo que ya está edificado.

CAPÍTULO XVII

FUNDAMENTOS DE LA FACILIDAD PARA ENSEÑAR Y APRENDER. Siguiendo las huellas de la Naturaleza hallaremos que fácilmente puede instruirse a la juventud si:

I. Se comienza temprano antes de la corrupción de la inteligencia.

II. Se actúa con la debida preparación de los espíritus.

III. Se procede de lo general a lo particular.

IV. Y de lo más fácil a lo más difícil.

V. Si no se carga con exceso a ninguno de los que han de aprender.

VI. Y se procede despacio en todo.

VII. Y no se obliga al entendimiento a nada que no le convenga por su edad o por razón del método.

VIII. Y se enseña todo por los sentidos actuales.

IX. Y para el uso presente.

X. Y siempre por un solo y mismo método.

FUNDAMENTO I: La naturaleza empieza siempre por la privación

El arquitecto necesita para edificar la casa que el terreno esté libre y desembarazado, y si hubiera de construirla en el lugar que ocupaban otras, debe previamente demolerías.

De lo cual se deduce: Primero. Que los entendimientos tiernos, aun no acostumbrados a distraerse en otras ocupaciones, son más a propósito para recibir con facilidad las enseñanzas de la sabiduría. Y cuanto más tardíamente se empiece la formación mayor será la dificultad que se encontrará, por estar ya la mente ocupada con otras cosas. Segundo. Los niños no pueden ser instruidos provechosamente por muchos Preceptores a la vez, porque no es probable que todos tengan la misma manera de enseñar, lo cual es causa de distracción para sus tiernos entendimientos y un obstáculo para su formación. En tercer lugar, obran con ignorancia los que al encargarse de muchachos mayores y adolescentes para educarlos no empiezan por la formación de las costumbres, con el fin de que, domadas sus pasiones, sean aptos para todo lo demás. Y Cicerón: La filosofía moral prepara los ánimos para recibir las semillas, etc.

I. La formación de la juventud empiece temprano.

II. No debe haber más que un solo Preceptor para el mismo discípulo en cada materia.

III. Antes de nada procúrese la armonía de las costumbres al arbitrio del formador.

FUNDAMENTO II: La Naturaleza predispone la materia para hacerle apetecer la forma.

Así el pollo suficientemente formado dentro del huevo buscando la mayor perfección se mueve, quiebra el cascarón o le rompe con el pico.

Por lo cual dice Isócrates: Si eres ávido de aprender, llegarás a ser erudito. Y Quintiliano: El deseo de aprender se apoya en la voluntad que no puede ser obligada.

I. Por todos los medios hay que encender en los niños el deseo de saber y aprender.

II. El método de enseñar debe disminuir el trabajo de aprender de tal modo que no haya nada que moleste a los discípulos ni los aparte de la continuación de los estudios.

El deseo de aprender puede encenderse en los niños y ser fomentado por los padres, los preceptores, la escuela, las cosas mismas, el método y los gobernantes. Por los padres, si con frecuencia enlazan la erudición y alaban a los eruditos; si para estimular a sus hijos les prometen bellos libros, vestidos o alguna otra cosa agradable; si los encomiendan a un preceptor de tan insigne erudición como humanidad para los discípulos

Por los preceptores, si son afables y bondadosos, sin espantar los espíritus con su sombría seriedad; atrayéndolos, por el contrario, con su paternal afecto, modales y palabras; si hacen agradables los estudios que emprendan por su importancia, amenidad y facilidad. En una palabra: si tratan a los discípulos con amor, fácilmente robarán su corazón de tal modo que prefieran estar en la escuela mejor que en su casa.

CAPÍTULO XVIII

FUNDAMENTO DE LA SOLIDEZ PARA APRENDER ENSEÑAR Y APRENDER.

Si investigas las causas, hallaras que es doble, o porque las escuelas se dedican a lo endeble y frívolo, dejando lo fundamental.

Debemos pedir al método natural el remedio de ambas.

Fundamento I

No hay que intentar nada inútil; o por imitación mecánica, en las escuelas deben tratarse cosas serias.

Fundamento II

La naturaleza no omite nada de lo que estima provecho para el cuerpo que forma.

Hacer todo lo que sea pertinente. De igual modo la escuela, al intentar forma al hombre, debe procurar formarlo totalmente para hacerle igualmente apto para los negocios de esta vida que para la eternidad, a la que se enderezan todas las cosas que le anteceden.

Fundamento IV

Los apoyos han de ser profundos, la virtud guarda en lo mas interno del cuerpo los miembros vitales del animal. Enmienda de los errores.

Fundamento V

La naturaleza produce todo de sus raíces propias, no de ningún otro origen. Todo de su propia raíz.

El arquitencto debe ser cuidadoso, construye sus edificios de modo que se apoyen en sus propios cimientos esto es igual a que el estudiante se debe apoyar en sus propios conocimientos, laimitación es mecánica.

Fundamento VI

La naturaleza al disponer algo para muchos usos, lo que diferencia con toda claridad. Todo es distinto. Al educar a la juventud deben hacerse todas las cosas con gran claridad de manera que no sólo el que enseña, sino también el que aprende.

Fundamento VIII

La naturaleza enlaza todas las cosas con vínculos perpetuos. Los estudios deben de tal manera organizarse en la vida que formen como una enciclopedia. Todas cuantas cuestiones se resuelvan han de ser de tal manera racionalmente fundamentadas que no dejen vacilar ni caer. Enseñar por sus causas.

Fundamento IX

La naturaleza guarda proporción entre la raíz y las ramas, tanto respecto de la cantidad como de la cualidad. Toda una constante y debida proporción entre lo interno y lo externo.

Fundamento X

La naturaleza vive y se robustece con movimientos frecuentemente. Imitación en las cosas mecánicas. Hay que buscar en la naturaleza la idea de los ejercicios escolares. El misterio de la erudición está en pedir mucho, retenerlo y enseñarlo

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