GUIA DEL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA
vero78ararResumen3 de Septiembre de 2019
6.823 Palabras (28 Páginas)229 Visitas
Guía de estudio ~ Enfoque Centrado en la Persona ~
- Teoría de la personalidad y de la dinámica de la conducta.
La teoría de la personalidad intenta comprender la naturaleza del fenómeno humano, de las relaciones interpersonales y de las características del proceso terapéutico, por medio de una serie de hipótesis basadas en los cambios de las conductas, actitudes, sentimientos y de la personalidad de los individuos que reciben terapia desde este enfoque. Se caracteriza por una relación en la que queda implícitamente clara la confianza en la capacidad del cliente para encontrar su autodirección que le permita ser congruente consigo mismo.
El punto central que sustenta y estructura esta teoría es la evidencia de que el hombre tiene una capacidad innata que le permite desarrollar toda sus potencialidades relacionadas con el crecimiento y actualización, cuando no hay interferencias o amenazas que la obstaculicen: la Tendencia Actualizante:
- Provee las condiciones de valorar las experiencias.
- Funciona como patrón medida, es decir que valora negativamente lo que la contradice y valora positivamente lo que la refuerza.
- Se expresa en el organismo todo cuando funciona armónicamente.
- Puede dirigir las acciones por medio de la experiencia total, pudiendo así confiar en su propia percepción como la indicadora más adecuada y fiel de las necesidades y las conductas emergentes para satisfacerlas.
- Apunta a metas relacionadas con la satisfacción de necesidades de todo tipo, en la búsqueda de crecimiento y desarrollo, y al encuentro con el otro.
- Aporta al individuo una energía universal innata para dirigirse a sí mismo en un proceso constante que apunta a su maduración.
Desde el enfoque centrado en la persona entendemos la conducta humana como una respuesta a múltiples factores que inciden de distinta manera entre éstos ámbitos:
- Biológico: lo que sucede dentro del individuo.
- Psicológico: lo que sucede entre el individuo y su ambiente.
- Social: lo que sucede en el ambiente mismo.
La persona está dirigida siempre hacia una meta relacionada con el crecimiento, la maduración y el enriquecimiento de su Vida. Los resultados de éstos dependen del grado de amenaza y de libertad que el individuo sienta para permitirse ser verdaderamente él y actuar conforme a su naturaleza. Este grado de libertad dependerá de los factores externos y de factores internos que dependen de características genéticas y orgánicas que hacen a su potencial innato. Se considera así al individuo como una unidad bio-psico-social.
A. Características del niño
- Percibe su experiencia como una realidad, su experiencia es su realidad (fenomenológico). Esto significa que las vivencias del niño constituyen la totalidad de su realidad, lo que le permite asumir plenamente su marco interno de referencia.
- Tiene una tendencia innata a actualizar las potencialidades de su organismo.
- Reacciona ante su realidad en función de esta Tendencia Actualizante, de tal forma que busca siempre satisfacer sus necesidades y realizarse. Tiende a valorar positivamente las experiencias agradables y a rechazar las desagradables y contrarias a la realización de su potencial biológico y/o psíquico. Esta potencialidad Rogers la denomina ‘proceso de valoración organísmica’ (lo que siento lo expreso). O sea, posee un sistema innato de motivación (T. A.) y un sistema innato de control (valoración organísmica), conectados en trabajo constante para la autorrealización.
- En la interacción con su medio funciona como un todo organizado: Gestalt.
A medida que va desarrollando el proceso de construcción del ‘sí mismo’ el niño comienza a simbolizar parte de su experiencia, tomando consciencia de su conducta personal y experimentando sus vivencias como individuo autónomo. Estas percepciones del ‘yo’ están ligadas a valores que provienen de otras personas que son significativas para el niño (padres, hermanos). Dada su situación de vulnerabilidad y dependencia, el niño comprende que para ser aceptado y valorado, para recibir amor, necesita introyectar valores que no son propios, y que no tienen que ver con su valoración organísmica. Para ello debe anular sus propias experiencias cuando están en conflicto con aquellas concepciones externas (el niño con su hermanito), de lo contrario, constituiría una profunda amenaza a la formación de su estructura del sí mismo. Este proceso de anulación lleva necesariamente a transformar sus conceptos en rígidos y estáticos, experimentados como ‘deber’ o como ‘obligación’. En otras palabras, el niño pasa a ser el ‘yo’ que los demás quieren que sea en lugar de ser el ‘yo’ que verdaderamente es o quiere ser.
