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Karen Horney


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2013  •  2.285 Palabras (10 Páginas)  •  334 Visitas

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KAREN HORNEY

Psiquiatra estadounidense de origen alemán (Hamburgo, 1885 - Nueva York, 1952). Estudió en las universidades de Friburgo y Berlín, y posteriormente impartió clases en el Instituto de Psicoanálisis de Berlín hasta que, en 1932, emigró a Estados Unidos.

Allí trabajó en el Instituto de Psicoanálisis de Chicago y en el Instituto de Nueva York, y posteriormente ejerció como decana en el Instituto Estadounidense de Psicoanálisis y como profesora en el Medical College de Nueva York.

Fundadora del Instituto Americano de Psicoanálisis (1934), en Nueva York, Karen Horney fue una destacada exponente de la escuela psicoanalítica culturalista. Combatió las ideas de Freud sobre la sexualidad femenina y desarrolló sus propias teorías sobre el origen de ciertas neurosis. Ella creía que muchos de los problemas psíquicos tenían su origen en la infancia, haciendo especial hincapié en la cultura y pautas establecidas de comportamiento de la comunidad en la que el individuo ha vivido, las cuales estarían muy relacionadas con esos trastornos, frente al innatismo y genetismo freudianos.

Horney desarrolló una teoría (que lleva su nombre) que constituye una elaboración teórica alternativa a los postulados freudianos. Destaca también por su teoría de la personalidad, en la que considera al individuo de forma holística, como una unidad dentro de un marco social, influyendo y siendo influido por su ambiente. Así, según esta autora, la personalidad consiste en atributos que caracterizan a la organización constantemente cambiante del individuo. Cada atributo es creado por el individuo y actúa simultáneamente sobre él, exigiendo satisfacción, produciendo esfuerzo o presionando a la actuación. En opinión de Horney, estos atributos son aprendidos en la familia.

Según esta teoría, los factores motivacionales derivan de los atributos de la personalidad más que de los esfuerzos libidinales infantiles conservados desde la infancia por compulsión a la repetición. Destaca también su teoría psicopatológica y dentro de ésta la génesis del conflicto y la ansiedad, las defensas caracteriales contra las defensas neuróticas y la formación de síntomas.

Entre sus numerosas obras destacan La personalidad neurótica de nuestro tiempo (1937), Nuevas perspectivas del psicoanálisis (1940), Autoanálisis (1942), Nuevos conflictos interiores (1945) y Neurosis y desarrollo humano (1950).

Obra y aporte teórico

A pesar de que Karen llegó a ser una mujer célebre durante su vida y no solamente por su papel en los inicios del movimiento psicoanalítico (por ejemplo Abraham Maslow la reconoció, junto a otros autores, como una de las fundadoras de la psicología humanista), tras su muerte en 1952 sus ideas fueron relativamente ignoradas o cayeron en el olvido por más de una década.5 Sin embargo, esta situación sufrió un vuelco en 1967 con la publicación de Psicología Femenina, una colección de ensayos escritos en la primera fase de su pensamiento (décadas de 1920 y 1930).

El tema femenino fue abandado por Horney en 1935, al arribar a la conclusión de que el papel de la cultura en la formación de la psique femenina, hace que sea imposible determinar lo que es claramente femenino. El conocimiento de estos ensayos a finales de los años 60, ha dado lugar a un reconocimiento creciente de Karen Horney como la primera gran feminista psicoanalítica.

Pero además, proporcionó un modelo para las terapias, rechazando su carácter autoritario por aquel entonces vigente. En 1937 publicó La personalidad neurótica de nuestro tiempo, obra que llegó a ser un auténtico best-seller. 6 desarrolla una teoría sobre el origen de la angustia en las relaciones tempranas con las figuras parentales:

«.. si falta calor por parte de los padres en el contacto con sus hijos, ello originará en éstos frustración, intimidación y hostilidad. Y si tal hostilidad se prohíbe, terminará siendo reprimida, aunque se mostrará en fantasías de daño personal y en conductas sociales desajustadas, todo lo cual sería la cuna de la angustia básica» 6

Sus conceptos han influido en algunas de las descripciones de trastornos de la personalidad en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM- IV) (Washington, 1994 CC).5 Además de un valor clínico, sus teorías constituyen un sistema explicativo que se puede utilizar en otras disciplinas como la literatura y los estudios de la cultura y el género. También son aplicables a la religión7 8 9 10 11 y a la filosofía.12 13 14

Primera etapa

La primera fase de su obra, la etapa psicoanalítica propiamente tal, abarca hasta su partida a EE.UU. en 1932. Aunque jugaba un papel clave en el desarrollo teórico, a corto andar comenzó a mostrar ciertas disconformidades con el modelo psicoanalítico clásico, con las tesis de Freud, de Abraham y Deutsch. Mantuvo, por otro lado, que el psicoanálisis es la creación de un genio masculino, Sigmund Freud, y de una mayoría de discípulos igualmente varones, por lo que era lógico que sólo se desarrollara una psicología desde la perspectiva fálica, que incluso llevó a estimar el clítoris como una especie de pequeño pene, olvidando completamente la vagina. En La sexualidad inhibida. Una contribución psicoanalítica al problema de la frigidez (Horney, 1926-1927), trata este desorden que ella misma padeció, llamando la atención sobre la definitiva influencia de los factores culturales, que evitaban que la mujer se expandiera y desarrollara sus posibilidades personales y sexuales.

Finalmente, negó la relación entre sentimientos de inferioridad de la mujer con los atributos anatómico-genitales, defendiendo su origen cultural y en los años treinta, en una publicación bajo el título de La desconfianza entre los sexos (Horney, 1931), defendió, entre otras cosas que, después de la primera infancia, el varón alimenta la imagen de una madre abnegada y sacrificada, que termina encarnando el ideal de mujer que puede llegar a satisfacer todos sus deseos y necesidades. Esto traería rápidamente consigo la envidia de ser madre, la que a su vez se pierde pronto porque la cultura en la se desenvuelve el individuo mantiene y alimenta la representación social de que la mujer es inferior al hombre (tal como también se recoge en la teoría freudiana de la envidia del pene).

Horney emigró a Estados Unidos el 22 de septiembre de 1932, solo acompañada por su hija Renate, pues las otras dos hijas ya eran independientes. Se nacionalizó norteamericana, convalidó sus estudios médicos y empezó a publicar creándose un notable prestigio y obteniendo elevados ingresos económicos en su consulta privada.

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