La mediación dentro de la Terapia de Pareja

La Mediación dentro de la terapia de pareja                              

                                                          Benavides Du Bois Jean Paul, U201815311

 En el presente ensayo se aborda el tema de la mediación, visto en el micro curso Mediation and Conflict Resolution, como una de las técnicas más importantes a comprender y utilizar en la terapia de pareja.  La viabilidad o efectividad de esta técnica se puede comprobar mediante distintos casos observados de parejas que estaban al borde de la ruptura, que mediante un espacio de terapia neutro en el que se les permite expresar sus puntos de vista, sin sentirse juzgados y respetándose mutuamente, pudieron llegar a entenderse y formar consensos que satisfacen las demandas o necesidades de ambos, así como construir de nuevo un entorno de amor y confianza mutua.

Para entender a profundidad la influencia de esta técnica debemos comprender que es, como se originó, a quienes implica y cuáles son sus fases.  La mediación se define como un proceso voluntario conducido por una tercera persona, a la que se le llama mediador o facilitador, en el que se busca que las personas involucradas como ¨partes¨ o protagonistas de la mediación lleguen a comunicarse entre sí y trabajar juntos para resolver sus conflictos, de esta manera logren llegar a un acuerdo que satisfaga sus intereses. (Conflict Solution Center, 2009).   El rol del mediador dentro de la mediación es reconocer e identificar los detalles del conflicto que las partes pasan por alto, de manera que pueda comunicárselos y propiciar una conversación honesta y constructiva (Conflict Solution Center, 2009). Asimismo, el mediador ayuda a las partes a mirar más allá de sus propias posiciones, los ayuda a identificar intereses comunes que los encaminen hacia el ansiado acuerdo, asimismo, también logra que ambas partes cedan cuando es necesario.

 La mediación tiene raíces históricas que datan de hace unos 4000 años atrás.  Algunos autores creen que surgió en la Roma Clásica, dado que mediación viene del latín mediato. Sin embargo, hay autores que consideran que surgió en Mesopotamia a raíz de la creación de los primeros códigos legislativos. (Perello, 2020)   Confucio fue uno de los primeros pensadores que creía en el efecto de la mediación, dado que afirmaba que existe una armonía natural en las relaciones humanas, que debe dejarse desenvolver. La necesidad de la mediación surge de la aparición de conflictos que no parecen tener resolución, dado que ninguna de las partes está dispuesta a cambiar su forma de pensar. Es por esto que cobra mucho sentido la profunda relación que tiene el proceso de mediar con el rol de un psicólogo o la similitud entre el análisis que se hace de las partes con el que realiza un psicólogo de sus clientes durante una terapia de pareja.

En la antigüedad, en algunas culturas como la africana, eran los jefes de familia quienes ofrecían su sabiduría y experiencia para establecerse como mediadores de los primeros conflictos que surgían. (Manual de Formación Básica de Mediadores, 2014). Esto resalta el hecho de la necesidad de capacitarse y tener experiencia para ser un mediador.  Por lo que un profesional de la salud que se especialice en esta rama, deberá estar capacitado para ello, más allá de los conocimientos que adquirió durante la carrera universitaria.

Son 2 las fases a seguir para realizar una mediación efectiva, estas fases se aplican en la terapia de pareja (Poza. 2012)

• La primera es la pre mediación, en esta, se busca entrevistar a las partes con la idea de obtener información sobre el conflicto a tratar, generar un espacio de desahogo y establecer el rapport (técnica directiva en la entrevista psicológica que busca generar un espacio de confianza)

• La segunda fase es la fase de encuentro o mediación, en esta fase el mediador establece el encuadre (explica cómo se desarrollará la sesión, también recuerda la importancia de la confidencialidad y de la colaboración, Asimismo, en esta fase el mediador aclara las normas básicas de participación).  

En la segunda fase se describe el conflicto desde la percepción de cada parte y el mediador les pide a las partes que vuelvan a aclarar el problema, con el fin de consensuar con las partes cuales son las partes más resaltantes del mismo, de manera que se enfoquen en ello principalmente para plantear soluciones.  

Al momento de plantear la solución, el mediador debe facilitar que se desarrollen soluciones creativas en las que se plantee lo que cada parte está dispuesta a hacer y lo que exige de la otra parte. El mayor logro de la segunda fase es dejar de visualizar a la parte contraria como una parte adversaria, si no, en su lugar, comenzar a visualizarla como una aliada para llegar a un beneficio mutuo.  

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