La posición de la mujer - feminidad en la cultura.
AizontEnsayo14 de Febrero de 2017
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Universidad Católica de Santiago de Guayaquil
Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación
Psicología Clínica
Introducción a las lecturas de Freud
Tutoría
La influencia cultural del otro en el posicionamiento de la feminidad
Integrantes
García Deyanire
Gutiérrez Meilyn
León Alejandra
2006
Índice
Introducción …………………………………………………………………………………….. 3
Marco teórico …………………………………………………………………………………… 4
Antecedentes …………………………………………………………………………………... 4
Edificación de la feminidad …………………………………………………………………… 5
La cultura, la actualidad, el goce y el deseo en relación con la feminidad ……………… 9
Conclusiones …………………………………………………………………………………. 12
Referencias bibliográficas …………………………………………………………………… 13
Introducción
La feminidad ha pasado a través de caracteres relacionados a la subjetividad e identidad que siempre en su mayoría de casos, ha estado envuelto dentro de contextos socio-culturales cambiantes. Dentro de la historia filosófica y de las ciencias naturales, la construcción de feminidad, fue surgiendo como un proceso reciente, ya que en los siglos XVII y XVIII carecía de manera barbará y global múltiples conocimientos básicos, pero denotemos más a los referidos sobre lo que era “la naturaleza humana”, científicamente no había datos, libros recopilados a cerca de la existencia, trabajo e incluso hasta del lenguaje. A partir del siglo XIX, surge el cambio significativo, debido a que la humanidad ahora se la conoce como un ser pensante, se interrogan sobre su propia existencia y se dirigen al descubrimiento del sujeto inconsciente (Foucault, 1968).
La modernidad ha sido la base fundamental al momento de estructurar cambios en el posicionamiento de la mujer, como podemos leer en el párrafo anterior la ascendencia de los siglos es una mera clave en el desarrollo cotidiano, cultural y social. A continuación, se plateará una breve historia de la mujer a través de los siglos y se relacionará teoría que nos ayudarán a la comprensión de la feminidad.
Marco teórico
Antecedentes
La influencia de la mujer tuvo lugar antes y después de la primera y segunda guerra mundial, aquí es donde la mujer comienza su proceso de independización, liberación por sus derechos, ansias de superación personal y educacional. La mujer poco a poco acompañada de un sin número de diversas historias de economía, perdida del ser amado y opresión de un mundo donde se veía a la mujer como alguien frágil y solo una ama de casa.
A principios del siglo XIX, fue donde la mujer de clase media con posibilidad por fin comenzó a escalar hacia el camino de la Educación Superior y hacia el trabajo. En el transcurso de esta época, los estatutos de la constitución habían considerado la protección de las mujeres y los niños en dos aspectos importantes: a) la reducción de horas de trabajo sobre determinada categoría de trabajadores (especialmente elaborada para niños) y b) la exclusión de las mujeres y los niños de cierto tipo de labores.
Esto proceso duro hasta los años 1880-1890, donde se empezó a construir y decretar escuelas en la cual puedan asistir niñas con preparación académica, el acceso limitado a la educación universitaria fue otro punto factible en el desarrollo de la mujer como alguien preparada de conocimiento profesional, ya que por primera vez en muchos siglos fueron tratadas como individuos sin involucrarlas en un rol dentro del hogar. A su vez crearon un movimiento nombrado “la nueva mujer”, el cual tenía como etiqueta y meta la radicalidad, la independencia y la liberación sexual.
A partir de los años 70’-80’ se establece una liberación de la mujer por el lado sexual al comenzar a hablar sobre esta, donde se abrió paso al nacimiento de aceptaciones de diversos estilos de vida, así como múltiples modelos de mujer. Pero fue en el siglo XX, cuando se produce velozmente cambios significativos, se desarrolla una notoria tendencia de entendimiento dentro de la mujer sobre su forma de trabajo, medio de vida, creencias y puntos de vista hasta nuestra actualidad.
Edificación de la feminidad
La subjetividad perfila un decline fundamental en la estructuración de la feminidad, ya que esta depende del poder sobre la practicas sociales, conflictivas, raciocinio y desarrollo de la identidad. Lo subjetivo y lo social se aventuran en distintos procesos, pues sería ilógico no juntar al sujeto con la sociedad, por eso se interrelacionan y abre camino a que el sujeto pueda reconocer su singularidad y a su vez proyectar una imagen social, en la cual el resto de individuos pueda reconocerlo.
