La Exploracion Del Pensamiento Infantil
jhhhhh21 de Octubre de 2013
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La exploración del pensamiento infantil
G. Lourdes Mondragón Pedrero
Asesora de la Unidad 094, Centro
El presente trabajo da continuidad al análisis de los contenidos temáticos del Módulo I El niño y su contexto del diplomado «El enfoque globalizador en la enseñanza de las ciencias naturales en Preescolar y Primaria» que se imparte en la Unidad UPN 094 D.F. Centro. Aquí, se presenta el fundamento de las ideas Piagetanas sobre el desarrollo del pensamiento infantil.
Piaget inicia, en los años veinte, una serie de investigaciones sobre el pensamiento infantil, que cambiaron sustancialmente nuestra perspectiva sobre el desarrollo del niño y permitieron conocer muchos planteamientos hasta entonces desconocidos. Por esta época se habían popularizado los tests de inteligencia, pruebas que permitían señalar o situar un nivel de desarrollo en el niño. Piaget, que al terminar sus estudios de biología se dirigió a París para formarse en psicología, le encargan aplicar tests ingleses a niños franceses, para ver si se encontraban en el mismo nivel, observó que los chicos fallaban sistemáticamente en los mismos problemas y parecían encontrar los mismos obstáculos. Entonces trató de averiguar no el número de niños que resolvían los problemas y a que edades se daba, sino «por qué no los resolvían».
¿Pero cómo pudo estudiar esto?, La forma más directa que se le ocurrió fue la de preguntar a los niños sobre sus dificultades y plantearles problemas en torno a la pregunta, todo ello dentro de una conversación abierta en la que trataba de seguir el curso su pensamiento. Y así a medida que el niño iba explicando sus carencias o la forma de resolver el problema y lo justificaba, el investigador creaba hipótesis sobre lo que el niño decía, las cuales le llevaban a formular otras preguntas nuevas y plantearles contradicciones con sus propias creencias, para ver como las resolvía.
A ese método le denominó «clínico» y después crítico, mediante el cual usaba la manera verbal en conversaciones con el niño. (Este asunto lo comentó en su Autobiografía, en 1966, en donde explica que llega a la instrumentación de dicho método, producto del accidente o el azar)
Tras haber cursado estudios en Bleurer Zúrich, llega a París en 1919, donde radica por dos años y tiene contacto con el Doctor Simón y Binet creadores de los primeros tests de inteligencia, de amplia utilización y quienes les propone estandarizar los estudios de razonamiento de Burt, hechos con niños de París, los cuales se basaban en indicadores sobre número de éxitos y fracasos. Piaget describe así su razonamiento: «... desde los primeros interrogatorios, resulta más interesante descubrir las razones de los fracasos...», por lo que inicia, con los sujetos, conversaciones del tipo del interrogatorio clínico, con el fin de descubrir algo sobre los procesos de razonamiento que estaban detrás de sus respuestas incorrectas y con un interés especial sobre los que se escondían en las respuestas incorrectas.
Piaget descubre, con asombro, que los razonamientos más simples, que implicaban la inclusión de una parte en el todo o el encadenamiento de relaciones, o también la «multiplicación» de clases, es decir, encontrar la parte común de dos entidades, presentaba en los niños normales hasta los once años de edad, dificultades insospechadas para el adulto. (Piaget, 1966, p.p. 136-137).
De este modo Piaget inició inicio un método basado en conversaciones abiertas con los niños, tratando de seguir el curso de su pensamiento. Piaget, no pretendía simplemente contar el número de sujetos que respondían de forma correcta, sino indagar las justificaciones que daban a sus respuestas los niños. Este fue el comienzo del método clínico, el cual plantea en 1923, en su libro El Lenguaje y el Pensamiento en el Niño, y en 1924 en El Juicio y Razonamiento del Niño. Cabe señalar, que su utilización más sistemática la da a conocer en su obra de 1926, La Representación del Mundo en el Niño, en cuya introducción, titulada los problemas y los métodos, discute el método de investigación que ha empleado para conocer las concepciones infantiles sobre el mundo.