Como resultado, el niño rechaza las satisfacciones propias y distorsiona esa simbolización en relación a lo que es reprobable para sus personas significativas. Este modo de funcionar lo toma como propio, lo introyecta, para preservar el concepto del sí mismo, de modo que en lugar de simbolizar que esta conducta es insatisfactoria para ellos, lo que percibe es: ‘esta conducta es insatisfactoria para mí’.
B. Desarrollo de la noción del Yo
Es una estructura perceptual, conjunto organizado y cambiante de percepciones que se refieren al sujeto: Características, atributos, cualidades y defectos, capacidades y límites, la percepción que el individuo tiene de ‘sí mismo’, ‘la realidad’ percibida a través de su experiencia total ‘organísmica’. Se trata de una Gestalt disponible para la conciencia, en constante fluidez y cambio, un proceso.
La noción del yo empieza a desarrollarse dada la tendencia a la diferenciación que constituye un aspecto de la Tendencia Actualizante, en la que una parte de la experiencia que vivimos se diferencia y se simboliza en la conciencia, esto forma la conciencia de existir y de actuar: ‘la experiencia del yo’. A medida que se da la interacción del organismo con el medio, esta conciencia de existir aumenta y se hace más compleja para así formar la ‘Noción del Yo’.
C. La necesidad de consideración positiva
A medida que la noción de yo se desarrolla y se exterioriza, se desarrolla también la ‘necesidad de consideración positiva’. Esta necesidad es universal, ya que existe en todo ser humano y se siente profundamente. Es intensa, en especial cuando se trata de personas que tienen una relación significativa con el individuo. Ésta puede crecer cada vez más en intensidad y ser más fuerte que su proceso de valoración organísmico, interfiriendo en gran parte con la tendencia actualizante, y por consiguiente con el desarrollo armonioso de la personalidad.
Al esforzarse por satisfacer esta necesidad, el individuo apunta hacia el campo de experiencia de los demás, o sea, hacia la búsqueda de consideración del otro. A la hora de satisfacerla se da un efecto bilateral, una reciprocidad, ya que al satisfacer esta necesidad en el otro significativo (personas-criterio), está satisfaciendo al mismo tiempo su propia necesidad de ser valorado positivamente. Los efectos de ésta satisfacción brindada por la otra persona son poderosos ya que este sentimiento se extiende al conjunto de la que él siente por esa persona. Esto se llama ‘complejo de consideración’.
D. Desarrollo de la necesidad de consideración positiva de sí mismo
Las satisfacciones (o las frustraciones) que acompañan a las experiencias relativas al yo pueden ser sentidas independientemente de la valoración de los demás. Esto se denomina ‘Consideración positiva de sí mismo’. Esta es una necesidad adquirida que resulta de las experiencias, con satisfacción o con frustración de la necesidad de consideración positiva. El individuo llega a sentir la presencia o ausencia de ésta, independientemente de las valoraciones de los demás, de esa manera se convierte en su propia persona-criterio.
En condiciones ideales, si un niño recibiera en forma sistemática afecto y aceptación absoluta, no se desarrollarían las condiciones de valor. Su necesidad de consideración positiva de sí mismo y de consideración positiva estarían de acuerdo siempre con su valoración organísmica, y el niño mantendría su ajuste psicológico total, su funcionamiento psíquico sería óptimo, pero esto es muy improbable que suceda.
E. Desarrollo de un modo de valoración condicional
Cuando las experiencias de la persona son juzgadas por ciertas personas-criterio como dignas o no de consideración positiva, de afecto, la consideración positiva del sujeto se hace selectiva. Éste busca o evita ciertas experiencias, selecciona las que les sirve como ‘dignas’ de la consideración positiva de sí mismo. Esto implica entonces una distorsión perceptual, ya que ésta ‘consideración positiva de sí mismo‘ fue alterada por la introyección de aquellas personas-criterio, de nuestro padre, de nuestra madre, hermanos, ideales, de la autoridad. En consecuencia, el niño comienza a valorar su experiencia y conducta según los criterios valorativos de sus padres antes que los de su organismo, es decir, tiende a valorar como positivas ciertas conductas que a nivel organísmico, no siente verdaderamente como positivas, conformes a una necesidad real.
...