Las relaciones son siempre discursivas, establecen un entrecruzamiento de conocimiento por medio de la palabra, volviéndose esta un atributo fundamental para el sujeto, ya que es una manifestación de individualidad, de conocimiento, de oposiciones, de dominio y de ideologías. Posicionamos a las relaciones sociales no son ningún obstáculo para el sujeto de conocimiento, sino que a través de ello se forma una subjetividad real, basados en una condición sobre el mundo gracias a dicha interacción (Foucault, 1996).
Por otro lado, dentro del psicoanálisis las relaciones intersubjetivas se derivan de relaciones fantasiosas, imaginarias e inventadas que sirven después como mediadores para la interacción social y articulación del lenguaje entre individuos. La trascendencia del lenguaje tendrá un resultado en lo no lingüístico que está dentro de presentaciones de imágenes, afectos y emociones que abastecen día a día en la experiencia del ser humano (Sanabria, 1995). Está subjetividad es la que nos permite comprender significantes culturales e individuales que nos construye como individuos. La subjetividad capta un particular contexto de cultura, vivencias y experiencias en la realidad social que está compuesta por un sin número de reglas que establecen diferenciaciones y muchas veces discriminaciones que impacta a un grupo social como fue a la mujer.
En la feminidad sobresale justamente en esta aprehensión y discriminación social que es traspasada genéricamente. La construcción de la sexualidad está ubicada en la genética que es la que establece una diferencia biológica entre el hombre y la mujer por medio de una marca somática, por ejemplo: cromosomas, hormonas y partes genitales Esta relación de genética en la sociedad estigmatiza de manera estereotipada en cultura, dado a que dictamina lo que debe ser masculino y femenino, puesto que la identidad del genero está estructurada por padres que la configuran por medio de fantasías complejas, enunciados identificatorios y relaciones diferenciadas que establecen un determinado sexo, lo que lo ha llevado a sostener que la construcción del género es un hecho social de tanta fuerza que se piensa como natural. (Bleichmar, 1985).
La cultura por otro lado le ha dado a la mujer una posición de inferioridad, constantemente parece estar ubicada en la melancolía y la desdicha con un fin en común, “el consuelo y aceptación” de ser mujer para llegar a realizarse gracias a concepciones arcaicas. Es decir, la mujer no puede gozar libremente sin que sea juzgada por estos estereotipos sociales porque la imposibilitan. A continuación, se abrirá paso a varios conceptos introductorios que nos ayudarán a la comprensión de este tema tan polemizado. Nos parece estrictamente necesario emprender una revisión teórica de la feminidad, dentro de sus posibilidades para poder así establecer la conexión cultural en el posicionamiento subjetivo de las mujeres en la actualidad.
Para Freud la psicosexualidad empieza en la etapa fálica que empieza alrededor de los dos años y finaliza a los cinco años, siendo esta una etapa muy importante en el desarrollo sexual del individuo. En esta etapa, la zona genital se vuelve de gran interés para el niño y es donde desarrollan el inicio de la fase edípica. Otro periodo que no está dentro del proceso psicosexual, pero que es importante es la etapa latente, donde se señala que el deseo sexual, instinto o libido, quedan adormecidos de manera temporal y dura hasta la pubertad. Si nos ponemos a comparar párrafos anteriores donde se tocó el tema de la subjetividad, en esta etapa latente es donde se desarrolla el plano de sociabilización e identificación.
Por otro lado, la finalización del Edipo, la formación del yo y la base de nuestra moral también intervienen. Se encuentra una dualidad dentro de la feminidad tras el proceso edípico que nos indica y muestra dos variantes: a) la madre omnipotente, deseada y temida del narcisismo, b) la clásica mujer castrada, carente, dependiente, receptiva y pasiva; estas inciden en relaciones de mujer-madre y la mujer como objeto de deseo. Hay un regreso sublimado en rasgos maternos al hablar sobre la palabra “esposa” que no es más que una culminación edípica que relaciona feminidad de manera histórica en la maternidad, convirtiéndose ello en la fuente de la identidad femenina y el ideal social sobre una mujer.
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