LA INFANCIA INTERMEDIA

LA INFANCIA INTERMEDIA

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a Infancia Intermedia es una etapa del Desarrollo Humano, que comprende aproximadamente de los 6 a los 12 años de edad. Como es obvio, y más aún cuando se trata del desarrollo de los seres humanos, los márgenes establecidos pueden variar, dependiendo de diferentes factores que son los responsables de tal desarrollo o crecimiento. Muchas personas podrían pensar que el desarrollo del ser humano se encuentra en lo sencillo, podríamos tratar de convencer, por ejemplo a los padres de que es así y seguro seríamos acusados de blasfemos o condenados a la guillotina.

Como es deber de todos los universitarios, después de leer diferentes fuentes de información, analizar distintos autores que dedicaron un poco de su tiempo al estudio del desarrollo de las personas, encontrar coincidencias y por qué no, intentar no quedarse dormido durante la madrugada con los libros en la mano, puedo afirmar que la Infancia Intermedia está llena de varios cambios, tanto cognitivos, como psicobiológicos y psicoafectivos.

Ahora, abordando los cambios cognitivos, según mi entendimiento y lo enunciado por Piaget, los niños se encuentran en una etapa conocida como  “Operaciones Concretas”, en la cual realizan razonamientos literales y apegados a la lógica. Un ejemplo de razonamientos lógicos son precisamente los juicios de causa y efecto, mismos que son aprendidos principalmente gracias a nuestros modelos inmediatos, por supuesto me refiero a nuestros benditos padres. Quién no recuerda las travesuras que realizaba cuando pequeño. Por ejemplo, la causa: darle de comer los vegetales al perro, el efecto: una porción más grande de vegetales porque  mamá se dio cuenta de que al perro tampoco le gustaban los vegetales. Como es evidente, aprender de las experiencias es algo necesario, sobre todo si no se quiere cambiar esa pieza de pollo por un montón de hojas de lechuga. Pero hay otro aspecto fundamental para el ser humano que se potencializa durante esta etapa; el lenguaje. El lenguaje, evidentemente se desarrolla por la socialización con las demás personas de su medio, quienes ayudan a que se adquieran nuevos términos e incluso más complejos. En otras palabras, ayudan a que el niño enriquezca su vocabulario y pueda responder a las necesidades de comunicación que demanda su medio. Por supuesto la forma de comunicación varía dependiendo del entorno. Podría incluso crucificarme poniéndome como ejemplo. Recuerdo un poco mi infancia, quizás tenía 10 u 11 años cuando el término “Goey” comenzó a formar de parte de mi repertorio de palabras, por supuesto cuidaba que mi madre y mi padre no me escucharan, al menos no todavía. Recuerdo incluso que fue esa pequeña palabra la que en algún momento me dio un sentimiento de pertenencia, lo cual sin duda era ingenuo, principalmente si se tiene en cuenta que deseaba pertenecer a un grupo de jóvenes que andaban entre los 17 y 20 años.  

Otro tipo de cambios, son los Psicobiológicos, los cuales tienen que ver más con los cambios internos del cuerpo. Por ejemplo, según las lecturas, el desarrollo Psicobiológico más importante es el desarrollo del encéfalo, que como se sabe tiene que ver con el aprendizaje y la memoria. Es gracias a esta estructura que podemos recordar por ejemplo a la primera niña que nos gustó y que por supuesto como casi nunca pasa, nos mandó a la friendzone.

Por otra parte, el Desarrollo Psicoafectivo, el cual considero el más difícil de desarrollar porque tiene que ver con medios externos para su construcción, trata principalmente de la formación de valores, de una imagen propia, con la cual el niño trabajará durante sus siguientes años, de ahí que estar bien fundamentada sea crucial y por lo cual considero este aspecto de la infancia intermedia, el más laborioso y complejo. Aquí es por ejemplo cuando entra en juego la inteligencia de los padres porque tienen que premiarlos, pero también castigarlos. Hacer que confíen en sí mismos, pero también avisarles cuando están haciendo las cosas mal. Que si alimentas tanto su laboriosidad le vuelves presuntuoso y que si no, desarrolla un sentimiento de inferioridad, dice Erikson. Vaya que Freud da un receso en esta etapa. Quizás sea muy exagerado ver a este desarrollo en la infancia como una cuerda floja, o quizás no.

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