ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Los 6 Sombreros Para Pensar

alexviri27 de Marzo de 2014

3.076 Palabras (13 Páginas)285 Visitas

Página 1 de 13

En enero de 1985, la revista Time consagró "Hombre del Año" a quien fue el responsable

último del éxito rotundo de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles: Peter Ueberroth.

Generalmente en estos Juegos se pierden cientos de millones de dólares. A pesar de que

la ciudad de Los Ángeles se había opuesto a gastar fondos municipales en los juegos, las

Olimpiadas de 1984 dieron un excedente de 250 millones de dólares. El extraordinario

éxito se debió fundamentalmente a nuevos conceptos y nuevas ideas, implementados con

liderazgo y eficacia.

¿Qué clase de pensamiento generó estos nuevos conc eptos?

Peter Ueberroth, en una entrevista concedida al Washington Post el 30 de septiembre de

1984 explica de qué modo utilizo el pensamiento lateral para general nuevos conceptos.

El pensamiento lateral es una técnica que desarrollé hace muchos años. He escrito

muchos libros al respecto. Peter Ueberroth había asistido a una charla de una hora que di

en la Organización de Jóvenes Presidentes, nueve años antes.

Hay muchos otros ejemplos del modo como una técnica deliberada tiene gran efecto. Mi

tarea consiste en inventar las técnicas y presentarlas. Luego corresponde a individuos,

como por ejemplo Mr. Ueberroth. Elegirlas y ponerlas en práctica.

El pensamiento es el recurso máximo del ser humano. Sin embargo, nunca estamos

satisfechos con nuestra capacidad más importante. No importa cuan buenos seamos,

siempre querríamos ser mejores. Generalmente, los únicos que están satisfechos con su

capacidad de pensamiento son aquellos pobres pensadores que creen que el objetivo de

pensar es probar que tienen razón — para su propia satisfacción. Sólo si tenemos una

visión limitada de lo que puede el pensamiento, nos puede complacer nuestra perfección

en este terreno, pero no de otro modo.

La dificultad principal para el pensamiento es la confusión. Intentamos hacer demasiado al

mismo tiempo. Las emociones, la información, la lógica, la esperanza y la creatividad nos

agobian. Es como hacer malabarismo con demasiadas pelotas.

En este libro presento un concepto muy simple que permite al pensador hacer una cosa

por vez. Permite separar la lógica de la emoción, la creatividad de la información y así

sucesivamente. Este es el concepto de los seis sombreros para pensar. Ponerse uno

implica definir un cierto tipo de pensamiento. Aquí describiré la naturaleza y el aporte de

cada uno.

Los seis "sombreros para pensar" nos permiten conducir nuestro pensamiento, tal como

un director podría dirigir su orquesta. Podemos manifestar lo que queremos. De modo

semejante, en cualquier reunión es muy útil hacer desviar a la gente de su rol habitual, y

llevarla a pensar de un modo distinto sobre el tema del caso.

La absoluta conveniencia de los seis sombreros para pensar constituye el valor principal

de este concepto.

E.B.

CAPITULO 1

"Actuar como si"

SI ACTÚAS COMO UN PENSADOR TE CONVERTIRÁS EN UNO

Creo que uno de los dos originales de El Pensador de Rodin está en Buenos Aires, en la

plaza frente al palacio legislativo. Por lo menos eso me dijo la guía mientras me señalaba

este ocupado pensador tallado en bronce perdurable.

En tanto "hecho", esto bien puede ser erróneo en varios aspecto. Puede no ser un

original. Puede no haber habido dos origínales. La guía pudo haberse equivocado. Puede

no estar en la plaza frente al palacio legislativo. Podría fallarnos la memoria. Por lo tanto,

¿por qué debería exponer algo que no ha sido verificado de un modo absoluto como un

hecho? Hay muchas razones.

Una, que más adelante en este libro me referiré de modo específico al uso de los hechos.

Otra irritar a los que creen que los hechos son más importantes que su uso. En tercer

lugar, que quiero que el lector visualice aquella famosa figura pensadora, donde quiera

que esté la misma. La razón verdadera, que este libro fue escrito en un avión, durante un

viaje de Londres a Kuala Lumpur, Malasia. Como quiera que haya sido use la palabra

creo que indica que mi estado es mas de opinión que de afirmación dogmática de un

hecho. A menudo necesitamos indicar el modo corno se está exponiendo algo. Sobre esto

trata este libro.

