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La comprensión de la realidad y la fantasía


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2014  •  Síntesis  •  1.539 Palabras (7 Páginas)  •  518 Visitas

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La comprensión de la realidad y la fantasía

Para comprender el egocentrismo infantil, debemos saber que el niño construye su realidad en base a apariencias y realidades, mediante mundos imaginarios que son el resultado del juego simbólico, basándonos en la corriente psicogenética de Jean Piaget.

La distinción entre apariencia y realidad.

Mediante algunas pruebas de apariencia que realizaron Flavell y sus colaboradores, se encontró que los niños de entre 3 y 4 años tienen dificultad para distinguir la apariencia de la realidad, esa dificultad se considera universal. Los niños entre 6 y 7 años ya han adquirido un notable dominio en la distinción entre apariencias y realidad. Sabemos que el juego tiene una enorme importancia en la vida del niño, que le permite resolver conflictos y actuar simbólicamente sobre la realidad, cuando no puede hacerlo en forma autentica. El juego simbólico presenta un papel importante, ya que le permite resolver conflictos y actuar simbólicamente sobre la realidad, aunque él sabe que está jugando.

La construcción de mundos ficticios.

En base a ciertas investigaciones, podemos ver que la imaginación de los niños es más pobre que la de los adultos y que depende del nivel intelectual que posean, pero que se da en situaciones que los adultos no adoptarían, por lo que podemos ver que sus límites no están bien establecidos y los aspectos afectivos y cognitivos se mezclan, por ejemplo: una niña al jugar con su muñeca, actúa con ella como si fuera un ser humano, aun sabiendo que se trata solo de un objeto. Sin embargo a medida que va creciendo logra diferenciar de manera más clara, todas estas situaciones donde se despliega su imaginación, vinculándolo con su desarrollo intelectual, por lo que la fantasía sería entonces un fenómeno genético y subjetivo.

Poniéndose en el lugar de otro: el egocentrismo.

Piaget denominó el egocentrismo, cuando las cosas tienen alguna dificultad y la perspectiva de los otros no coincide con la propia, los niños tienden a verlas desde su punto de vista, sin darse cuenta de que pueden existir otros. Esta es una característica que posiblemente está vinculada con las limitaciones que tienen los niños para mejorar la información propia y la información que tenía otra persona.

La naturaleza del egocentrismo.

El egocentrismo es un fenómeno que ha sido mal entendido por muchos psicólogos debido a su naturaleza compleja porque sus múltiples y variadas manifestaciones penetran todo el pensamiento infantil en aspectos diversos y si conexión. Piaget entiende el egocentrismo como la dificultad para separar el punto de vista del propio sujeto de otros puntos de vista. El egocentrismo es entonces un rasgo epistemológico, es decir, referente a como se conoce la realidad, a como se construye el conocimiento. El egocentrismo tiene poca relación con el egoísmo ya que este supone querer cosas para uno, querer imponer el propio punto de vista, no plegarse a los deseos o a las necesidades de otros pero tomando conciencia de que los demás están ahí, por el contrario, el egocentrismo es la ausencia de conciencia del yo, aquí se desconoce que hay puntos de vista diferentes.

La representación del mundo

La representación que el niño tiene del mundo, los caracteres con que se presenta la realidad exterior, están teñidos desde egocentrismo durante la etapa preoperatoria. Hay un egocentrismo relativo al pensamiento y la actividad psíquica.

• El artificialismo consiste en concebir que todas las cosas están hechas de la misma forma en que los hombres los fabrican mediante su acción material, supone extender nuestra forma de actuar a toda la naturaleza y no concebir procesos naturales autónomos. De la misma forma que las cosas están hechas por el hombre, están hechas para el hombre. A esto se le puede llamar el finalismo.

• El animismo es la atribución de conciencia a la realidad inanimada, pero no diferenciamos nuestro punto de vista, nuestra conciencia del punto de vista de las cosas.

La autoconciencia y el metaconocimiento

Las contestaciones de los niños son siempre una fuente de sorpresas si nos detenernos a intentar encontrar el significado que hay detrás de lo que nos están diciendo. Cuanto más pequeño es el niño menos consecuencia tiene de las cosas que hace y de cómo las hace. Es llamativo que el niño aprenda cosas pero que no tenga conciencia de cuándo y de donde las aprende, de la misma manera resulta muy difícil que el pequeño nos cuente lo que está haciendo o que nos describa las actividades que ha realizado en la escuela, los ejemplos relacionados con estas cuestiones son innumerables y puede decirse que la capacidad introspectiva del niño es enormemente reducida. Cuanto más pequeño es el niño menos conciencia tiene de las cosas que hace y de cómo las hace.

En el hombre la reflexión no solo permite el control de la propia acción si no que puede elevarse a sucesivas alturas para mirar lo

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