Piaget señala que en la entrevista clínica pudo encontrar cinco tipos de respuestas, que es importante distinguir, pues tienen un valor desigual en el pensamiento del niño. Los cinco tipos de respuestas son:
1) Respuestas espontáneas; las que estaban basadas en lo que Piaget denomina creencias espontáneas o las que el niño poseía sin intervención del entrevistador o el adulto.
2) Respuestas desencadenadas; aquellas que se generaban en el interrogatorio, pero que eran producto de una elaboración por parte del sujeto y estaban de acuerdo con el resto de su pensamiento.
3) Respuestas fabuladas; (también llamadas fabulación) consistían en historias creadas por el niño a lo largo de la entrevista.
4) Respuestas no impotaquistas; con las cuales el sujeto contestaba cualquier cosa, posiblemente para librarse del entrevistador, y no se daba ningún tipo de elaboración.
5) La perseveración; se refiere a las respuestas que el niño conocía, y contestaba sin el menor esfuerzo.
Piaget señala que no siempre resulta fácil distinguir éstos cinco tipos de respuestas, se requiere de entrenamiento y paciencia. Las respuestas espontáneas y desencadenadas resultan difíciles de diferenciar, sólo la observación puede hacerlo. Si el niño produce esas respuestas, o realiza preguntas de ese tipo en forma espontánea, entonces podemos pensar que se trata de una creencia bien arraigada. De todas formas esta distinción no es tan importante, ya que tanto valor tiene una como la otra, con la única diferencia de que las espontáneas forman parte del repertorio habitual de creencias del niño de una determinada edad, mientras que las otras constituyen una solución a un problema que le planteamos, y que podían no haberle surgido anteriormente; ambas ponen igualmente de manifiesto la aplicación de herramientas mentales que posee el niño.
La diferencia entre creencia sugerida y el no importaquismo es, según Piaget, relativamente sencilla; la creencia sugerida es esencialmente momentánea y mediante la contrasugerencia suele desaparecer. Piaget dice, que la creencia sugerida constituye un «parásito» en el pensamiento del sujeto, y éste tiende por sí mismo a desembarazarse de este cuerpo extraño. En algunos sujetos, como el niño, es particularmente difícil, ya que mientras más pequeño se es, se puede ser objeto fácil de la sugestión. Es importante decir que la creencia sugerida no guarda conexión alguna con las creencias propias del niño y de otros de la misma edad y del mismo medio. Por ello, se puede profundizar en la respuesta «sospechosa» para ver si tiene o no raíces sólidas al variar el enunciado de las preguntas.
El no importaquismo es todavía más inestable y puede detectarse mediante el análisis de la conducta general del niño, y su interés en el interrogatorio.
La fabulación, en cambio, es mucho más coherente y mucho más persistente, de tal manera que el niño puede seguir inventando una historia. Tiene relación con la tendencia de los niños pequeños a utilizar la fantasía sin distinguirla claramente de la realidad. Hay que señalar que las respuestas de fabulación no son frecuentes en los niños a partir de los siete años de edad y sobre todo en los niños de nuestros días, ya que, éstos distinguen e identifican la fantasía de la realidad durante un intercambio verbal en la escuela; es más probable que sí se produzca la fabulación en una situación de juego simbólico en la propia casa del niño, en la cual éste puede tener la libertad de inventar historias.
La fabulación tiene un carácter individual y es éste, el que le permite su identificación, comparándolo con las respuestas de otros niños de la misma edad. Como consecuencia de lo anterior, se puede pensar que incluso en la fabulación se distinguen rasgos del pensamiento del niño. Piaget señala también que en caso de que se trate de fabulación, la respuesta desaparecerá sin que se den situaciones intermedias, como suele suceder por lo general al paso del tiempo. A la vez señala que la pervivencia de la fabulación, y su lenta desaparición se puede deber a herencia, por lo que se irá limitando en estadios posteriores.
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