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Karen Horney


Enviado por   •  10 de Marzo de 2014  •  2.481 Palabras (10 Páginas)  •  209 Visitas

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Karen Horney

Existen muchos estudios biográficos de Karen Horney, debiendo destacarse el de Susan Quinn (1987), pues en él se hace justicia a los avatares de su vida privada. Así mismo, son muy abundantes los trabajos sobre la obra de Horney en diferentes sitios de interrnet, aunque no todos resultan igual de rigurosos.

Karen Horney (1885-1952) fue hija del noruego Berndt Henrik Vackels Danielsen y de Clotilde Maris von Ronzelen, una descendiente de holandeses conocida como Sonni. Contrajeron matrimonio en 1881, siendo las segundas nupcias de Berndt, que era 19 años mayor que Sonni, aportando cuatro hijos al nuevo hogar que instaló en Eilbeck, cerca de Hamburgo. A ellos se sumaron dos nuevos hijos, que recibieron por nombre Berndt (nacido en 1882) y Karen (nacida el 16 de septiembre de 1885).

El padre de Karen era capitán de la marina mercante y la madre hija de un arquitecto que se había educado en el clásico ambiente burgués de la época y en un entorno religioso marcado por el protestantismo. Clotilde no estaba enamorada de Berndt e incluso lo despreciaba, sentimiento que imbuyó en su hija, quien se desarrolló en un clima familiar con escasas muestras de amor entre los padres.

A los 13 años, alentada por su madre, Karen decide estudiar medicina, lo que le obligaba a dejar la escuela religiosa local para integrarse en el liceo de Hamburgo, donde acababan de autorizar el acceso de chicas. Con 16 años, Karen fija su residencia en Hamburgo con el fin de realizar los estudios previos para tener acceso a la Universidad, siendo acompañada por su madre, que tuvo que alquilar a jóvenes estudiantes algunas habitaciones de la casa para sufragar los gastos. Esta situación familiar era un claro síntoma del alejamiento del matrimonio, que finalmente se rompió en agosto de 1904, a partir de cuyo momento Karen empezó a mostrarse muy ambivalente con su antes admirada madre, quejándose de su esnobismo y de su antisemitismo.

Con 21 años, Karen inicia la licenciatura de medicina en la Universidad de Friburgo, ciudad a la que también se desplaza la madre para hacerle compañía. Por entonces, conoce al que sería su marido, Oskar Horney, que cursaba economía política en Braunschweig. Una vez completado el ciclo preclínico, Karen se traslada a Gotinga para completar sus estudios médicos, viviendo ya sin su madre durante una temporada, pues ésta se fue a Estocolmo con su nuera, aunque regresaría al poco tiempo.

En 1909, contando 24 años, Karen contrae matrimonio con Oskar, instalándose en Berlín, otra vez junto a su madre, viviendo toda la familia de lo que ganaba el esposo. Por esta época, Karen empieza a asistir a la Clínica Neuropsiquiátrica de la Universidad, donde conoce a Karl Abraham, con quien iniciaría su primer análisis por estar aquejada de ciertas dificultades sexuales y de un prolongado estado depresivo. Poco después, en mayo de 1910, fallece su padre, acentuándose su tristeza, a pesar de lo cual decide interrumpir su tratamiento psicoanalítico. En este tiempo nace su hija Brigitte y en febrero de 1911 muere su madre, planteándose reanudar su análisis a causa del bajo estado anímico en que se encontraba, optando finalmente por el autoanálisis por temor a sus reacciones transferenciales.

En 1911 Karen finaliza la carrera en Berlín, iniciando inmediatamente su formación psiquiátrica a la par que asiste a las reuniones científicas de la Asociación Psicoanalítica local, donde presentó en febrero de 1912 una comunicación sobre la educación sexual de los niños. Durante este año empieza su tarea profesional de psicoanalista y dos años después presenta su tesis de doctorado que versó sobre el traumatismo físico como causa de la psicosis. En 1915, en plena guerra mundial, fue nombrada secretaria de la Asociación Psicoanalítica de Berlín. Ya tenía dos hijas (Brigitte y Marianne), naciendo Renate, la última, en 1916, año en que la familia se instaló en la opulenta villa de Zehlendorf. En 1920, Karen forma parte como analista didacta del recién creado Instituto Psicoanalítico de Berlín, emprendiendo por entonces un breve análisis con Hanns Sachs.

Los años de 1926 y 1927 fueron negativos para la estabilidad económica de la familia Horney, hasta el punto de tener que vender su residencia de Zehlendorf, yéndose Karen y sus tres hijas a vivir a un apartamento menos costoso, tomando huéspedes para sufragar los gastos familiares, ya que en 1927 se había producido la ruptura con Oskar, aunque el divorcio oficial tendría lugar en 1937.

Paralelamente a todo ello, la posición de Horney en el grupo freudiano se iba desacreditando, lo que, junto a la situación política y económica en que se debatía Alemania, hizo que Karen aceptara un puesto de directora adjunta en el Instituto Psicoanalítico de Chicago que lideraba Franz Alexander, un antiguo discípulo suyo. Partió para los Estados Unidos el 22 de septiembre de 1932, acompañada de su hija Renate, pues las otras dos hijas ya eran independientes. Pasado un año se nacionalizó norteamericana, convalidó sus estudios médicos y empezó a publicar muchas obras clínicas, creándose un notable prestigio que condujo a elevados ingresos económicos en su consulta privada.

Su vida acabó el 4 de diciembre de 1952, falleciendo a consecuencia de un cáncer de pulmón. Junto a su cama hospitalaria apareció el último libro que estaba leyendo, El egoísta, clara expresión de sus intereses (Sayers, 1991).

La teoría de la personalidad

Como ya se sabe la necesidad de seguridad se crea socialmente. Por lo tanto, se deduce que los rasgos de personalidad deben ser un producto de las fuerzas ambientales. Además para la autora, la motivación humana y las fuerzas conducentes son emocionales, y no racionales.

Así mismo, las propias emociones humanas son un resultado del ambiente y de las experiencias iníciales y principales de la primera infancia; de ahí, que Horney, no ignora en ninguna forma las experiencias que se tuvieron en la infancia. Empero, es necesario destacar el hecho de que es imposible comprender por completo la conducta humana sin estudiar desde sus condiciones infantiles; sin embargo, afirmaba la autora de forma contundente, el hecho de que el enfoque genético hacía confuso el tema, en vez de aclararlo.

Horney admite, al igual que Freud, que el carácter y la neurosis se desarrollan en la primera infancia. Para Horney existe “la conexión entre las peculiaridades posteriores y las primeras experiencias es más complicada de lo que presumía Freud; no existe nada parecido a una experiencia aislada; lo que ocurre es que la totalidad de las experiencias infantiles se combina para formar una

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