Si quieres imaginar la tan usada — excesivamente usada— imagen de El Pensador de

Rodin, quiero que imagines esa postura de la mano en la barbilla, que supuestamente

adopta cualquier pensador que no sea frívolo. Creo, por cierto, que el pensador debería

ser activo y enérgico más que apesadumbrado y solemne. Pero, por este momento, la

imagen tradicional es útil.

Adopta esa postura — en forma física, no mental— y te convertirás en un pensador. ¿Por

qué? Porque si "actúas como si" fueras un pensador, te convertirás en uno.

Los tibetanos rezan haciendo girar unos molinillos sobre los que están grabadas las

oraciones. Los molinillos giratorios hacen subir las oraciones en espiral hacia el espacio

divino. En la práctica, si se encuentran debidamente en equilibrio, un ayudante puede

mantener girando una docena de molinillos de oración como en el acto circense en que

giran platos equilibrados en la punta de largos palos. Es posible que el tibetano piense en

la lista de ropa para lavar mientras hace girar la rueda. Importa la intención de rezar y no

tanto las vibraciones emocionales o espirituales que muchos cristianos se exigen a sí

mismos. Existe otro punto de vista cristiano mucho más próximo al tibetano: efectuar los

movimientos propios de la oración aunque no se esté emocionalmente comprometido. Las

emociones coincidirán con los movimientos a su debido tiempo. Eso es precisamente, lo

que quiero decir cuando te pido que “actúes como si fueras un pensador Adopta la

postura de un pensador. Hazlos movimientos. Ten la intención y manifiéstatela a ti mismo

y a quienes te rodean. Muy pronto tu cerebro desempeñara el rol que estás "actuando". Si

finges ser un pensador, muy pronto, en efecto, te convertirás en uno. Este libro expone los

diferentes roles para que "actúes como si".

Capitulo 2

Poniéndose un sombrero

UN PROCESO MUY DELIBERADO

El rasgo más llamativo de cualquier fotografía tomada hace más de cuarenta años es que

todos llevan sombrero. Las fotografías de los periódicos de las películas de época

muestran esta gran preponderancia de los sombreros.

Actualmente un sombrero es algo raro, especialmente entre los hombres. Los sombreros

tienden a definir un rol. Se usa sombrero como parte de un uniforme, algo que de por sí

define un rol

Se puede decir que un esposo autoritario que da órdenes a su familia lleva puesto el

“sombrero de director escuela" o el "sombrero de ejecutivo". Una mujer de negocios

podrá distinguir los dos roles que desempeña diciéndole a su audiencia cuál sombrero se

ha puesto "el sombrero de ejecutivo" o "el sombrero de ama casa". Mrs, Thatcher, la

Primer Ministro de Inglaterra; en ciertas ocasiones manifiesta que el manejo del gobierno

obliga a la practica, la prudencia y frugalidad de un ama de casa.

También existe la idea de un sombrero para pensar.

...Tendré que ponerme el sombrero para pensar y considerar su nueva propuesta. No

estoy seguro de querer vender el edificio.

...Póngase el sombrero para pensar y llámeme por teléfono mañana.

...Esta es una empresa arriesgada. Tendremos que ponemos los sombreros para pensar

y ver cómo podremos salir de este atolladero.

Siempre me imaginé el sombrero para pensar como una especie de gorro de dormir flojo y

con una borla colgante. Casi como un bonete para los tontos, pero sin la firme arrogancia

que es el único signo real de la tontería.

La gente se ofrece para ponerse sus propios sombreros para pensar o pide a otros que lo

hagan.

El ponerse un sombrero de un modo deliberado es algo muy preciso.

Antiguamente, el que la niñera se pusiera sombrero constituía señal cierta de que ella —y

los niños— iban a salir. No había posibilidad de contradicción. La señal era definitiva.

Cuando un policía se pone su sombrero está señalando claramente su deber y su

actividad. Un soldado sin gorra nunca aparenta la misma seriedad ni inspira el mismo

respeto que con la gorra puesta.

Es una lástima que no exista un auténtico sombrero para pensar que se pueda adquirir en

las tiendas. En Alemania y en Dinamarca existe un sombrero para estudiante que es una

especie de gorro de sabio. Pero la erudición y el pensamiento raramente coinciden. Los

eruditos suelen estar muy ocupados aprendiendo sobre el pensamiento de otros como

para pensar por sí mismos.

Considere la utilidad de un verdadero sombrero para pensar.

...No me moleste. ¿No ve que estoy pensando?

...Voy a interrumpir esta discusión para que todos nos podamos poner los sombreros para

pensar y dedicarnos a este tema.

...Quisiera qué pensara sobre esto en este preciso

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (20 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com